Los vecinos de Erripagaña dan un aprobado raso, con una puntuación del 5,4, a la atención sanitaria que reciben en atención primaria. Una valoración muy inferior a la satisfacción expresada por la población navarra en general que se sitúa en un 8,18% por lo que -cercioran- “realmente es un suspenso rotundo”. Así lo pone de manifiesto la encuesta realizada por la asociación de vecinos de Erripagaña sobre la percepción de la calidad de los servicios que se percibe desde el barrio. En atención pediátrica la media sube a un 6 pero, en el caso de adultos, baja al 5. Otros problemas que se identifican son la separación de la familia (adultos a Sarriguren, menores a Mendillorri), la queja por la atención del personal administrativo de Sarriguren y Burlada, la falta de “personal sanitario de referencia” en Sarriguren (ser atendidos por diferentes facultativos cada cita), lo “inadecuado de que el triaje lo haga personal administrativo” o la falta de personal sanitario y administrativo en general. A juicio del vecindario, la falta de planificación en materia sanitaria es palpable, así como la incapacidad de respuesta para “solucionar el problema sobrevenido”.
El estudio pone en evidencia a su vez la necesidad urgente de impulsar el prometido centro de salud para una población que ya supera las 10.000 personas censadas teniendo en cuenta, además, que hay “cientos de personas que no se censan por conservar una mejor atención sanitaria”. Destacan al respecto que “nuevos núcleos con menos población como Ardoi y Lezkairu cuentan ya hace tiempo con un centro”.
Subrayan que el centro de salud de referencia actual, el de Sarriguren, está “saturado” al “no estar dimensionado para atender a dos núcleos de población grandes”. “La decisión de enviar a los menores de la parte de Egüés al centro de Mendillorri ha aliviado ligeramente la situación pero ha generado nuevos problemas como es el caso de las embarazadas o madres de recién nacidos que tienen citas en dos centros diferentes”, señalan.
El estudio expone también la dificultad que existe para ser atendidos ante “el colapso de la atención telefónica y la incoperancia de las citas por internet”. La única solución que apuntan es acudir presencialmente al centro antes de que abra con las dificultades que entraña, además de la distancia. De ahí que la accesibilidad se valore con un 2,1 con un un 1,6 para la cita online. Respecto a los niños y niñas de Sarriguren que fueron trasladados a principios de año al centro de Mendillorri su valoración no varía respecto a la media para situarse en un 6. La atención pediátrica del centro de Sarriguren también recibe un 6 de nota media.
Respecto a la valoración recibida por los centros, la peor puntuación la reciben los de Sarriguren y Burlada con un 5,3, el de Mendillorri obtiene un 5,6 y la nota agrupada de todos ellos es de un 6.
Retrasos
El Gobierno foral volvió a licitar por segunda vez el diseño del centro de salud de Erripagaña el pasado mes de enero. La redacción del proyecto fue adjudicada hace un mes al equipo técnico formado por Larraz Andía y Martínez de Tejada. La redacción del proyecto ya se presupuestó entre 2020 y 2021 y el compromiso era que estuviera listo para 2022. Esta vez se baraja para 2027. Según los planes que maneja el Ejecutivo, las obras no se iniciarán hasta noviembre de 2025 y estarán finalizadas en principio para abril de 2027.