Tras dos años sin poder hacerlo como siempre, el Día del Hierro volvió a celebrarse con todos los ingredientes de esta bonita jornada que reúne cada año a cientos de visitantes, vecinos y vecinas. Una celebración que recuerda siglos pasados, en los que el Monasterio premostratense de San Salvador se abastecía del mineral de hierro extraído de las minas de Bizkaia, trasladado desde Somorrostro hasta Donibane Lohizune en barco, para después, llegar hasta Azkain en gabarra, y posteriormente transportar el mineral en carros tirados por bueyes, que llegaban hasta la localidad de Xareta. Desde hace varios años, Urdazubi escenifica el último tramo del trayecto, desde cuando llega el carro cargado del mineral para abastecer a las ferrerías locales. 

El carro cargado de mineral de hierro, tirado por bueyes, llegando a la plaza de Urdazubi. Fernando Anbustegi

Este sábado volvieron a escenificar la llegada del mineral, a cargo de los vecinos y vecinas de Pobeña, que llegaron hasta las puertas del Monasterio de la localidad. A las puertas de la iglesia, el abad, encarnado por Javier Larralde, junto a monjes y ferrones locales, recibió a la comitiva, tras el aurresku bailado por Jesús Mediavilla, acompañado de la música de Baztango Xulubitariak, Tras ello, los ferrones analizaron el material, y comenzó el tradicional toma y daca entre el proveedor y el abad. Uno se lamentaba de las inclemencias del viaje y de los costoso de extraer el mineral, el otro que había sido un mal año, haciendo referencia a la sequía…tras una dura negociación, el mineral fue adquirido por el Monasterio de San Salvador, el acuerdo se cerró en 16 monedas de oro y una comida, pues los bizkaitarras no aceptaron los rezos ofrecidos como pago por el abad.

Jesús Mediavilla, bailando el aurresku de honor antes de comenzar el teatro. Fernando Anbustegi

Además del teatro, por la mañana hubo juegos infantiles, mercado de artesanía, una actuación de Baztango Dantzariak y exhibición de forja, a cargo de los hermanos Brun. 

Los hermanos Brun, como cada año, exhibieron sus dotes para la forja. Fernando Anbustegi

Mientras, cerca del frontón, preparaban el zikiro jate para 350 personas, que tras la comida, disfrutarían de la música, de la mano de Joxe Mendizabal y Mariachi Imperial Elegancia Mexicana.

Actuación de Baztango Dantzariak, en la plaza. Fernando Anbustegi