El colectivo Ecologistas en Acción de la Ribera ha asegurado que “el nuevo planteamiento de la alta velocidad nos va a llevar a la ruina y va a encerrar a Tudela. La ciudad corre el riesgo muy serio de quedarse encerrada entre estas dos infraestructuras, porque alguien se cree que van a sacar las vías del tren convencional cuando lo están dejando morir. Solo interesa la obra nueva, y no resolver los problemas del medio ambiente o de la mayoría”.

Desde este colectivo han señalado que frente a quienes señalan que sacando la estación del TAV a las afueras se desatasca un problema de desarrollo en la ciudad y se descongestiona la circulación de la avenida de Zaragoza, este problema sólo se resuelve con la reducción del vehículo privado, algo que se incrementa con el TAV ya que se olvida de muchos de los municipios por los que transita el tren tradicional. “El problema no es dónde colocamos la estación, sino qué modelo de tren necesitamos. No necesitamos un tren de alta velocidad para unos pocos, caro y elitista, que no vertebra el territorio, sino que aparta de un manotazo a gran parte de las poblaciones, haciendo que seamos más dependientes del vehículo privado. La alta velocidad consume muchísima energía. ¿De dónde va a venir esta electricidad? ¿Quemando más gas en las centrales térmicas de Castejón? ¿De más parques eólicos y solares en la Ribera?”, se preguntan.

Respecto a la liberación de la avenida de Zaragoza de la circulación, creando un eje alternativo donde ahora se encuentran las vías convencionales, desde Ecologistas en Acción aseguran que “lo que colapsa la ciudad son los coches, y reduciendo su número y uso se solucionaría este y otros problemas, como la elevada emisión de gases de efecto invernadero y la alta ocupación del espacio público.

"El problema no es dónde colocamos la estación, sino qué modelo de tren necesitamos para el desarrollo. La capital ribera corre el riesgo muy serio de quedar encerrada entre estas dos infraestructuras"

Ecologistas en Acción

Para Ecologistas en Acción, la Ribera “está siendo asolada por infinitud de polígonos eólicos y solares”, lo que está destruyendo el paisaje, el territorio, la biodiversidad y tierras de cultivo. “Este planteamiento de crecimiento ilimitado es suicida”.

En lo que denominan “globo sonda”, el debate entre la estación en el centro de la ciudad o en las afueras, se muestran convencidos de que “el tren convencional vertebra y une a las poblaciones, es más barato y no consume tanta energía como la alta velocidad. Contar con la estación en el centro es más accesible que si esta estuviera fuera de la ciudad o fuese periurbana, como se está planteando ahora. Ni el medioambiente, ni la sociedad tudelana en su mayoría necesitan la alta velocidad. La alta velocidad llegará a Tudela por una política de hechos consumados, y, a su vez, el olvido y falta de inversión en el tren convencional, pero no con nuestro apoyo”, sentencian.

Para concluir niegan que la alta velocidad esté concebida para llevar mercancías, “no está preparada y su mantenimiento sería mucho mayor. No hay experiencias a nivel mundial de combinar ambos modelos, pasajeros y mercancías en alta velocidad, lo cual ya es significativo de que si no se hace es por algo”.