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Más de 70.000 visitantes a la Selva de Irati en 2024

En los últimos años ha aumentado el perfil de jubilado en buen estado físico y amante de la naturaleza que acude en primavera

Más de 70.000 visitantes a la Selva de Irati en 2024Javier Bergasa

Según los datos que han dado a conocer recientemente por las Juntas de los valles de Aezkoa y de Salazar, el año pasado se recibió la visita de 70.357 personas en los puntos de información y guarderío de Arrazola (Orbaizeta) y de Casas del Irati (Ochagavía) respectivamente. Un dato que supone casi 33 veces la población habitual de ambos valles (2.134 habitantes), pero que sin embargo se acoge en la zona con gran satisfacción, dado que el turismo es uno de los sectores económicos más importantes para el Pirineo.

Partiendo de los datos recopilados por la Junta de Aezkoa, 34.600 personas visitaron el acceso de Orbaizeta entre los meses de marzo y de diciembre de 2024; un 4,68 % menos que el año anterior, cuando pasaron 36.298 personas. En cuanto a vehículos, se registraron 12.783, cuando en 2023 el dato fue de 14.272 vehículos. Según los datos proporcionados por la Junta de Zaraitzu, durante el mismo periodo pasaron por el punto de acogida de visitantes de Casas de Irati un total de 35.757 personas y se contabilizaron en esta parte 15.837 coches, 143 motos y 108 autobuses. No constan datos del año anterior, así como tampoco hay datos registrados del Centro de Abodi. Sin embargo, en ambos casos coincide que los meses de mayor afluencia de turistas siguen siendo los meses de agosto, octubre y noviembre.

JUBILADO DEPORTISTA

En cuanto a la procedencia de los visitantes a la Selva de Irati, ambos valles destacan la presencia de turistas de Navarra, Madrid, Euskadi, Cataluña y Valencia. “El turismo extranjero es residual”, admiten desde las Juntas. Lo que sí está cambiando en los tres últimos años es el perfil de visitante. “Una tipología de visitante que está al alza es la del jubilado-prejubilado en buen estado físico, con poder adquisitivo, que le gusta hacer un turismo tranquilo y que disfruta de la naturaleza en épocas como la primavera o fuera de temporada”, apostilla el presidente de la Junta de Salazar Gustavo Goiena. De ahí que esta tendencia que va en aumento se percibe como una de las claves para contribuir a la desestacionalidad tan necesaria para quienes se dedican exclusivamente a este sector y tienen dificultades para cubrir sus puestos de trabajo durante todo el año. “Ya no hay una estacionalidad tan marcada como hace 10 años. Porcentualmente ha caído la afluencia en fechas en las que antes venía mucha gente, pero suben en porcentaje otros meses de menos afluencia como septiembre o mayo”, añade Goiena.

En ese aspecto, Karlos Bueno incide en la importancia de la reciente obtención del distintivo de Irati como Reserva de la Biosfera. “Precisamente, eso se busca a favor, que venga un perfil de gente más comprometida con temas medioambientales y rurales que quieran tranquilidad y espacios sin aglomeraciones”, aclara el presidente de Aezkoa. “Ése es el turismo que queremos, que sea respetuoso con el medio, con las formas de vida de aquí y con la cultura popular de la zona”, añade Goiena.

SITIO DE SOBRA

La Selva de Irati es el segundo hayedo-abetal en extensión de Europa, con 17.000 hectáreas, y, además de por los valles navarros, se puede acceder también por los valles de Cize (Garazi) y Soule (Zuberoa). Más allá de los puntos de acogida propiamente dichos, también hay que destacar que en el Pirineo Navarro existen espacios como la Oficina de Turismo de Ochagavía o el espacio cultural Kultur Ola, contiguo a la Fábrica de Armas de Orbaizeta, que también reciben la llegada de numerosos visitantes. Sólo por Kultur Ola pasaron 7.233 personas, aunque hay que resaltar que de ellos únicamente un 20 % (1.490 personas) visitó el centro expositivo con su correspondiente pago de entrada; un hecho que la Junta de Aezkoa se ha comprometido a estudiar.

Sea como fuere, y con la finalidad de descongestionar las zonas más saturadas en determinadas épocas del año, en ambos valles se hace un gran esfuerzo por desviar a la gente a rincones no tan típicos, pero sí igual de bonitos que las rutas más conocidas.

De hecho, alertan de un cierto desconocimiento por parte del visitante, que en su búsqueda por internet y las redes sociales encuentra senderos que no están marcados o están inaccesibles, o que incluso deja de acudir en fechas concretas ante la sospecha de que se cierren los accesos a la Selva de Irati, un hecho que ocurre esporádicamente. “Hay cierto miedo a venir infundado por las alertas y vemos que la gente se retrae de la visita porque cree habitual que se cierren los accesos. Se percibe Irati como una saturación de visitantes, pero para nada es real, sólo ocurre 2 días al año”, explica.

Desde el punto de información de Arrazola (Orbaizeta), Imanol Ubau atiende a turistas en otoño, una de las épocas más reclamadas.

FALTA DE RESPETO

Desde ambas juntas, además, han mostrado preocupación por la falta de respeto con los trabajadores de los puntos de información. Ya sea por la tasa a pagar (7€ por coche y día) o por la prohibición de aparcar en terminados lugares, lo cierto es que cada vez son más frecuentes actitudes incívicas que distan de la concepción de turismo que desean. Frases recogidas de visitantes, sobre todo en la parte de Orbaizeta, como “no se puede buscar sólo inflarse económicamente”, demuestran una vez más la disconformidad y la falta de empatía de los visitantes hacia este enclave paisajístico. “El entorno, el espacio informativo, el servicio y la mejora de los senderos sería inviable sin cobrar esa tasa de mantenimiento”, alerta Karlos Bueno, añadiendo que también reciben una ayuda de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, aunque “no llega a cubrir todos los costes”.

Precisamente, esos ingresos generados junto con otras subvenciones son los que hacen posible que ya estén trabajando en acciones de cara a este año como el arreglo del puente que unía la ruta circular del embalse de Irabia y que se derrumbó en 2020, la apertura del área de autocaravanas y de una estación de carga para vehículos eléctricos en Arrazola o una ruta GR que une todos los pueblos de Zaraitzu-Salazar.