El departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra ha dado el visto bueno a la reforma y ampliación de la planta de tratamiento de lodos y fangos que gestiona Nilsa en Tudela. La autorización ambiental se otorgó el 25 de marzo y según se señala cuenta también con el visto bueno del Ayuntamiento de Tudela, a la parte urbanística, y del servicio de Patrimonio Histórico, según consta en el Boletín Oficial de Navarra. Así pues, el Consistorio tudelano ha dado el visto bueno a la parte que tiene que ver con la construcción, pero en el aspecto medioambiental es en el que ya ha presentado las alegaciones.

Desde Medio Ambiente se han indicado a Nilsa ciertos cambios que han de realizar en el proyecto, pero que hacen referencia a la protección de la flora y la fauna del entorno, especialmente, al visón europeo. De hecho, se señala que la propuesta se localiza fuera de la ZEC no afecta directamente a los valores naturales, (hábitats y fauna) que se consideran en dicho plan de gestión. “No obstante, puede tener cierta afección indirecta sobre estas especies fuera de la ZEC”. Por todo ello el estudio ambiental presentado recoge una serie de medidas correctoras y de vigilancia ambiental que evitan, minimizan o compensan las afecciones ambientales que se generen sobre los valores ambientales de los terrenos que se ocupan. En especial se establece una revisión previa en relación con la posible presencia de la fauna catalogada en la zona de proyecto y un calendario para los trabajos del desmantelamiento del tramo de acequia norte, que evite afectar el periodo de cría del visón europeo.

Proyecto de la ampliación de la nueva planta Cedida

La determinación final es que el proyecto de Planta centralizada de fangos de Tudela (fase II, tratamiento de fangos en la EDAR), promovido por NILSA, “no tiene efectos significativos sobre el medio ambiente en los términos establecidos en este Informe de Impacto Ambiental y, por tanto, no debe someterse a evaluación de impacto ambiental ordinaria”. El objeto del proyecto, señalan, “supone una mejora ambiental de la gestión de los lodos o fangos obtenidas de la depuración de las aguas de la zona sur de Navarra, ya que supone una optimización en el tratamiento de los fangos que se producen, reduciendo el consumo energético de las depuradoras y obteniendo en el proceso energía renovable”.

De esta forma señalan que los impactos relacionados con la calidad ambiental, emisiones de gases de efecto invernadero, considerando también el impacto del transporte por un tratamiento centralizado, etc., “se controlarán con el cumplimiento de las determinaciones de la autorización ambiental unificada de la modificación de la actividad”. De hecho, es el paso que queda ahora, que Nilsa consiga la modificación de la Autorización Ambiental Unificada de la instalación, se espera que no tarde mucho en llegar. Desde Nilsa han señalado que “es un respaldo a nuestro proyecto y en la línea que esperábamos. Es una noticia estupenda”. De hecho, mañana recibirán la visita del Banco Europeo de Inversión para visitar las instalaciones y conocer el proyecto ya que Nilsa va a solicitar ayuda en la financiación del mismo.

“no tiene efectos significativos sobre el medio ambiente en los términos establecidos en este informe y supone una mejora ambiental de la gestión de los lodos o fangos obtenidas de la depuración de las aguas de la zona sur de Navarra,

Documento de Medio Ambiente

La nueva planta ocupará terrenos del regadío tradicional de Tudela, entre la acequia de La Mosquera al sur y otra acequia en tierras al norte. Se ubica sobre la vega derecha del río Ebro, a unos 35-50 m, de distancia de su orilla, en un tramo del río que forma parte de la Zona Especial de Conservación (ZEC) "Río Ebro", pero separado del mismo por un camino que recorre la mota de protección contra avenidas del río. Serán especialmente relevantes las medidas que se determinen para evitar que el funcionamiento de la actividad produzca vertidos en el suelo, en las acequias cercanas o en el propio río con posibles efectos sobre el ecosistema fluvial y de riberas. En su construcción se adoptarán medidas de drenaje, defensa y protección que minimicen los riesgos derivados de posibles inundaciones.

La planta contará con un edificio de recepción y pretratamiento de lodos externos, un depósito de recepción de fangos externos, un depósito de fangos externos tamizados, un tanque de mezcla de fangos líquidos, tres digestores anaerobios (previéndose un espacio para un cuarto digestor), un edificio que albergará los dos intercambiadores y los bombeos, un tanque de postdigestión y la unidad de desodorización. Al este de la planta, se proyectan las instalaciones para la limpieza, mejora (upgrading) del biogás, el módulo de inyección, la antorcha y un edificio para la caldera de biomasa y la caldera de biogás. Para la comunicación de los elementos de la planta, se contará con una galería de servicios abierta de hormigón armado que conectará con la galería diseñada en la primera fase.

Se ha diseñado una banda ajardinada al norte y este del perímetro de la ampliación donde se plantará una alineación exterior de chopos y, entre esa alineación y las instalaciones, se hará una plantación/trasplante de unas hileras de olivos. La nueva planta ocupará unos 31.000 m² de terrenos relativamente planos, con uso de huertas tradicionales, contiguos y al este de la EDAR, quedando integrada en ella. Se proyecta en dos fases, siendo la segunda la que es objeto de este informe. La primera fase ocupará unos 15.000 m² y 16.000 m² la segunda.