El ecoducto de Etxarri Aranatz va cogiendo forma. Las obras comenzaron en abril, adjudicadas a la empresa Obenasa por 6,1 millones de euros, financiadas con fondos europeos REACT, también denominados Next Generation. Se trata de un corredor ecológico entre las dos áreas del robledal de Aritzalko para resolver los problemas de conectividad de especies entre las sierras de Urbasa-Andia y Aralar, dos de los espacios naturales más importantes de Navarra, interrumpida por la autovía como principal escollo.

La infraestructura, de 7,13 metros sobre el nivel de la A-10, con una longitud de 60 metros de largo y una anchura de 45 metros; busca facilitar el libre desplazamiento de la fauna silvestre entre estas dos zonas de especial conservación (ZEC), con el consiguiente intercambio genético entre poblaciones de mamíferos terrestres. Se trata de un proyecto enmarcado Estrategia Navarra Green en el componente referido a la defensa de la biodiversidad y se alinea con la Estrategia de la Biodiversidad de la UE para 2030.

La revegetación del corredor ecológico se realizará una vez finalizada la obra civil, prevista para octubre, bajo la supervisión de la Dirección General de Medio Ambiente, que se encargará de implantar una cubierta vegetal adecuada a las necesidades de la fauna, dando continuidad a las formaciones de bosques, bosquetes y setos arbustivos que forman el paisaje de las laderas y fondo de valle de ambos macizos.

Además del importante valor que tiene para la biodiversidad la disminución de la fragmentación del territorio por su beneficio en las poblaciones animales, el ecoducto reducirá su mortalidad, más de 150 animales, de 11 especies, en los últimos 20 años, que encontraron la muerte bajo las ruedas de un turismo o un camión . No obstante, el número es mayor porque buena parte de ellos nunca llega a detectarse. Por ello, el ecoducto añadirá un elemento de seguridad vial en la medida que disminuirá la siniestralidad por colisión de los vehículos con la fauna silvestre. l

apuntes

l Afecciones al tráfico. La construcción del ecoducto tiene sus afecciones en el tránsito rodado. Obras Públicas ha realizado un 'bypass' en la A-10 y ha reabierto la NA-2410, hasta el 2 de septiembre. Después, entre el 4 y el 16 de septiembre , se reestablecerá el tráfico en la autovía y cortará la carretera entre Etxarri y Bakaiku.

l Atropellos. En los últimos 20 años, en el tramo de la autovía entre Irurtzun y Altsasu se han localizado restos más de 150 animales. Eran de 11 especies, algunas de ellas amenazadas, sobre todo jabalís (29), corzos (25), garduñas (24) y zorros (22), pero también liebres o martas, incluso una nutria.