Dos ermitas celebraron misas ayer por la fiesta de la Virgen del Pilar a la que están advocadas, en las localidades de Gartzain y Ziga, y no pudo ser en Amaiur por falta de oficiante. Se unen a otras 28 existentes en el Valle de Baztan, y en dos de ellas, las de Gartzain en el barrio de Aroztegi (Aixtei, pronuncian los gartzaindarras) y en Egozkue de Ziga, se mantienen las muy contadas romerías que sobreviven.

Los gartzaindarras, en el Pilar de Ariztegi de Gartzain, con la ermita recién restaurada.

Son pues un total de 34 que no son pocas, repartidas a lo largo y ancho de la comunidad baztandarra, algunas de ellas pasto del abandono y de la ruina y otras recuperadas felizmente por los vecinos, en ejemplo de conservación de su patrimonio arquitectónico. La práctica del culto ha decaído de forma notable en Baztan, como en otras partes, pero aún se sigue celebrando con puntualidad en coincidencia con la festividad de la santa o santo que correspondan.

Los vecinos de Ziga trasladan en romería la imagen de la Virgen del Pilar de la iglesia a la ermita de Egozkue.

Habría que recordar por su curioso significado la que, por encima de fronteras, reúne a decenas de paisanos y montañeros en el caserío Lezeta, el domingo más cercano a la Santísima Trinidad o Trinitate, con todo y ser una romería paradójica ya que no existe allí ermita alguna. Lo que sí hay es una oquedad que se define como Arpeko Saindua donde se comparte devoción por una estalagmita en la que el pueblo llano vio un torso petrificado que bautizó siglos ha por la “santa de la cueva”.

PUEBLO A PUEBLO

Amaiur contaba con cuatro ermitas, tres no localizadas, las de Santa Bárbara (hay imagen en la parroquia), Santa Ana (ilocalizable) y Santa Catalina, que “se inauguró el 10 de octubre de 1786 sobre las ruinas del castillo”, y existe la de la Virgen del Pilar.

En Azpilkueta subsisten tres, San Fermín, San Francisco Javier y Santiago en Urrasun, que compartía con Amaiur. Y no hay razón de otra, de San Bartolomé. En Erratzu otras tres, San Gregorio en Iñarbil, San Pedro ad víncula (encadenado) y de Nuestra Señora de la Soledad en Gorostapolo con una leyenda: Emen Salve bat errezacen da, que invita a rezar una salve.

Otras tantas en Arizkun, la de Santa Ana y su legendario drama donde, según, un hijo del vecino Palacio de Ursua dio muerte a la hija de Lantaina el mismo día de sus esponsales al advertir que había llegado embarazada. No existe documentación alguna, pero sí una canción popular “Agur, nere arreba”, recogida por el Padre Donostia, con tres versiones distintas en melodía y nada menos que diez en cuanto al texto. Las otras dos, son las de San Cristóbal y de San Miguel.

En Elbete hay una, de Santa Bárbara, paraje de cazadores, y en Elizondo se conservan dos, de Santa Engracia y San Pedro, otras dos no identificadas, del Buen Suceso (imagen del siglo XVII en mármol de Almandoz que en la sacristía parroquial) y una cuarta, de Nuestra Señora de la Soledad buscada por Tomás Masito López Sellés, sin éxito.

En Irurita hay una, de Santa Bárbara en el camposanto, y en Arraioz dos, desaparecidas, San Marcos y Santa Bárbara, con cuyos muros se amplió en 1939 el cementerio. En Ziga hay tres, una de San Andrés en el barrio de Zigaurre, otra visitada ayer frente al Palacio de Egozkue al que pertenece, de condición merelega, y otra de San Marcos que en un tiempo se decía también de Arraioz.

No hay noticia histórica de Berroeta y Oronoz, aunque sí la hubo en Zozaia (barrio oronoztarra) que algún historiador añadía a Berroeta y en la actualidad se atribuye administrativamente a Oronoz, si bien en lo eclesiástico pertenezca a Oieregi, en el vecino Bertizarana.

En Aniz, una de la Santísima Trinidad en absoluta ruina, se conservan en la parroquia tres lienzos de la Trinidad, la Asunción y San Juan Bautista que parece le pertenecieron. En 2004, el Ayuntamiento de Baztan propuso restaurarla al Arzobispado pero no se conoce respuesta y sigue ruinosa. Y en Almandoz existía la de San Blas, hoy convertida en venta, de Santa Bárbara y de Santiago de Belate, hoy reconstruida en meritoria acción de los Amigos del Camino de Baztan-Urdax y los vecinos almandoztarras.

Y UNA CUESTIONADA

Quedan en Lekaroz el oratorio de la Virgen de Lourdes que erigieron los padres capuchinos y se llevará el río el día menos pensado, y la ermita de San Marcial ahora en cuestión por un juez no muy leído en historia. Es de las tres únicas, con la de Amaiur (palacio de Borda) y de Ziga (palacio de Egozkue) que no registró la iglesia, que no da puntada sin hilo. De condición merelega, unidas al palacio: ¡buenos eran los señores de su época con sus tierras!. En fin, ya se sabe que el tiempo anda muy revuelto últimamente.