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Las lluvias han adelantado el ciclo de las setas este otoño en Tierra Estella

Las altas temperaturas han hecho también que la temporada se acorte y algunas se “agusanen”

Las lluvias han adelantado el ciclo de las setas este otoño en Tierra Estella

Las lluvias insistentes desde que comenzó el otoño en Tierra Estella han hecho que salga un auténtico aluvión de setas. Una abundancia que también complica las cosas ya que en los montes aparecen setas de todo tipo para confusión de los menos expertos. “Es importante saber qué especie vas a coger porque las setas son muy peligrosas”, nos advertía Álvaro García de Eulate, un aficionado a la micología para autoconsumo.

Con todo, la temporada no ha hecho más que empezar y todavía hay esperanza de que sigan saliendo setas hasta que las primeras heladas acaben con su brotación. Tierra Estella tiene muchos microclimas pero la lluvia otoñal ha permitido que la cosecha se adelante. “Los níscalos son setas de noviembre y resulta que este año se han perdido en el monte porque muy pocos han ido a por ellos a finales de septiembre o comienzos de octubre”, nos comenta un experto setero. Otra de las pegas de este adelanto es el calor que ha hecho que muchas de las especies se pierdan muy pronto o que sean colonizadas por los gusanos: “de cada diez rebollones, solo uno no estaba agusanado”, comentaba Rafa Hervás, aficionado a las setas desde que con cinco años ya iba a Urbasa a por setas “con mi padre”.

Y es que la afición a las setas además de transmisible es también hereditaria “si sabes dónde hay setas es más fácil ir a por ellas”, señalaba Hervás. Con todo la recolección de setas no tiene secretos “se trata de andar y andar y luego conocer las que puedes coger”, aseguraba Álvaro, que siente predilección por las plateras: “es una seta endémica de Navarra y Guipúzcoa que no hay en otras partes”. Una seta que como todas es bueno coger grande para que las esporas se esparzan por la tierra. Y ojo que hay veteranos que aseguran que la platera está en pleno declive “ya no hay tanta como antes”. Es algo que también está pasando con el perrechico de primavera “la gente paga mucho dinero por ellos y se cogen demasiado pequeños y encima se rastrilla la tierra por lo que cada vez salen menos”, aseguraba con preocupación Álvaro.

Eso sí, la moda actual la viven los hongos. “El año pasado hubo un montón por todas partes y mucha gente se aficionó”, aseguraba García de Eulate. “Este año ha habido como es habitual pero lo cierto es que la temporada ha sido muy corta”. Tan corta que seteros conocedores como Hervás han tenido que salir de casa hasta la Ibérica Riojana y allí tampoco había en zonas bajas, “había que subir hasta los 1.700 metros para encontrar alguno”.

Con todo, los aficionados a las setas en Tierra Estella están contentos “sobre todo porque todavía queda otoño y esperamos que las setas sigan saliendo hasta el invierno”.