El erratzuarra Pello Fagoaga de 20 años, @pikulari en redes, es el autor del cartel del Baztandarren Biltzarra de este año. Para esta 60. edición han querido hacer algo más especial de lo habitual. Con este motivo, hace un mes presentaron la canción y el videoclip que con tanto mimo ha preparado la nueva junta. El mensaje, tal y como dice además el lema de este año, es claro: la semilla de hoy será la vida de mañana. Fagoaga lo tiene claro: “los jóvenes estamos aquí para seguir con todo esto que otras generaciones pusieron en marcha antes que nosotros”. 

En el cartel ha dibujado a una abuela y a su nieta trabajando la tierra, y le ha querido dar una apariencia un tanto antigua pero mezclada con elementos modernos. Así, su idea era mantener la tradicionalidad, lo antiguo, el origen, pero aportarle frescura, novedad y modernidad. “He querido representar que el baztandarren sigue, que lo seguimos los jóvenes, y que seguirá”. Y es que el artista cree que este año se ha empezado con ganas. “Hay personas incluso del 2006 en la junta” cuenta.

Hablando sobre lo tradicional y lo moderno, Fagoaga cree que muchas veces “se crea el dilema de si hay que mantener la tradición o cambiarla, aunque para mí no suele ser tanto cambiar, sino evolucionar”. “Igual tendríamos que entender que las tradiciones también cambian” reflexiona.

Además, explica que el tema del cartel también va un poco relacionado con el problema de Erdiz , “que es una tierra que se ha usado desde hace muchos años, que se sigue usando y que ahora nos quieren quitar”.

Sobre cómo empezó en el mundo del diseño, Fagoaga cuenta que desde pequeño le han gustado el mundo del “artisteo”, dibujar y los dibujos animados y fue aprendiendo de manera autodidacta. “Siempre me ha gustado, de pequeño siempre estaba dibujando. Lo que veía en la tele, cuando me aburría en el colegio…” admite. Más tarde empezó a “salsear” con el Photoshop y cuando al acabar bachiller no sabía muy bien por dónde tirar, encontró la carrera de diseño gráfico. Después de dos cursos en Gasteiz, el año que viene afrontará el tercer año en Oporto.

Admite que se lo pasa bien diseñando, y que es algo que lo evade del mundo. Eso sí, siempre con música. “Me pongo música, empiezo a hacer cosas y pueden pasar seis horas sin que me dé cuenta”. Aunque como con todo, no siempre es así. Depende del proyecto o del tipo de trabajo que haya que hacer. “El diseño, si me motiva, es algo que me satisface y me saca de mis problemas, pero si es algo más pesado se convierte en una tarea”. De todas formas, tiene muy claro que prefiere diseñar algo que no le guste antes que dedicarse a realizar otro tipo de trabajo. “Es lo que me gusta y lo que se me da bien. He cogido la práctica y siento que puedo rendir en esto”.

En estos momentos está dándose a conocer, intentando meterse en “el mundillo”. Explica que, en el pueblo, en Erratzu, le han dado la oportunidad de hacer diferentes carteles de fiestas o de alguna otra cosa y también ha podido hacer la portada del single de un grupo de música. Ahora, está trabajando en el estudio de Malmö, “sobre todo para aprender y ver cómo es dedicarse profesionalmente a esto”.

De cara al futuro, le gustaría poder dedicarse al diseño. Lo que más le atrae es el mundo de la música. “Hacer póster de giras, CD, camisetas de música...” cuenta. “Es un mundo que te da bastante libertad porque la música es también algo artístico. La música se escucha, pero también se asocia con algo gráfico y eso para mí da muchas oportunidades”.

Es consciente de las dificultades que tiene este sector sobre todo en zonas rurales. “En un pueblo pequeño que un negocio tenga un logo bien hecho no le va a influir en nada, la gente va a seguir yendo igual porque conoce al dueño, es la tienda de siempre, etc. Aquí no se valoran esas cosas porque no hace falta valorarlas, aunque siempre son importantes. Además, tampoco se valoran el tiempo y el trabajo que hay detrás”. A pesar de ello, Fagoaga no tiene ninguna duda de que este es su sitio.

En cuanto al Baztandarren Biltzarra, Fagoaga dice que se trata de un día importante. Aunque no comparte la idea de muchos otros baztandarras de que “es la mejor fiesta del año”, admite que es una fiesta muy bonita. “Yo soy más de carnavales o fiestas del pueblo, pero en el baztandarren se junta todo Baztan en un mismo sitio, se une todo el valle y te juntas con gente diferente, cosa que solo pasa este día” cuenta. “Cada pueblo tiene su identidad y su autenticidad” y en el Baztandarren se mezclan y se unen todas ellas.