La feria de artesanía volvió ayer Olazti en un nuevo emplazamiento, el Parque de la Memoria Histórica, un amplio espacio en el que se dispusieron una veintena de puestos con una variada oferta de artículos como tallas, artículos de cuero, bisutería, complementos, libros o jabones junto a otros puestos de alimentos, con miel, cerveza o repostería. En un lateral del parque estaba Jokai, una compañía de juegos creativos realizados de manera artesanal e inspirados en la mitología vasca. Y es que además de poner en valor el juego inclusivo, autónomo, creativo y cooperativo; acerca este mundo mágico y ancestral. Y encima, promueve las relaciones entre diferentes generaciones. “Los juegos están dirigidos a todos los públicos. Ponen a prueba diferentes habilidades como la puntería, concentración, equilibrio o colaboración”, apuntó Jon Artola, uno de sus creadores. Además, había un espacio Montessori para txikis de 0-3 años. Lo cierto es que gustó la propuesta ayer en Olazti. Asimismo, se pudo ver al grupo de lencería y costura como realizaban maravillas con aguja e hilo. Mientras, la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Olazti anunció las celebraciones de San MIguel por las calles del pueblo Por el otro lado, el grupo Olazti Natura colocó unos paneles para informar sobre este grupo y el trabajo que realizan además de sensibilizar sobre la importancia de conservar y mejorar el medio natural. Precisamente, este colectivo lanzó el cohete con el que arrancaron las fiestas de San Miguel este pasado jueves.

ARROCES DEL MUNDO

Tras el parón de dos años, ayer también regresó Arroces del Mundo, un encuentro de diferentes culturas que conviven en la zona organizado por el servicio Anitzartean y la Mancomunidad de Servicios Sociales de la zona. La excusa era el arroz, el alimento más universal, que se preparó de diferentes maneras. Con setas un grupo de Rumanía; con pollo y verduras, Glori, de Nigeria o con chipirones en su tinta los de Sakana Harrera Harana. Otro grupo de Marruecos preparó cuscús, platos que se pudieron ver como se cocinaban y después degustar. Así, con sabores del mundo se despidió la mañana del último y cuarto día de las fiestas de San Miguel.