No por muy conocida, analizada y estudiada que sea, la fractura territorial que vive Navarra se ha reducido en los últimos 20 años y, según los expertos, lleva camino de aumentar. Los números que comparan la Ribera con la media navarra y de Pamplona son conocidos, han sido publicados infinidad de veces, pero puestos todos seguidos, y analizados, son una señal de alarma que el Gobierno y, principalmente, ayuntamientos y entidades consorciadas de la Ribera no pueden ocultar. Urge adoptar medidas para que Navarra no repita el centralismo que viven comunidades cercanas como Aragón.

Las claves

“Los datos hay que saber leerlos, darles cariño y descifrar lo que dicen entre líneas. El reto demográfico en la Ribera tiene que hablar no de perder población, sino de cómo estamos ganando, en qué condiciones, qué características tiene la población que llega, qué retos hay que afrontar y qué supone para la Ribera”, adelantó el sociólogo Javier Espinosa.

“Después de 20 años que han pasado desde la estrategia Territorial de Navarra de 2005 en que se daban soluciones para lo que se veía venir no estamos mejor, estamos peor. El modelo ha sido cíclico; el grande cada vez se hace más grande y el pequeño cada vez se hace más pequeño. En la Ribera estamos entre la España vaciada y la España donde nunca pasa nada y en ese difícil equilibrio nos movemos”, analizó el doctor en derecho y urbanista Jesús María Ramírez.

“La responsabilidad está en la Ribera y su gran debilidad es su falta de cohesión sociocultural y falta de liderazgo, de aglutinar a entidades, agentes sociales y colectivos para buscar un enfoque común. La Ribera como sistema institucional apenas existe y nos falta autocrítica”, enfocó el ex concejal y miembro de Tudela Comparte, Manuel Campillo, desde el público.

Ponentes que participaron en las jornadas organizadas por Uned de Tudela y Co.CiudadaNa. Fermín Pérez Nievas

Las cifras

Estas tres patas sirven para centrar el debate que se produjo en la Uned de Tudela sobre la Cohesión en Navarra, que analizó cómo es el presente de la Ribera y cómo debe ser su futuro.

Las cifras son claras, en 2023 los 10 municipios mejor posicionados se encuentran en la Cuenca de Pamplona (Valle de Aranguren, Galar, Cendea de Iza, Cizur, Esteribar, Cendea de Olza, Zabalza y Bidaurreta, Etxarri y Ciriza) y las 10 localidades con unas mayores tasas de riesgo de pobreza se encuentran en la Ribera (Fitero, Castejón, Cárcar, Murillo el Fruto, Sartaguda, Sesma, Corella, Cascante, Barillas y Tulebras).

El Valle de Aranguren presenta una tasa de riesgo de pobreza del 8,9%, mientras que en Fitero dos de cada cinco vecinos (44%) vive bajo este umbral de riesgo. En 2022 la diferencia de la renta en Tudela con la media de Navarra estaba 9.000 euros por debajo, pero hasta 13.000 euros en Fitero.

El porcentaje de habitantes con estudios superiores era de un 37,9% en Pamplona y un 31,4% en Navarra, pero en la Ribera bajaba hasta el 22% e incluso en algunas localidades al 18%. La migración media en Navarra es del 16%, pero en la Ribera supera el 21%, aunque hay localidades como Milagro que llega al 30% o Villafranca el 27%. En municipios de la Ribera hay centros que superan el 60% de alumnos de origen extranjero.

"El reto demográfico en la Ribera tiene que hablar no de perder población, sino de cómo estamos ganando, en qué condiciones, qué características tiene la población que llega"

Javier Espinosa - Sociólogo

Todo ello son vectores que hacen que Navarra esté desequilibrado y que la distancia de la brecha entre ambas orillas esté aumentando. “La hoja de ruta de cohesión territorial es un documento magnifico de consorcio Eder y es una radiografía perfecta de nuestra situación. Una descripción crítica y valiente que habla de desigualdad y falta de vertebración, monocentrismo de Pamplona; un reto demográfico importantísimo. Tenemos los mismos derechos y mismas obligaciones pero la riqueza no se distribuye igual. En todos los parámetros salimos mal en la foto”, explicó Ramírez.

Crecer sin formar

Para Espinosa uno de los elementos principales que pueden marcar nuestro futuro es la situación demográfica. En la Ribera no hay riesgo de despoblación, ni de envejecimiento y sin embargo genera tres grandes problemas, la falta de formación, de arraigo y de cohesión.

Tras unos años de descenso en población entre 2017 y 2022 se ha vuelto a crecer y ese incremento se debe exclusivamente a la población inmigrante ya que los nacimientos en la Ribera han pasado de 1.079 en 2008 a 774 en 2022. “Es el único elemento que hace que nuestra población se revitalice y haya más población joven. Hablamos de población de origen extranjero porque la condición social de ser de origen inmigrante conlleva condiciones de vulnerabilidad que da igual que tengan la nacionalidad española. En 1996 había un 1% en la Ribera y ahora un 21% en la Ribera”.

Este sociólogo ha analizado especialmente la situación de los inmigrantes en las localidades riberas, sus problemas y las situaciones que se generan en municipios que, en ocasiones, se ven superados. “Somos dos sociedades que están viviendo de espaldas y con muy poco en común. Eso es un problema y sucede en cualquier pueblo en la Ribera. En Fitero hicimos una encuesta y el 70% de los alumnos no tienen contacto social con niños de padres de origen extranjero. Tenemos que tender a un proyecto común de sociedad y no lo tenemos, ni como municipio, ni como Ribera y eso es culpa de la Ribera, no de Pamplona”.

La educación y la formación es la base para el futuro. Es la herramienta que pueda lograr una equidad entre territorio, lograr que se dé una evolución social y generar capital humano para el desarrollo. “Sin capital humano, no habrá industria, ni emprendimiento, y el capital humano se está empobreciendo por las condiciones y porque el sistema no sabe responder a eso. La mayoría de chicos y chicas de padres de origen extranjero cuando llegan a quinto de Primaria están finiquitando su futuro. Los coles no tienen capacidad porque les ha superado una realidad social. Es un tema absolutamente capital. Los centros de la Ribera han de adaptarse y no están actuando como centros de educación, sino de asistencia social y eso no pude permitirse”.

"Que Navarra tenga una parte de su territorio con estos problemas es un empobrecimiento de toda la sociedad navarra y la economía navarra"

Jesús María Ramírez - Doctor en Derecho y Urbanista

Jesús Mari Ramírez tiene claro que es Navarra quien se ha de embarcar en un proyecto común, “lo que beneficia a la Ribera beneficia a Navarra. No es un tema de luchar entre territorios. Que Navarra tenga una parte de su territorio con estos problemas es un empobrecimiento de toda la sociedad navarra y la economía navarra. Ha de haber un pacto de comunidad, un proyecto prioritario transversal. Al final seremos un territorio productor, pero hemos de construir y no solo producir. Necesitamos empresas de buzo azul, de desarrollo y de I+D y no solo de buzo verde”.

No son pocos quienes hablaron de una única solución un pacto social y político que ahora no existe. “Otras comarcas han tenido un pacto y una visión común y han pedaleado juntos en la misma dirección. El Pirineo tiene una visión común y van de la mano para solucionar problemas”. Parece evidente que la intención política no se dirige en la creación de consensos pero tampoco se percibe la situación actual como un problema que hay que solucionar entre todos. A esta jornada que se realizó en Tudela no asistió ningún representante del equipo de gobierno del Ayuntamiento, pero tampoco de otros ayuntamientos.

Para reflexionar

La cohesión territorial son infraestructuras y ayudas económicas que faciliten la comunicación y el traslado entre localidades para poder fijar población, que avalen el arraigo al pueblo y a la familia que existe en localidades pequeñas. La cohesión también son servicios sanitarios y culturales, cuando menos proporcionales a la población, pero también detalles sociales que se les están escapando a las administraciones y que son los que, realmente, crean la gran brecha Norte-Sur.

Dos frases que se pronunciaron pueden servir para hacer pensar y generar debate. “La autocomplacencia es uno de los problemas de las sociedades modernas y hay que reconocer que tenemos debilidades”, dijo Aladino Colín, abogado y ex consejero del Gobierno de Navarra. “Tras la pandemia estamos apostando por el turismo como si no hubiese un mañana. Vivimos al día. Se ha de recobrar la fuerza del sector secundario, quiero que el empleo sea de calidad y eso lo da el sector industrial. ¿Quiero una Tudela para que la gente venga de turismo?, pues el futuro va a ser muy diferente del que veníamos”, concluyó el sociólogo riojano Sergio Andrés.