Tradición manda, y tras dos años en los que no han podido celebrar con normalidad, el viernes siguiente a San Martín (por cierto, con un veranillo que este año ha perdido el diminutivo final, al menos hasta esta semana, ya que ayer el tiempo no acompañó) se celebraron en Doneztebe las tradicionales Ferias de Otoño, que reunieron a cientos de personas procedentes de toda Malerreka, así como los valles limítrofes de Bertizarana, Bortziriak, Baztan, Ultzama y otras comarcas lejanas.

Un año más no faltaron las decenas de puestos de venta, alrededor de 200, en las distintas calles, principalmente en la calle Mayor, plaza Santa Lucía y frontón Bear Zana, mientras que en la plaza del Mercado, Matxiketa, fue escenario para la muestra ganadera. También en esa zona se colocaron los tractores y resto de maquinaria agrícola y los restaurantes volvieron a ofrecer los típicos menús a base de garbanzos y paloma. Asimismo, la Asociación Saharaztan organizó nuevamente la tómbola. El dinero que recojan en esta campaña estará destinado íntegramente a los campamentos, para que puedan comprar alimentos y material de construcción. También la Apyma Erreka del CP San Miguel colocó un puesto por primera vez, “por que la ayuda económica es necesaria para ayudas a las familias y organizar diversas actividades”. En el puesto vendieron camisetas, botellas y portabocatas y también vendieron boletos para un sorteo que realizaron al mediodía. Otro de los puestos novedosos era la Mintzapoza Tonbola, promovida por Euskaltzaeen Topagunea. El coordinador del proyecto Solaslaguna Xabi Iriarte Ibarrola movía la ruleta y además de premios, juegos y risas, señalaba que “practicar el euskara y disfrutarlo van de la mano”.

También fueron muchos los comerciantes de la asociación Doneztebarrak que se animaron a sacar a la calle sus productos, para así aprovechar el flujo de visitantes que llegaron a Doneztebe para disfrutar de la Feria y presentarles la actual campaña de sensibilización en la que quieren mostrar los beneficios que genera comprar en el propio pueblo, ya que “además de mantener vivo el pueblo, favorece el consumo responsable y sostenible”. Han preparado siete frases para esta campaña, en cada una de las cuales aparecen razones por las que comprar en el pueblo.

Esta Feria de otoño no se realiza ningún tipo de concurso ganadero, con lo cual la presencia de ganado siempre depende de la asistencia de los tratantes locales. Estos no suelen faltar a la cita, a pesar de que es mala época para la venta, ya que “los ganaderos no quieren vacas durante el invierno, porque hay que alimentarlas en casa con pienso y prefieren comprarlas en primavera, para que pasten en el prado y al mismo tiempo limpian la maleza”. Hubo poco ganado vacuno y ovino, pero varias decenas de yeguas y potros llegaron a última hora a la plaza.