Aritzakun es uno de los pocos paraísos naturales que continúan casi vírgenes. Se trata, junto a su prima-hermana Urritzate, de un valle perdido, que gracias a su difícil acceso, ha mantenido durante siglos la belleza y la pureza de la naturaleza salvaje.

Aritzakun y Urritzate son dos valles aislados, escondidos en el noreste del Baztan, junto a los macizos de Gorramendi, Iparla y Peñas de Itsusi. Sin apenas núcleos de población, con algunos caseríos y bordas diseminados, mantienen la esencia del paisaje inalterado, de la paz de la naturaleza. Es como retroceder en el tiempo para reencontrar la calma, en uno de los enclaves naturales mejor conservados de Navarra.

Esta zona alberga cuatro entornos declarados de especial interés en la conservación de la naturaleza. La Reserva Natural de Itsusi: colonia de buitre leonado y zona de vuelo y exploración del quebrantahuesos. Otras especies que se pueden ver volando por la zona son: halcón común, alimoche, águila culebrera, aguilucho pálido, gavilán, cárabo, búho chico y milano real; Reserva Natural de Irubelakaskoa: ecosistema de alisedas en la margen derecha de Aritzakun, al norte de la regata. Varias especies de helechos y especies de suelos encharcados; Área de Protección de la Fauna Silvestre de Iparla, en las laderas del monte sobre la regata de Urritzate. Se relaciona con las anteriores y con el plan de recuperación del quebrantahuesos en Navarra; y por último, ZEPA B-122 (Zona de especial protección de las aves): Toda la zona de las regatas y del macizo de Gorramendi está integrada en esta área.

Tal y como su nombre indica, Aritzakun es un lugar de robles, del euskera (h)aritz 'roble' y -kun (variante en composición de -gune `lugar'). El roble predomina en el valle, pero otras especies también abundan en él, como el haya, y el castaño. El castaño de Aritzakun y Urritzate, fue de los pocos que se salvó en la vertiente cantábrica a finales del siglo XIX de la enfermedad que sufrieron dichos árboles. El castaño, ha sido también clave durante mucho tiempo de la alimentación básica de los lugareños, muestra de ello las ruinas de las castañeras que se pueden divisar en Aritzakun.

Aunque apenas quedan habitantes en el lugar, la vida fluye en Aritzakun, a través de la regata del mismo nombre, que confluye con la regata de Urritzate en Urbakura, en el caserío Sumutsua, compartiendo frontera con Iparralde, con Bidarrai, donde desembocan en el río Errobi. Curiosamente, aunque Aritzakun y Urritzate son valles de Baztan, de Arizkun y Erratzu, están más cerca de Bidarrai, y antiguamente sus habitantes tenían más trato con los de la localidad de Iparralde, a la que acudían a misa, por ejemplo.

La antigua escuela de Aritzakun, reconvertida en sociedad, y el frontón, inutilizado por un árbol caído.

PRESENCIA HUMANA A pesar de ser un valle de difícil acceso, hace muchísimos años que está habitado, como demuestran los diversos monumentos megalíticos encontrados en su entorno, como varios crómlech, algunos túmulos o dólmenes y menhires.

También se da por seguro que los romanos llegaron a Aritzakun, muestra de ello, los restos de calzada romana que se pueden encontrar en el valle, o el gran montón de piedras que se puede encontrar en el lugar denominado Minetako zokoa (rincón de las minas). Se dice que fueron minas explotadas por los romanos con el sistema de explotación conocido como ruina montium (hundiendo los montes).

No está claro si los romanos buscaban oro u otros minerales, pero la leyenda, quizá cierta, de que hubo oro en Aritzakun siempre ha sobrevolado al valles. Ayuda en ello el pozo situado cerca de Maribeltzeko borda, conocida como Arraxka, Urreputzu (el pozo del oro), donde se dice que hay pepitas de oro. Unida a esta tesis, existe un documento de 1518, de Carlos I, autorizando la explotación del pozo del que los vecinos de la zona sacaban arena que llevaba oro. Hoy en día, todavía, algunos buscadores de oro pasan temporadas en Aritzakun en busca del preciado mineral. En Arraxka, cerca de Urreputzu, aprovechando un pequeño salto de agua de la regata que pasa al lado del caserío, construyeron un molino (hoy en desudo) y con un generador producían electricidad para el caserío y un aserradero cercano.

Avanzando en el tiempo, llegamos has la segunda mitad del siglo XX, cuando el ejército de los EE.UU. llegó a Aritzakun, en 1954, el ejército estadounidense tras expropiar más de 50 hectáreas de terreno, comenzó las obras de construcción de una carretera de once kilómetros desde el puerto de Otsondo hasta las cimas de Gorramakil, y Gorramendi, donde estableció una base. Si bien abrió una vía que ayudaba a finalizar con el aislamiento de Aritzakun, el entorno fue "invadido" por los militares, que permanecieron en el lugar aproximadamente 10 años, luego pasó a manos del ejército español, quien la abandonó en 1974, y tras desmantelarla, fue dinamitada en 1978. Todavía son visibles los restos que muestran la gran infraestructura militar, de control, en el lugar.

La antigua posada, Arroseneko borda, hoy abandonada, antaño lugar de reunión de los vecinos.

ACTUALIDAD Aunque, como ha quedado constancia de que Aritzakun ha estado habitado desde hace mucho, en la actualidad son muy pocos los habitantes del valle, aproximadamente 20. Hace varias décadas se contaban hasta 60 casas habitadas, con alrededor de 10 personas en cada una, pero poco a poco fueron migrando a núcleos urbanos de Baztan o a Iparralde. Hay varias bordas o caseríos arreglados que sus dueños las utilizan los fines de semana o en periodos vacacionales, pero en el día a día ya son pocos los que siguen en Aritzakun,

Pero aunque los antiguos habitantes del bello enclave no habiten en él, siguen recordándolo en sus corazones, tanto ellos como sus descendientes no reniegan de él, y desde hace más de 20 años celebran el Aritzakundarren Biltzarra, una fiesta en la que recuerdan viejas historias y leyendas, comparten mesa, juegan partidos de pelota, suele haber los bertsolaris y cómo no, baile. Un día al año, donde Aritzakun vuelve a llenarse de vida, donde se rompe el silencio al que se ha acostumbrado durante todo el año. El año pasado no pudieron celebrar la fiesta, que se suele celebrar en septiembre, este año, ya se verá.

Se trata de una jornada muy animada, cada año se reúnen más de 100 personas, a orillas de la regata Aritzakun, junto al frontón, con solo frontis, construido en 1895, y el kisulabe (calera) reconstruido. Se trata del núcleo de Aritzakun, una explanada muy bien cuidada, alrededor de la antigua escuela, que hasta 1950 acogía a alumnos y alumnas tanto de Aritzakun como de Urritzate. La antigua escuela, hoy reconvertida en sociedad, con aproximadamente 30 socios, es un lugar muy concurrido, sobre todo en verano, fines de semana y puentes, un lugar maravilloso donde relajarse y olvidarse del día a día, regresando al pasado, a la simbiosis con la naturaleza.

El molino de Arraxka, hoy en desuso, está situado en un lugar idílico.

PEQUEÑO RECORRIDO Adentrarse en Aritzakun sin conocerlo puede ser una aventura que puede resultar muy enriquecedora para algunos, para los que no lo consideran recomendable, se puede visitar a través de un recorrido preparado para ello. El valle de Baztan fue pionero a la hora de balizar y crear varios PR, Pequeños Recorridos, para disfrute de los senderistas. Todos de gran belleza, entre ellos destaca el de Aritzakun, un recorrido variado por parajes solitarios, verdes y con abundantes regatas, que no deja indiferente a nadie. Se trata de una caminata circular de 13,8 kilómetros y un desnivel de 600 metros, que tiene como punto de partida el lugar llamado Luruko Atekak (km. 3 de la carretera NA-2655 del alto de Otsondo a Gorramendi), con una explanada a modo de aparcamiento. Durante el recorrido se puede disfrutar de panorámicas de la costa de Lapurdi, de las transparentes aguas de la regata de Aritzakun, conociendo la escuela, el frontón, el denominado Minetako zokoa, además de varios monumentos megalíticos entre los collados de Eskozko y Antsestegi.