La procesión de Semana Santa salió en Estella-Lizarra con un poco de retraso “a veces ocurre que los pasos que salen por la cara sur de la iglesia de San Juan se atascan y hay cierto retraso”, explicó Roberto Hita, prior de la cofradía de la Vera Cruz.Esta fue la única incidencia, además de la no participación del paso de la Oración en el Huerto cuya carencia de prior y de porteadores hizo que se quedara en la iglesia del Santo Sepulcro donde se guardan durante todo el año las imágenes de buena parte de los pasos de la procesión de Estella.

Un lugar desde donde partieron el resto de los pasos hasta iglesia de San Juan, donde les esperaba la imagen de la Dolorosa que ya había sido llevada desde San Miguel una semana antes. “Ha habido una gran participación de gente y sobre todo de gente joven”, aseguró con entusiasmo Hita, quien horas antes estuvo muy preocupado por la continuidad de la procesión en futuras ediciones. “Hoy he visto que los jóvenes también quieren hacer que la procesión siga adelante y eso es muy alentador”.

90 minutos de procesión A las 20.30 arrancó la procesión que duró alrededor de hora y media y en la que participaron alrededor de 450 personas. Así, después de la señal del pregonero partió el desfile de Los Malditos, el grito del pregonero y los primeros pasos de El Cristo atado a la columna y el Ecce Homo, también participaron los tambores que precedieron a la Verónica, El Calvario y La Cruz a Cuestas.

En la procesión no podían faltar los estandartes que representan a los cuatro elementos: fuego, tierra, agua y aire, este último característico de la ciudad y por el que al contemplarlo en la procesión se dice que los de Estella ‘ven el Aire’. Aunque en menor cantidad que en años anteriores, también participó una representación de personajes romanos con el Centurión y varios soldados antes de las imágenes y pasos del Velo del Templo y del Santo Entierro. No faltaron tampoco los músicos de clarines y trompetas que hicieron sonar en el cielo de la ciudad las sones de antes del paso de la Dolorosa con la que se cerraba la procesión que recorrió la parte vieja de la Estella para regresar de nuevo a la Plaza de San Juan.

Un momento esperado por cientos de personas en el que se produjo la ya tradicional coreografía entre los pasos antes de su ingreso en el templo, donde un juego entre los El Santo Sepulcro y La Dolorosa fue seguido por los acordes de la Banda de Estella-Lizarra y puso fin a la procesión.

También la recogida y traslado de vuelta de los pasos hacia el Santo Sepulcro contó con la participación de muchos voluntarios, “algo que otros años hemos sentido que faltaba ayuda”. Una sensación positiva que se analizará dentro de dos semanas cuando se haga la primera de las reuniones para valorar el resultado de esta 30 edición desde que se recuperara la procesión allá por 1992.