El peraltés Juan Irigaray y su caniche ‘Stassis’, una dupla de oro
Este vecino de 36 años, que regenta una peluquería de perros y gatos, ha ganado con uno de sus animales el Campeonato Europeo de Belleza Canina
Empezó en el mundo de la peluquería canina con apenas 17 años en la bajera de su casa y le encantó. Tras formarse, viajar, adquirir experiencia y coger tablas yendo a muchas exposiciones, Juan Irigaray Gorri, peraltés de 36 años, acaba de lograr con su perra Stassis el título de Mejor Caniche de Europa en el Campeonato Europeo de Belleza Caninacelebrado en Brno (República Checa).
Su primer local, Ras Ras que ahora es Baygorri Poodles, en Peralta, lo montó con 20 años, “cuando la gente no sabía ni qué era esto; pero yo lo tenía claro”, cuenta. Sin miedo a emprender, y con la ayuda de sus padres, se fue labrando su futuro. De hecho, ahora también lleva un negocio en Pamplona (Tu Mascota) y otro en Tudela (La Corraliza).
Aunque también hace gatos, “para llevar una peluquería canina lo más importante es el trato con los perros; cómo manejarlos. Es primordial porque cada uno es diferente. Para que se estén quietos, hay que entenderlos. Traerlos aquí es un estrés porque es sacarlos de su zona de confort, así que en esa hora hay que intentar que el perro esté lo más relajado posible”.
Además, y algo que deja claro, es que “cada vez la gente es más consciente de que al perro hay que llevarlo a la peluquería, aunque todavía hay que incidir y concienciar más. Tener un perro es un lujo, pero la peluquería para un perro no lo es; es una necesidad porque es su vestimenta. El mantenimiento y el cuidado de su piel y de su pelo es como para las personas la ropa diaria”.
Exposiciones de belleza
Tras su paso por Madrid, Juan decide dar el salto y marcharse a EEUU para evolucionar laboralmente y porque ya se había metido en el mundo de las exposiciones de belleza; “allí está la cuna de la peluquería canina y el show”.
Su primera profesora, Cristina Núñez, fue su mentora en el mundo de las exposiciones de morfología. En las mismas, explica, “cada perro tiene un estándar y los jueces miran cuál se aproxima más al mismo. No hay un perro perfecto, todos tienen fallos, pero siempre hay alguno que se aproxima más a ese estándar. Un caniche, por ejemplo, tiene que tener el temperamento propio de la raza, tiene que ser un perro corto, con pata larga, con cuello y con cabeza larga. Hay diferentes colores y se juzga cada uno por separado, y luego se juntan. Los tenemos que pasear, atados y el handler en el lado izquierdo, y hay que hacer una serie de movimientos para que vean cómo se mueve el animal y cómo está construido. También los tocan y examinan para después decidir cuál gana”.
Él siempre había ido a estos eventos con caniches toy, que es el pequeño, hasta que en 2021 se compró su mi primera caniche gigante, Cintia, a la que hizo, además de campeona de EEUU, Francia, Italia y Portugal, la número uno de todas las razas en España en 2023. Ahora, cuenta, esta perra ya no va a competir “porque ha trabajado muchísimo” y, de hecho, está con el pelo rapado y tuvo crías.
Después, sus ex jefes de EEUU, le propusieron tener una perra criada por ellos, Stassis, negra, que es con la que ha ganado la cita europea, y que después de un año volverá a su país de origen. “Fui a una exposición en Tarragona y ganó el Best in Show, así que en abril fuimos a Brno y ganó la raza en caniche gigante. Esto es algo que le da mucho prestigio a la perra, a los criadores y a mí”. De hecho, ahora ya tiene la mira puesta en el mundial, que será en agosto en Helsinki. “El objetivo es ganar; son viajes costosos y no vale con participar. El premio no es monetario, sino que es prestigio, además de que los cachorros de esos perros se revalorizan”.
Retos a futuro
En la actualidad, también criador, Irigaray tiene 12 perros en casa; un whippet y el resto, caniches. “En Navarra vendo algunos, pero, sobre todo, en Europa”. Además, y en cuanto a la adopción, alega que “nosotros luchamos por mantener las razas, y eso, evidentemente, se paga. Si tú quieres algo de raza y específico, hay que pagarlo. Si quieres un perro, yo mando a mucha gente a adoptar. El problema no es de los criadores, si no de la gente que abandona a esos perros que son mestizos”.
De cara al futuro, y agradecido por el apoyo de su familia y el de las personas con las que ha trabajado, asegura que quiere seguir compitiendo pero que también es necesario parar y tomarse un descanso de vez en cuando. “Ahora mismo, esto es lo que me gusta; me apasiona, y viviría de esto, pero es cierto que requiere de mucho sacrificio”. También le gustaría volver a Estados Unidos, pero, de momento, “me quedo aquí; aunque en el tema de la peluquería falta cultura, aquí es donde conservo a los mejores clientes”.