- Situaciones derivadas de procesos de cuarentena por positivo en coronavirus que precisan aislamiento, familias que conviven con otras en un mismo piso y que el hacinamiento y la permanencia todo el día dentro está llevando a una convivencia insoportable con situaciones extremas, o inquilinos que ven cómo su casa ha comenzado a presentar problemas de salubridad, son algunos de los perfiles que están incrementándose los últimos días entre los que atiende habitualmente el Área de Servicios Sociales, Acción Comunitaria y Deporte. Desde que se declaró el estado de alarma y el confinamiento de la población en casa las 24 horas han aumentado considerablemente los problemas de convivencia. Ante esta situación, el Consistorio pamplonés ha ampliado los recursos disponibles para poder atender la demanda de 22 personas de unidades familiares compuestas en muchos casos por familias monoparentales y menores. De esta forma, se completa otro de los campos en los que se centra Servicios Sociales tras atender al denominado de ‘alta exclusión’ al entrar en funcionamiento el albergue de Jesús y María como centro para acoger a personas sin hogar. Las habitaciones se encuentran en las pensiones Leyre y Eslava y en los apartamentos Olga. El Ayuntamiento continúa trabajando en nuevas ubicaciones por si hiciera falta ampliar el acogimiento. El perfil de las personas usuarias es el de familias con menores, parejas sin hijos, jóvenes que son expulsadas de sus viviendas, personas que salen altas hospitalarias, terapéuticas o excarcelación; o quienes han perdido la vivienda o se encuentran en situación de calle por tránsito entre poblaciones.