Han pasado tres semanas desde el grave incendio sufrido a ambos lados del Bidasoa y alcaldes y concejales de Bera, Lesaka, Azkaine, Ziburu, Urruña, Biriatu y Sara ofrecieron ayer una rueda de prensa conjunta en el Ayuntamiento de Bera, a la misma hora a la que habían convocado una manifestación que tuvo que ser desconvocada al no poder asegurar cumplir los límites de aforo establecidos por la Delegación del Gobierno en Navarra, con un máximo de 400 personas. Los alcaldes comentaron en euskara, castellano y francés, que “el fuego ha arrasado casi 2.000 hectáreas. Más de 2.000 campos de fútbol. Los daños han sido cuantiosos, tanto ecológicos como económicos. Los terrenos afectados han sido terrenos comunales, bosques y pastizales, y también terrenos privados. También han resultado afectados varios ganaderos. El incendio ha “tocado” y “conmocionado” a todos y todas y hemos querido unirnos los pueblos afectados, en torno a unas reivindicaciones”.

Por un lado quieren pedir responsabilidades, ya que “pensamos que el incendio fue intencionado y provocado, así lo han manifestado el Procurador de Bayona, la Policía Foral y la Ertzaintza. Creemos que el fuego se encendió para causar dolor y daño. Y no vemos otro interés oculto. Nos gustaría subrayar esto. Quien o quienes lo hayan hecho, lo tendrán que pagar de alguna manera”. También quieren agradecer la labor tanto de bomberos profesionales como voluntarios, “los nuestros y los que vinieron de otros pueblos. También queremos agradecer a Protección Civil por su labor en las emergencias. Pensamos que hay que seguir apoyando con dinero público a estas entidades que nos protegen y vigilan en situaciones de emergencia, y que deberíamos tener en cuenta sus demandas”.

Recordaron a los particulares que “fueron a acompañarnos al monte, y cómo no, a toda la ciudadanía que repartió comida y agua silenciosamente. No podemos olvidar la gravedad de la emergencia. En algunos momentos hablábamos de salvar vidas. El fuego estuvo fuera de control durante unas horas. La oleada de solidaridad que ha habido en los días posteriores al incendio ha sido enorme. También queremos agradecer toda esa solidaridad, una vez más, la respuesta ciudadana ha sido ejemplar”.

Los cargos electos resaltaron su misión de proteger los pueblos y el patrimonio natural. “Vivimos en un entorno bello, rico y privilegiado -señalaron- y nos gustaría seguir viviendo así. Sabemos que en las últimas décadas la situación socio-económica de nuestros pueblos ha ido cambiando. Pero para mantener nuestro entorno y paisaje tan bello, sabemos lo importantes que son algunas actividades y habrá que seguir fomentándolas y protegerlas. Hablamos de agricultores, ganaderos, etc... Los montes y las tierras comunales tienen varios usuarios: cultivadores, ganaderos, deportistas, cazadores, explotadores de madera, etc. Creemos que hay espacio para todos y tendremos que poner todos de nuestra parte para garantizar un uso sostenible, equilibrado y respetuoso del monte. Habrá que analizar cómo mejorar la gestión de los terrenos comunales, con el consenso de todos”.

Los alcaldes recordaron que el fuego no entiende de fronteras, “este territorio de Euskal Herria que pisamos depende de varias administraciones, por un lado los dos estados, y de este lado de la frontera de dos comunidades distintas. Por eso vemos necesario llevar a cabo políticas conjuntas de montes y tierras comunales transfronterizas. Tenemos mucho que aprender, y trabajar juntos en la misma dirección será beneficioso para todos. Nos gustaría recorrer este camino de una manera democrática. Escuchando a todos los usuarios de la montaña, y llegando a acuerdos y consensos. Los alcaldes de los pueblos que estamos aquí nos comprometemos a trabajar juntos para ello”.

En el mismo sentido se expresó Joseba, concejal de Baiona y delegado de colaboración transfronteriza de Euskal Elkargoa.

Íntegro. El Gobierno de Navarra asumirá íntegramente las labores de reforestación de los árboles dañados por el incendio. Se ha previsto una línea de ayudas para infraestructuras ganaderas y se está estudiando la forma de compensar los daños causados por la pérdida de animales. Por su parte, la Dirección General de Medio Ambiente se encargará de la restauración de la zona afectada, si bien deberá esperarse hasta primavera para comprobar la capacidad de regeneración de la vegetación y valorar.