“Olitenses. Que la música siga llenando nuestras fiestas. ¡Viva Olite! Gora Erriberri! ¡Viva la Banda!”. Con esa frase dieron inicio ayer en Olite-Erriberri las últimas fiestas patronales de la Zona Media de este año. En concreto, fueron María Ángeles García, Félix Zulaica y David Gurrea, en representación de la Banda de Música, los encargados de hacer estallar la pólvora. El del cohete, aseguran, ha sido un momento de nerviosismo y tensión, pero también de emoción y mucho orgullo. “Al balcón del Ayuntamiento hemos salido nosotros tres, pero al final estamos representando a cientos de personas que han pasado por la Banda a lo largo de 175 años. Siempre es un orgullo que te elijan para dar inicio a las fiestas en tu propio pueblo, pero que además lo estemos haciendo como parte de la Banda, lo hace más especial si cabe”, expresaban los protagonistas del día instantes después de haber lanzado el chupinazo.

“Como decía Félix hace poco, nosotros vivimos del aplauso, y esta es la mayor ovación que el pueblo de Olite nos puede dar”, opinaba María Ángeles. David por su parte, aseguraba que para él, tanto el cohete como la ronda posterior de la Banda por las calles del pueblo es el acto que más disfruta de toda la semana festiva. “Sigo con los pelos de punta. Creo que unas fiestas sin la Banda de Músia en Olite no se entenderían”, puntualizaba.

Otra de las imágenes que dejó cohete en Erriberri, fue la de la solidaridad con el pueblo palestino. Y es que 15 minutos antes del inicio de la fiesta, numerosos vecinos y vecinas levantaron en el aire banderas palestinas y una pancarta que dictaba Jaietan ere… Palestinar erresistentzia aurrera. “Olite se ha sumado, como no podía ser de otra forma, a la propuesta que los pueblos de la Zona Media vienen haciendo en sus fiestas de alzar la voz en solidaridad entre pueblos oprimidos y denunciando las complicidades ante el genocidio”, comentaba uno de los vecinos que sujetaba la pancarta.

La fiesta, en actos

La programación de las fiestas de Erriberri se presentó de forma oficial durante la última semana de agosto. Sin embargo, lejos de agradar a todos los vecinos y vecinas, un nutrido grupo de gente se mostró descontenta con el contenido, alegando que, entre otras cosas, “apenas había rondas nocturnas de la txaranga, que son parte esencial del ambiente festivo”, “la mejor orquesta la ponen un lunes, cuando la mayoría no puede disfrutarla” o que las fiestas “se alargan un día más sin tener en cuenta el desgaste del pueblo ni la opinión de los vecinos”. Ante estas calificaciones, Mari Carmen Real, concejala de Festejos de Erriberri, declaraba que el programa se ha hecho desde la comisión siguiendo las pautas de años atrás. “Opiniones tiene que haber de todo tipo, y estoy de acuerdo en que cada uno diga lo que piensa libremente. Pero también digo que es muy fácil criticar desde el sofá de casa sin siquiera aportar. Es decir, todo el mundo es libre de participar en la comisión y ayudar en la organización”, decía mientras añadía que este año “ha habido pocas variaciones con lo que se preparó el año pasado. Al no haber plaza de toros, se ha intentado cubrir ese tiempo con otro tipo de actividades. Y todo lo hemos hecho con nuestra mejor voluntad, esperando que lo organizado sea del gusto de todos”.

En cuanto a la polémica de la plaza de toros, la concejala expresaba que la falta de presupuesto en este 2025 ha sido el motivo para no instalarla. “El ambiente de la bajadica y la subidica a los toros es algo que personalmente a mí me gusta mucho, y sé que el año pasado mucha gente acudió a la plaza. Pero el tema económico es lo que nos ha dificultado su colocación. Esperemos que el año que viene tengamos más presupuesto y si puede ser, será”.

En contraposición, el colectivo Erriberriko Oihua ha organizado una serie de actividades en paralelo a la programación oficial. “Erriberriko Oihua surgió desde la calle para ofrecer una alternativa social, musical y organizativa tanto dentro como fuera de las fiestas de Olite-Erriberri. Sin embargo, este año nos vemos en la situación de no poner txozna al no haber gente suficiente como para llevar a cabo todas esas actividades y cubrir los turnos. Las txoznas no son solo abrir una chapa y ponerte a servir, sino que conlleva muchos meses de trabajo y organización que parece que la gente no está dispuesta a asumir. Eso no significa que nos hemos quedado de brazos cruzados, sino que las actividades serán en la propia calle y en la hora de las vacas, para dar una alternativa a la gente que no quiere acudir a ellas. Hay otros colectivos, como el del Hip-Hop por ejemplo, que también hacen sus propias programaciones, por lo que el Ayuntamiento podría fijarse más en estas cosas a la hora de hacerse la idea de lo que gusta de verdad en Erriberri”.