De quedar en un banco o en el porche a tener un espacio en el que disfrutar del ocio. La juventud empieza a ganar centros para jugar, compartir y aprender en un entorno sano en la mayoría de las localidades de la Comarca de Pamplona. Aranetxea en el Valle de Aranguren, Ugazte en Huarte, los Gaztelekus de Burlada y Villava, el Gaztegune de Berriozar, el Gaztetxe de Zizur Mayor o Harrobi en Ansoáin son algunos de los ejemplos.

La juventud lo reclamaba y ofrecer este tipo de alternativas era más que necesario. Un lugar fijo en el que crecer y relacionarse con personas de diferentes edades y procedencias. La mayoría de locales abarcan a un público desde los 12 hasta los 30 años y ofrecen una alternativa de ocio alejada del consumo para unas edades en las que los recursos económicos suelen ser muy limitados.

Valle de Aranguren

Aranetxea nació hace más de veinte años gracias al proyecto conjunto entre el ayuntamiento y los jóvenes del valle, que son quienes gestionan el local. Actualmente, el centro está en la calle Nueva de Mutilva, aunque próximamente se abrirá un nuevo espacio en Entremutilvas. La finalidad es dotar a toda la juventud –en el Valle de Aranguren hay unos 3.000 jóvenes de entre 12 y 30 años– de un instrumento de uso real y práctico ante cualquier problemática, iniciativa o inquietud.

“Aranetxea sirve al mismo tiempo como punto de encuentro, de apoyo y de ayuda”, explica Nahia Gracia, una de las cuatro educadoras del centro junto a Itziar, Carol y Jenni, además de Arantxa, la técnica de Juventud. “Es un espacio de encuentro para la juventud del valle, un lugar en el que encontrarnos, debatir y hacer vínculos. Es una forma muy buena para establecer relaciones y salir del ocio de consumo”.

 Entre las actividades, se organizan salidas a la nieve o al monte, actuaciones en días especiales como carnavales, navidades, San Juan, Halloween o fiestas, cursos de baile, fotografía o risoterapia, escuela de circo, campamentos y apoyo escolar, con grupos desde cuarto de Primaria hasta segundo de la ESO. 

La mayoría de jóvenes son de Mutilva y las necesidades son muy variadas. “Desde quienes pasan a jugar o a saludar de vez en cuando a quienes tienen más problemas y vienen a solicitar ayuda. Es una casa muy familiar y se hace mucho apoyo”, remarca. 

Huarte, Burlada y Villava

Huarte, Villava y Burlada tienen centros juveniles muy consolidados y ofrecen algunas actividades conjuntas como un concurso al estilo de El Conquistador, campamentos y viajes a lugares como Port Aventura o Las Landas. 

Decenas de jóvenes del Gazteleku de Burlada, en una de sus excursiones a Port Aventura.

El Ayuntamiento de Huarte cuenta, desde 1998, con un programa de intervención con jóvenes. Se realiza desde el área de Juventud, a través del Ugazte-Local Juvenil de Huarte, en coordinación con el resto de áreas municipales. Tienen un total de nueve programas: de participación, educación, de ocio y tiempo libre, de información juvenil, de orientación, de activación hacia el empleo, de arte, intergeneracional y de movilidad.

Itziar Areta, técnica de juventud, asegura que es un servicio que ya está muy instaurado en la localidad. “De 2011, que son los que entran este año, han venido 55 a la presentación. El local lleva muchos años y está muy integrado entre los jóvenes. Ahora mismo solo hay seis bajeras en Huarte y es bastante tradicional que vengan aquí y que sean las y los propios jóvenes quienes propongan actividades”.

El Gazteleku de Burlada cuenta con una sala de ordenadores; una sala de encuentro con juegos, futbolines y mesa de ping-pong; salas de ensayo, de grabación y conciertos, una cocina y hasta terraza. Durante la semana, se imparten cursos de temática diversa (bailes, clases de cocina, fotografía…) y los fines de semana se reservan para el encuentro, el juego y diferentes propuestas que puedan surgir. Además, cuentan con las asesorías de una sexóloga y una psicóloga.

Oihane Artajona es una de las coordinadoras del Gazteleku de Burlada, que acaba de cumplir 10 años. “Sacamos una programación trimestral tanto dentro del centro como con salidas al salting y a otros lugares. De media tenemos entre 25 y 30 jóvenes al día en la planta baja, que es la de acceso libre. La mayoría se concentran en el grupo de los 12 a los 22 años”.

“La labor de Gazteleku es muy necesaria porque a esas edades los recursos económicos suelen ser muy escasos. Tras la pandemia bajó mucho la participación, pero estamos volviendo a conseguir que entré mucha gente joven”.

“Animamos a la gente a participar y a sacarle fruto al ocio en un espacio seguro. Es muy positivo estar en compañía, interactuar y olvidarse por una tarde de las pantallas. Además, es un espacio muy diverso en el que se relacionan personas de diferentes procedencias y edades y eso es muy positivo”. 

Por su parte, el Gazteleku de Villava-Atarrabia es un espacio educativo y de ocio que tiene como objetivo promover estilos de vida saludables y valores de respeto, igualdad, convivencia y responsabilidad. Así lo explica Joseba Amigorena, técnico del Área de Juventud, que lleva a cabo en este espacio diferentes programas de intervención socioeducativa, animación sociocultural, intervención comunitaria, información juvenil y emancipación y empleo. Como novedad, se ha creado el Gazteleku Virtual, que cuenta con nuevas secciones de cocina, deporte, baile, música, dibujo, tecnología y videojuegos.

Berriozar, Ansoáin y Zizur

Otras localidades que cuentan con un lugar de ocio juvenil son Berriozar, Ansoáin o Zizur Mayor. El Gaztegune de Berriozar se abrió hace ocho años y está cogestionado por la Asociación Ikari Ari, a cuyo frente están Xabi Gallo e Iñigo Subiza, y la asamblea de jóvenes del centro creada para dinamizar la actividad. 

En Ansoáin, Harrobi lleva en funcionamiento desde 2007, aunque cambió su gestión en 2018. La oferta de actividades nace de la propia juventud y son ellas y ellos quienes las diseñan y ejecutan. 

El de Zizur Mayor es un caso particular, puesto que su Gaztetxe no se inauguró hasta 2022 en el antiguo edificio de las piscinas. Este Gaztetxe municipal llegó para dar respuesta a la necesidad de un espacio que pudiera fomentar los intereses de las personas jóvenes, poniéndolas en el centro y fomentando su participación”. Por último, este modelo de local juvenil de ocio también se va a extender próximamente al Valle de Egüés, que tendrá su casa de la juventud en principio a finales de este año.