Tierra de betizus, Goizueta celebró este fin de semana su feria de ganado, artesanía y productos agroalimentarios con esta raza en peligro de extinción como protagonista. Y es que además de ver de cerca a la última vaca semisalvaje de Europa, una decena de ejemplares de Domiña, se pudo degustar su carne, tanto asada en forma de pintxo como en la comida popular, en este caso guisada, que reunió a 500 comensales en el frontón. Era la 20ª edición de esta feria desde su recuperación con un nuevo formato. Desapareció en los años 70. “Se vendían sobre todo cerdos, que se habían engordado en el monte con castañas y bellotas. Pero se dejó de hacer por la triquinosis”, recordaba Esteban Arotzena, de Feria Batzordea. Tras un conato de recuperación que no cuajó, en 2004 volvió la feria y no ha faltado desde entonces, salvo el paréntesis de 2020 por la pandemia. 

En la muestra de ganado se pudo ver de cerca betizus. Felix Loiarte

Con motivo de esta edición redonda se homenajeó a Goizuetako talogileak, una quincena de personas agrupadas en torno a las hermanas Bakero que colaboran desde el primer año. “Hacen unos talos exquisitos. Además, todo lo que sacan lo ponen a disposición de organismos locales según sus necesidades”, contaba Arotzena, autor a su vez del bertso que les cantaron en este reconocimiento que les pilló por sorpresa, en plena faena. 

Junto al mercado, con una variada oferta de producto local y artesanía en unos 60 puestos, de los cuales una veintena eran de Goizueta, se pudo ver un centenar de cabezas de ganado y una demostración de picado de la guadaña. Al mediodía hubo una giza proba, un desafío entre ocho jóvenes de Goizueta, que arrastraron 600 kilos, y Sandokan, el caballo de Paolla, con 800 kilos. Ganaron Xabi Zugarramurdi, Naroa Zugarramurid, Mikel Uuitzi, Janire Bakero, Uxue Mutuberria, Beñat Elizegi, Jon Urdanpilleta y Ekaitz Taberna, quienes completaron 43 plazas en 15 minutos, una más que el animal.  

Momento de la 'giza proba' entre jóvenes de Goizueta y el caballo de Paolla. Felix Loiarte

Esta feria es posible gracias a un auzolan en el que participan más de medio centenar de goizuetarras. Además, se ha dado un paso más y la limpieza del día siguiente también se ha realizado en comunidad “con el alcalde a la cabeza”, como apuntaba Arotzena. “Este año la feria ha sido éxito total. Se mantendrá como está pero nos hemos puesto un reto, aumentar la presencia de ganado, tanto en cantidad como en variedad”, adelantó.