Josefina Jiménez Coscolina fue distinguida ayer por la peña Ciudad Deportiva como Tudelana Popular después de haber estado alimentando a todos los vecinos y vecinas tudelanas durante años. Coscolina, propietaria del conocido como Horno de Coscolín, era a quien las cuadrillas le encargaban los asados para las grandes celebraciones y por sus fuegos han pasado grupos de jóvenes de todo tipo durante más de 60 años. En la actualidad el honro permanece en pie, pese a que las obras de renovación del entorno les rodean para llevar a cabo el proyecto de Nasuvinsa de construcción de viviendas de protección oficial y una plaza

En la entrega del título que realizó el presidente de la peña Ciudad Deportiva Íñigo Iturre, el alcalde, Alejandro Toquero, destacó que “quien hace mejor esta ciudad no es el Ayuntamiento, ni el alcalde, son los tudelanos y tudelanas y las peñas”. Iturre destacó que “siempre es difícil elegir al tudelano o tudelana popular, pero una ve más hemos acertado”.

Josefina Jiménez, que recibió una placa y un ramo de flores, agradeció el reconocimiento y con su silla de ruedas, bailó al son de la charanga de Tudela con la ayuda de una de sus hijas. Coscolina será también la encargada de lanzar el cohete en el día del Pobre de Mí. Este reconocimiento se inició en 1986 con el nombramiento de Polvora.

Josefina Jiménez Coscolina ha alimentado a la mayoría de los tudelanos y tudelanas de varias generaciones puesto que por su horno (Coscolín) han pasado los asados de todas las cuadrillas, sociedades gastronómicas, peñas y cualquier comida en la que se quisiera celebrar algo, ya fuera con patatas o con las conocidas en Tudela como sopas de pan. Estas sopas de pan son un manjar típico de este horno que, de hecho, ha dado nombre al proyecto de Blasco que ganó la idea para la regeneración de la zona, que se está ejecutando a su alrededor en toda la manzana de Coscolín. Josefina Jiménez tiene cuatro hijos Miguel Ángel, Mariví, Virginia y Sonia.

La nueva Tudelana Popular de “60 años más 30” lleva más de 60 trabajando en el horno, no solo metiendo asados sino también haciendo una estupenda repostería, “hacía bizcochos que luego vendía en la calle”. Josefina ha indicado que “he levantado el honor en el aire, trabajando noche y día. Ha habido veces que estaba a las 4 de la mañana metiendo un cordero y un jamón en el horno porque venían del restaurante Sancho el Fuerte que me encargaban todas las comidas”.

En fiestas su trabaja se multiplicaba ya que las peñas y las cuadrillas doblaban los pedidos, “era cuando más trabajaba”. De hecho, de las fiestas señaló en la presentación que le gustaba mucho que “es cuando más se divierte la gente, pero también es cuando se gana más dinero, porque trabajas más, claro, no porque te lo regalen”. Pese a todo, siempre sacaba tiempo para llevar a sus hijos a los caballitos y a las ferias. Aunque la Coscolina se ha pasado toda una vida cebando el horno, aseguró que la comida que más le gusta “es la menestra. Le echaba un par de huevos duros y me encantaba. En realidad soy de buen comer y me gusta todo”. Ayer estuvo rodeada de una decena de tudelanos populares que la acompañaron en el el homenaje.