“En nuestros pueblos eso no pasa”. Con esta premisa tan integrada en los valles pirenaicos, los dos Servicios de Igualdad del Pirineo acaban de presentar de manera conjunta una campaña para visibilizar y hacer frente a la violencia sexista y machista en contextos rurales y festivos. Frente a los discursos que niegan su existencia en los pueblos, la campaña busca dar a conocer estas realidades, cuestionar la falta de acción y ofrecer herramientas para generar cambios en comunidad.
Así lo expuso este miércoles en Aurizberri-Espinal ante las entidades locales Silvia Gómez González, técnica de igualdad en los valles de Erro, Artzibar, Aezkoa y en la localidad de Orotz/Betelu. Junto a Oihane Astráin Merlo, técnica de igualdad en Salazar, Roncal y Navascués, han lanzado esta campaña que invita a reflexionar, a través de diferentes materiales, sobre la violencia que también ocurre en los pueblos.
Y es que, según destacaban este miércoles, en los entornos rurales se tiende a restar importancia a los hechos o a proteger al agresor por ser alguien cercano o apreciado en el pueblo. “En el Pirineo las relaciones son cercanas, todo el mundo se conoce y la vida comunitaria es parte del día a día, por eso hablar de agresiones machistas puede parecer incómodo, exagerado o incluso innecesario. Cuando hay vínculos de por medio, señalar una agresión, sea del tipo que sea, se vuelve mucho más difícil. Muchas veces se piensa que “eso no pasa aquí”, pero sí que pasa. Porque la violencia machista es una realidad global, y también atraviesa nuestros pueblos, nuestras fiestas y nuestras relaciones”, apostilló Silvia.
CARTELERÍA
De ahí que el mensaje central escogido para la campaña sea “En nuestro pueblo eso no pasa”, con la palabra “no” difuminada simbolizando una negación a veces voluntaria, a veces inconsciente. Para ello, la campaña se apoya en una amplia estrategia de difusión, con cartelería y lonas que se colgarán en ayuntamientos, concejos, sociedades, bares y otros espacios festivos. También se ha diseñado material digital adaptado a redes sociales, canales de WhatsApp y páginas web municipales.
Tanto en el formato digital como en las lonas, se han incluido ejemplos concretos de violencias machistas, narrados en primera persona y vinculados a los tres ejes clave de la campaña que son el sexismo, la violencia sexista y la violencia machista. “Están basadas en testimonios reales de mujeres del territorio y reflejan situaciones reconocibles en espacios festivos. Queremos darles voz y que la comunidad también se sienta interpelada: ya sea porque ha vivido algo similar, porque ha callado, o porque ha sido testigo y no ha dicho nada”, aseguran las técnicas de igualdad.
A la espera de la reacción de los habitantes del Pirineo, desde los Servicios de Igualdad confían en concienciar y hacer reflexionar a las personas para que puedan identificar, actuar, señalar, acompañar y reparar a nivel colectivo. “Animamos a la comunidad a no normalizar ninguna agresión, por pequeña que parezca, y a construir juntas y juntos espacios seguros donde todas las mujeres puedan sentirse respetadas y protegidas”, concluyen.