El departamento de Cohesión Territorial parece decidido a entenderse con el Ayuntamiento de Cáseda para solucionar el problema con el aprisco municipal, construido encima de unas ruinas romanas. 

En una pregunta escrita remitida a EH Bildu, el consejero Óscar Chivite asume, de manera implícita, que el sondeo arqueológico que quiere hacer ahora el Consistorio podría servir para zanjar el asunto por una vía “distinta de la iniciada”. Es decir, sin necesidad ni de más multas –se han impuesto dos en 2023– ni de demoler el corral de ovejas, aunque fue lo que ordenó el propio departamento en junio de 2022.

La respuesta llega un mes después de que el Gobierno decidiera paralizar el expediente a petición del alcalde de la localidad, el regionalista Jesús Esparza –miembro de la ejecutiva de UPN–, que está pendiente de recibir la autorización para realizar el sondeo.

En el momento de construir el corral, la obra “careció de seguimiento arqueológico alguno” y terminó levantada encima del yacimiento de El Planaz-La Tejería, justo el sitio que estaba expresamente desaconsejado por el Gobierno, tal y como acreditó un informe técnico en 2017. Ahora, el estudio arqueológico que no se hizo entonces podría servir al Ayuntamiento para salvar el asunto.

La última palabra la va a tener Cultura, que todavía no ha dicho nada. Va a ser el área que otorgue o no el permiso. De los resultados de ese sondeo “podría deducirse un camino para la restauración de la legalidad distinto del iniciado”, explica Cohesión Territorial. “En caso de no emitirse en un plazo prudencial”, comenta Chivite, “se procederá a la reanudación del expediente” ahora paralizado. Y en caso de que Cultura no permita el sondeo, “se reanudará de forma inmediata la imposición de multas”, asegura.