El Ayuntamiento de Cortes han puesto en marcha una nueva campaña arqueológica en el yacimiento del Alto de la Cruz y la Necrópolis de la Atalaya para seguir investigando uno de los yacimientos más importantes de Navarra. Desde el Consistorio han señalado que es "una campaña muy deseada tanto por los investigadores como por muchos vecinos de Cortes que sabemos de la importancia del valor arqueológico que tienen estos yacimientos arqueológicos".

Han pasado casi 30 años desde la última excavación, y aseguran que "ha llegado el momento de analizar con nuevas metodologías tanto las áreas de la muralla que rodea el yacimiento como el área de Necrópolis de La Atalaya". La campaña arqueológica 2023 se completa con un ciclo de conferencias y una Jornada de Puertas Abiertas en la que el equipo de investigación presentará en el mismo yacimiento del Alto de la Cruz los resultados de la misma, tal y como ya se ha informado.

A partir del 28 de agosto y hasta el 15 de septiembre se van a realizar los trabajos de prospección y sondeo en el Yacimiento Arqueológico del Alto de la Cruz y Necrópolis de La Atalaya. En esta campaña van a participar los voluntarios del Alto de la Cruz que son los que realizan las visitas guiadas a la sal de exposición permanente del Alto de la Cruz ubicada en las dependencias del Castillo de Cortes.

A dos kilómetros del municipio de Cortes en lo alto de una colina creada por los restos de varios poblamientos, se encuentra el cerro del Alto de la Cruz de Cortes, un yacimiento arqueológico que desde la Edad de Bronce hasta la Edad de Hierro ha ido sembrando los muros de su historia. Este montículo formado por la acumulación de ruinas de diferentes poblados prehistóricos muestra la evolución de las casas circulares del Bronce hacia las rectangulares del Hierro. Su urbanismo también fue significativo, ya que se puede observar que las casas, adosadas entre sí, estaban alineadas en dos calles, mostrando un plano de líneas rectas, inimaginable en aquellos años. Las casas, fabricadas en adobe con suelos de barro y postes de madera para sujetar el techo, contaban con vestíbulo, vivienda y despensa. En las numerosas excavaciones que se han realizado desde los años 50 se descubrió una gran cantidad utensilios y restos humanos que forman parte de una gran exposición en el Museo de Navarra.