La localidad más alta de Navarra ha decidido plantar cara a la despoblación con una apuesta valiente que pretende rehabilitar el edificio Remondegi Etxea para convertirlo en un local público de hostelería y tres viviendas destinadas a fomentar empleo y asentar población. El proyecto impulsado por el Ayuntamiento de Abaurregaina/Abaurrea Alta y bautizado como “Remondegi Etxea - Balcón del Pirineo”, fue visitado este miércoles por la Comisión Específica para el seguimiento y control del Informe Ponencia Pirineos Orientales del Parlamento de Navarra.

La visita institucional contó con la presencia de Félix Zapatero (G.P. UPN), Carlos Mena (G.P. PSN), Mikel Zabaleta (G.P. EH Bildu), Itxaso Soto (G.P. Geroa Bai), Irene Royo (G.P. PPN) y Daniel López (G.P. Contigo Navarra-Zurekin Nafarroa), los cuales fueron recibidos por Patxi Encaje, alcalde de Abaurregaina/Abaurrea Alta, Mikel Etxabarri, concejal, Luis de Potestad, secretario del Ayuntamiento, y por Karlos Bueno y Juantxo Merino, de la Junta General de Aezkoa.

El edificio albergará un local hostelero y 3 viviendas con la idea de atraer población.

Potencial turístico

Con tan solo 120 habitantes censados y catalogada, como el resto del Pirineo, como localidad en “riesgo extremo de despoblación”, Abaurregaina ha priorizado en los últimos años inversiones que generen servicios básicos y nuevas oportunidades. De hecho, el proyecto de Remondegi Etxea, estratégicamente ubicado junto a la carretera principal en una zona conocida como “balcón del Pirineo” por sus espectaculares vistas, busca reactivar la vida social y económica del pueblo.

Según explicó el alcalde, Patxi Encaje, la creación de un local de hostelería no sólo permitirá atender la demanda turística de la zona, sino que servirá como punto de encuentro social para la comunidad. “Es algo necesario que el pueblo demandaba, sobre todo ahora que cerró el bar, y los turistas, que cada día se paran en este punto a observar las vistas. No es una medida que vaya a mitigar el proceso de despoblación, pero puede generar puestos de trabajo y diversificar el tejido productivo del pueblo, orientado principalmente al sector primario y subdesarrollado turísticamente aunque haya 2 casas rurales”, dijo.

Junto al bar, el proyecto contempla la creación de 3 viviendas contiguas al local. Una de ellas será alojamiento de las personas que gestionen el negocio, pues se considera “fundamental” la disposición de vivienda para adjudicar la gestión y para favorecer la consolidación de familias en el territorio. Las otras 2 viviendas serán coliving, destinadas para personal laboral temporal que requiera alojamiento en la zona, una necesidad recurrente en los valles pirenaicos.

El edificio será rehabilitación en varias fases y contará con una inversión de 1,1 millones.

Músculo financiero

El edificio Remondegi Etxea será rehabilitado en varias fases y contará con una inversión total de 1,1 millones de €. Aunque las primeras actuaciones valoradas en 240.000 € como la adquisición del inmueble, renovación de cubierta y forjados del edificio ya se han llevado a cabo (un 25 % del proyecto) y aún habiendo contado con subvenciones, tanto desde el Ayuntamiento como desde la Junta del valle solicitan ahora apoyo económico del Gobierno de Navarra para continuar con el desarrollo del proyecto, que incluiría la habilitación del espacio del local de hostelería y la puesta en marcha de la actividad económica, la reforma de la vivienda afecta al negocio y la implementación del resto de las viviendas.

“El año pasado no cumplíamos con la premisa de ejecutar tanto la vivienda como el negocio en el mismo año y nos echaron para atrás la subvención”, explica el alcalde. En concreto, se refiere a las ayudas “Vivir y Trabajar en el Pirineo” promovidas por la Dirección General de Administración Local y Despoblación, cuya rigidez en los plazos les impidió la concesión. “Un ayuntamiento pequeño como éste siempre está a expensas de la financiación. El objetivo de esta visita precisamente era, no sólo que vieran in situ el proyecto, sino hacer ver que, con estos altos importes, proyectos como los del Plan del Pirineo, no pueden ser ejecutados en un mismo año, sino que tienen que ir por fases y al ritmo que se pueda”, concluye.