Darle un vuelco a las matemáticas, hacerlas más atractivas, mostrar su aplicación real y enganchar al alumnado. Todo esto es lo que pretendían conseguir en el colegio San Bartolomé de Marcilla, algo que empezó como una ensoñación pero que han conseguido hacer gracias a ‘Emociómate’, un proyecto que seleccionaron desde el ministerio de Educación en la convocatoria de Agrupaciones de Centros Escolares para Favorecer la Inclusión Educativa y al que concurrieron con otros cuatro centros escolares del país; colegio Inspector Joan Capó, de Felanitx (Mallorca), Blas Infante, de Trebujena (Cádiz), Diego Requena, de Villarrobledo (Albacete), y Tagoror, de Santa Cruz de Tenerife.

En el colegio, explica la coordinadora de la iniciativa María Larumbe, “teníamos la inquietud de mejorar en el aspecto matemático porque veíamos que no llegábamos, sobre todo a los alumnos más vulnerables; queríamos participar para que fuese una ayuda para cambiar la metodología y estar, al mismo tiempo, arropados por otros centros”.

Se trata, explica María, de un programa de dos cursos para el que han recibido 10.800 euros y que pusieron en marcha en enero de este año. “Que nos seleccionaran era algo impensable pero estamos muy, muy agradecidos”.

Calculando el área y perímetro de la circunferencia del pozo que hay junto a la residencia. Maria San Gil

El proyecto, interdisciplinar, se ha implantado en todo el centro y los 258 alumnos de Educación Infantil y Primaria se están beneficiando de él. De hecho, la actividad del primer curso fue ‘Recorridos Matemáticos’. Por cursos y niveles, los alumnos salieron a la calle para reconocer formas geométricas, para descubrir los números pares e impares, para buscar simetrías, realizaron carreras de orientación en Educación Física, buscaron el número Pi en la rosa de los vientos, realizaron fracciones mediante encuestas que ellos mismos hicieron por la calle, y sembraron hierbas aromáticas y las repartieron en maceteros, entre otras muchas acciones.

“Fue algo que les motivó al cien por cien; mostraron mucha inquietud y disposición”, cuenta Larumbe que asegura que, además, “el profesorado está muy implicado, todos han ido incluyendo las nuevas actividades dentro de sus programaciones. Para el claustro es muy motivador porque sales de la rutina y de la enseñanza tradicional”. Para todo ello han adquirido material manipulativo como regletas y, para la biblioteca, van a comprar cuentos matemáticos.

Cuatro txikis de 1º de Educación Primaria, aplicando la modelo OAOA con regletas. Maria San Gil

Docencia compartida

El programa también contempla la movilidad de profesores de cuatro días con el objetivo de ver cómo trabajan en otros lugares; la primera toma de contacto tuvo lugar a finales de enero en Villarrobledo, en mayo fueron a Santa Cruz de Tenerife, y el colegio marcillés ejerció de anfitrión del 9 al 12 de octubre, coincidiendo con las ferias; subieron a Pamplona, estuvieron en el Ayuntamiento, e hicieron un recorrido matemático por el casco antiguo. Después organizaron una jornada de puertas abiertas en las aulas a modo de docencia compartida.

Además, estos días están en Trebujena, volverán a Villarrobledo en febrero, y cerrarán los viajes con Mallorca en abril.

De hecho, recalca, uno de los punto de inflexión fue cuando conocieron en Tenerife el movimiento OAOA, una forma de trabajo que se basa en tres fases de aprendizaje: manipulativa, gráfica o icónica, y simbólica. “Nos formamos inmediatamente y ya lo estamos poniendo en práctica”.

Los profesores de los cinco centros, durante su estancia en Marcilla. Maria San Gil

Cuentos matemáticos

Este curso se van a centrar en los ‘Cuentos matemáticos’, y es que van a escribir un libro entre todos los alumnos de 1º y 6º de Educación Primaria de los cinco centros escolares; el resto del alumnado seguirá con los retos matemáticos.

“Cada colegio elige un título y escribe una introducción con conceptos matemáticos y después, se rota, y el que lo recibe, escribe un nudo, y vuelve a rotarlo para que el tercer centro escriba otro nudo. Después llegará el desenlace y, por último, la portada, de forma que cada centro habrá participado de algún modo en cada uno de los cinco cuentos. Se trata de que vean la aplicación matemática en su conjunto y, además, integras conceptos de lectura, escritura, compresión lectora, etc”. Después los maquetarán e imprimirán.

El colofón a estos dos años será un viaje a Barcelona en el que los alumnos de 6º descubrirán a Gaudí a través de una mirada matemática.

“Esto ha venido para quedarse, creo no se puede volver a lo de antes”, apunta Larumbe que desvela que también harán una encuesta y realizarán pruebas internas “porque está claro que tienes que ver si está teniendo el efecto que quieres. Ya palpas que la cosa va bien pero lo tienes que objetivizar y hacen falta resultados”. Junto a ella, y como equipo motor, han estado también Rocío Landívar, Maitane Larumbe y Mª José Echeverria. “Aunque han sido muchas, muchas, muchas horas de trabajo, merece la pena”, concluye la coordinadora no sin antes agradecer la implicación de los otros centros, así como el apoyo del Ayuntamiento marcillés.