350 vacas y 100 yeguas fueron marcadas ayer a fuego en el comunal de Sorogáin, una cita multitudinaria que congregó a pastores, autoridades de ambos lados de la muga -Erro y Baigorri en la Baja Navarra- y, este año con público asistente, renovando una histórica tradición tras dos años de pandemia. El guarda del valle Xabi Zia Urrutia, que se encargará también de vigilarlo durante todo el verano, puso el sello a cada una de las cabezas de ganado del valle que disfrutarán de los verdes pastos del Quinto Real.

El mezkiriztarra cogió la destreza de su antecesor Josetxo Lazkoz Urrutia y este año cumplía 20 años de práctica con el hierro rusiente VE -distintivo del Valle de Erro- que se marca en la parte derecha del lomo de cada animal. En total serán 418 vacas y 231 yeguas las que tendrán derecho a pasto del valle (no todos los ganaderos marcan el mismo día), además de las 200 vacas que entrarán de Baigorri, también marcadas a fuego, el próximo 21 de mayo en la que será una nueva cita festiva que tendrá lugar en Urepel. Todos los ganaderos tienen que pagar, los de Baigorri más. A este rebajo se suman las cabezas de ovino del valle a las que el Ayuntamiento autoriza plaza en el Monte Aluide, es decir, pasto a media hierba o a hierba entera (durante todo el verano o media temporada) pero sin marcar a fuego. Ahora entran unas 400 y a mediados de agosto, cuando los pastores dejan de ordeñar, el grueso, más de 1.500 cabezas.

Zia reconocía que este año ha entrado más ganado que nunca. "Hay más ganado, no sólo en Sorogain, también repartido entre los comunales del valle, lo que indica que los ganaderos tienen que tirar de más cabezas para subsistir. Si antes vivían con un rebajo de 50 vacas ahora necesitan 150", asevera el guarda que también llevó sus cuatro yeguas al comunal de Sorogain. "Son 700 hectáreas de pasto muy bueno para el ganado, muy abonado y con muchos puntos de agua lo que hace que el ganado se tenga que mover muy poco durante el verano y cuando hay sequía. Como entra la niebla fácil y al ser zona alta, aparte de las regatas, el ganado se mantiene todo el verano sin problemas", subraya.

A su vez, el alcalde del valle Enrique Garralda destacaba que pese a las dificultades para sacar adelante sus explotaciones cada año se van sumando nuevos ganaderos jóvenes del valle, que siguen la tradición de los padres. "La situación es difícil porque en tres años el precio de los piensos se ha duplicado, especialmente ahora con la crisis de Ucrania. Son tiempos muy complicados para el sector y se nota que hay más ganado porque hace falta complementar los rebaños para salir adelante", relataba el primer edil. Pese a todo "este año había ganas de volver a juntarse después de dos años de pandemia", y fueron una treintena de pastores los que almorzaron y comieron en el aterpe.

Las marcas se realizan desde 1856, con la firma de un tratado internacional que contemplaba la posibilidad de establecer convenios entre el valle de Erro y el de Baigorri -situado en territorio francés. Durante los primeros quince años se hacían convenios quinquenales. Desde principios del siglo pasado se actúa anualmente.