Haziera, un primer contacto con el mundo laboral
En total, 20 personas entre 16 y 23 años participan en la segunda edición de este programa de activación juvenil en Villava/Atarrabia
“Me ha cambiado para bien, porque me he dado cuenta de que en un trabajo tienes que cumplir con las responsabilidades y las tareas que te pongan”, explica Ane Olóriz. “Tengo la satisfacción de ver los proyectos en los que he ido participando y es muy bonito”, menciona Radu Kiszela. Los dos forman parte de Haziera, programa de activación juvenil que cumple su segunda edición. Busca ofrecer, facilitar y acercar el mundo del empleo a la gente joven de Villava/Atarrabia. En total, 20 personas de entre 16 y 23 años participan en dos tandas con diferentes actividades. La primera fue del 20 de junio al 5 de julio, la segunda empezó el 15 de julio y ha terminado este miércoles.
“Haziera surgió el año pasado tras una reflexión por parte del Ayuntamiento y el área de Juventud”, menciona Joseba Amigorena, técnico del área de Juventud. “Si se hacía cargo podíamos meter a más jóvenes y ampliar el número de participantes”, añade. Han pasado de tener 8 personas por pueblo a tener 20. “Este año hemos recibido 64 inscripciones”, explica Amigorena. De este modo acercan el mundo laboral a los jóvenes, firman su primer contrato y trabajan 50 horas. Además reciben dos días de formación sobre empleo para saber hacer un currículum o una entrevista de trabajo. Y el primer día visitan el Servicio Navarro de Empleo. “Buscamos que se activen en la búsqueda de empleo sin dejar de estudiar, que tengan un primer trabajo y también una formación sobre el empleo. No para que trabajen, ya sino para que sigan aprendiendo y puedan tener el mejor trabajo posible en el futuro”, explica.
“Es la primera vez para todos y creo que es una gran oportunidad para aprender cómo se trabaja en equipo en Villava, en nuestro pueblo”, menciona Carla Oyón participante del programa. Estas dos participantes, Ane Olóriz y Carla Oyón, han pintado una pared rugosa. “Ha sido muy entretenido. Hemos pintado con una especie de pistola y ha sido lo mejor”, menciona Oyón. “El programa me ha gustado por muchos motivos, he aprendido cómo van los contratos, cómo leerlos y en que cláusulas fijarme para que en un futuro no me estafen”, explica Kiszela.
Para el proceso de inscripción los jóvenes mandan un correo y explican quiénes son y por qué quieren participar. Posteriormente, se hace una entrevista. “Contratamos a un equipo profesional y lo hacemos junto a Iban Iturria, monitor de Haziera. Intentamos recrearla acorde a la realidad”, dice Amigorena.
Los jóvenes hacen tareas de rehabilitación de diferentes espacios “como pueden ser muros, pintar las puertas del ayuntamiento, los baños...”, añade Iban Iturria. Y han participado en la creación del parque de la Memoria de la localidad. Todo lo que rodea al muro, “caminos y demás”, lo han hecho los jóvenes con la ayuda de jardineros y organizadores del proyecto.
Los requisitos para participar son tener entre 16 y 23 años y residir en Villava. “Intentamos que la gente esté empadronada, pero hay excepciones y somos flexibles con eso”. El técnico del área de Juventud explica que “el perfil es súper heterogéneo, desde el joven que acaba de cumplir 16 años y quiere ganar algo de dinero, hasta una persona universitaria que en un momento dado ya ha estado en el proceso de selección y no se la ha cogido y quiere participar. Pero también hay gente migrada que en este momento no está trabajando, ni estudiando y quiere tener un primer contrato de trabajo”.
“Hay muchos chavales con 16-17 años que si no tuviese Haziera le quedaría muy lejos el mundo laboral. Es muy importante que desde edades tempranas los jóvenes conozcan los servicios de empleo. Si no lo trabajan de pequeños, no lo van a aprender”, subraya Amigorena. “Cuando trabajas eres más consciente de lo que cuesta y valoras el trabajo de la gente”, explica Oyón. Con este tipo de proyecto los participantes aprenden el esfuerzo que supone trabajar. “Me ha dado cuenta de todo el trabajo que hace el ayuntamiento continuamente para mantener el municipio. Lo aprecio bastante más en esos días que hace 40º y ver a alguien limpiando las calles ahora me dan pena y por lo tanto lo valoro y respeto más”, explica Kiszela. “De esta manera aprenden lo que no les gusta pero saben también que les va a venir bien el conocimiento de esas materias. Por este motivo, aprenden a coger responsabilidad, a saber qué es un empleo. Valoran lo que es el trabajo y también el dinero”, finaliza Amigorena.