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25 años con Braulia

Ainara Ibáñez empezó a tocar el txistu con 18 años en la comparsa de gigantes de Pamplona. Un cuarto de siglo después, y con la misma pasión del principio, quiere seguir “hasta que el cuerpo aguante”

25 años con BrauliaIñaki Porto

La comparsa de gigantes y cabezudos de Pamplona no ha podido este sábado recorrer las calles de la ciudad debido a que la lluvia ha obligado a cancelar varias de las actividades programadas para la tarde. Las precipitaciones comenzaron poco antes de las 17.00 horas, justo cuando la comparsa tenía todo a punto para salir. Tan solo unos minutos después de que Ainara Ibáñez haya sido homenajeada por haber tocado durante 25 años el txistu detrás de la gigante Braulia.

Esta navarra de 43 años comenzó en la comparsa a los 18 años, cuando “apenas había mujeres en el grupo y los gigantes no eran la institución que son ahora. Recuerdo que de txiki iba con mi familia a verlos, pero no era algo tan apasionante como lo es ahora. Y nunca me imaginé tocando con Braulia”, ha comentado.

De hecho, el motivo que le llevó a formar parte del grupo estaba más relacionado con lo mucho que le gusta salir a la calle que con los gigantes. “Es muy bonito ver a mis compañeros ilusionados con la gente que se encuentra a nuestro alrededor porque notamos cómo la gente disfruta, que mueven el cuerpo gracias a nuestra música”, ha destacado.

Desde hace 16 años vive en Vitoria-Gazteiz y, a pesar de la distancia, no duda en coger el coche y plantarse en Pamplona cada vez que le anuncian que está programada alguna celebración. “Voy a seguir con esto hasta que el cuerpo me aguante. La música me ilusiona, me siento como una niña. Es lo que llevo haciendo desde siempre porque mis padres nos transmitieron a mí y a mi hermano esta pasión”, ha sentenciado.

Los miembros de la comparsa acompañados de Braulia.

En un principio, Ainara no tenía intención de visitar Pamplona porque no estaba convocada para la salida de los gigantes. Por eso, los compañeros tuvieron que arruinar la sorpresa e insistirle para que se hiciera los casi 90 km de distancia que separan Vitoria y Pamplona. Ainara cuenta que se ha mostrado vergonzosa en el momento en el que se ha producido el homenaje “porque no me gusta ser protagonista”. Sin embargo, todo ha cambiado en el momento en el que ha visto a su hermano Aritz bailando un aurresku en su honor. “Me he emocionado mucho. A pesar de no haber podido ver a los gigantes en la calle, he estado con mis compañeros y amigos y vamos a celebrarlo por todo lo alto”, ha señalado sonriendo. Por otros 25 años tocando el txistu para Braulia. Hasta que el cuerpo aguante.