Otsagabia acogió este sábado el Día del Cordero de Navarra con una jornada que comenzó con un paseo y el concurso de pintxos elaborados con cordero, en el que participaron restaurantes de la zona. Después, el acto central reunió a representantes del sector y a hijos e hijas de pastores trashumantes y compartieron sus vivencias con emoción y agradecimiento.
El presidente de la marca, Javier Ayechu, abrió el acto describiendo la situación actual del pastoreo como “ilusionante”, destacando que de los problemas surgen ganas de hacer cosas. Agradeció a la Administración por su apoyo y reivindicó el oficio de pastor como poco reconocido, pese a su gran valor en la sostenibilidad, la producción de alimentos sanos y el aprovechamiento de los recursos naturales. Recordó a su padre, a su abuelo, y a otros pastores.
Aplaudió la iniciativa de la escuela de pastores en Roncal, solicitando que se apoyen en ellos, e invitó a los asistentes al consumo de cordero. Fernando Hualde, relacionado con el estudio de la vida pirenaica, tomó el relevo destacando la conexión histórica entre el norte y el sur de Navarra. Trató de la recuperación de la memoria de oficios como el de pastor o el de alpargatera. Refirió a la alimentación tradicional de los pastores –migas y carne de cordero y oveja– y a su reinterpretación por cocineros como Gorka Aginaga. Subrayó la calidad del queso, la carne y lácteos.
Después fue el turno de María Luisa y Carlos Tanco, Inma Eseverri y Lourdes Goyeneche Compartieron cómo vivieron el oficio de sus padres, manteniendo la comunicación en la distancia por carta y haciendo la vida con sus madres y abuelas. Tanco evocó el paso de los rebaños por Otsagabia, destacó con emoción la vida dura de las mujeres, y pidió apoyo para los pastores.
Cerró el acto Rubén Goñi, director general de Desarrollo Rural del Gobierno de Navarra, reafirmando el compromiso de la Administración con esta forma de vida y con el relevo generacional, afirmando que “esta economía siga siendo una realidad”. Finalmente, se entregaron los premios del concurso de platos con cordero de Navarra. El restaurante Orhialde de Otsagabia ganó, seguido por Ibarretxe de Garaioa y Tapla de Otsagabia. Orhialde recibió también el premio al plato más innovador, e Ibarretxe fue galardonado por el plato más tradicional, dedicado a los pastores que emigraron a América.