La Plaza de Toros de Pamplona abrió ayer cuatro noches de espectáculo visual y musical para conmemorar su siglo de vida. Un espectáculo sorprendente y mágico cuyo silencio se rompió a gritos con la entrada triunfal de Miguel Ríos a un escenario que conoce desde hace cuarenta años. La versión especial de “Bienvenidos”, acompañada por el guitarrista Eric Deza y los violines y violonchelos de Suakai, fue seguida por las voces y aplausos de un público entregado. Miguel Ríos admitió que “esta canción es una demostración de agradecimiento a la gente que viene a vermes”. “Yo tenía muchas ganas de saludar y dar gracias a la gente que venía a mis conciertos, por eso compuse esa canción”, reiteró.

Actuación de Miguel Ríos junto al guitarrista Eric Deza. Javier Bergasa

El célebre cantante (incombustible a sus 78 años), que registró un récord de espectadores en los Sanfermines Txikitos de 1982, lleva actuando en Sanfermines desde el año 1968 cuando debutó en la piscina Larraina. “Me asombra la energía y el buen rollo que genera la ciudad. Si existe una liturgia cultural, eso es San Fermín”, señalaba a este periódico días antes. Tras su actuación se dejó colocar el pañuelo rojo ante una plaza casi llena (9.000 abonados) que narró su historia desde 1921 a través de la voz de la narradora Belén Galindo. Un recorrido con tecnología 3D que se proyectó en el tendido con música de Suakai, que compuso una banda sonora con un compendio de todos los conciertos vividos y de las canciones asociadas a las fiestas, y de los miembros de la banda incondicional en el tendido, La Pamplonesa. Galindo dio vida a una plaza que fue proyectada en 1920 por el arquitecto Francisco Urcola, que fue ampliada en 1967, y con capacidad para 20.000 personas.

Tras Miguel Ríos fue el turno del torero Juan José Padilla, con atuendo sanferminero y visiblemente emocionado en este homenaje. “El cariño y la admiración es recíproca”, aseguró tras ser vitoreado por el público para añadir que “esta ciudad tiene un encanto maravilloso. Hay ferias muy importantes en el mundo taurino pero Pamplona es especialmente importante”. La gala concluyó con la actuación de La Pamplonesa y piezas típicas de un Sanfermín para el que ya no falta nada.

Padilla ejecuta un ‘quite por Navarras’.

‘Bienvenidos’ fue el tema que levantó la ovación del público.