o es cuestión de subirse por las paredes, pero es cierto que las de casa terminan por cansar. Y cambiar el gris del asfalto por el verde de la naturaleza que pervive en la Pamplona más amable y salvaje hace que uno consiga sobrellevar el confinamiento de otra manera. Porque gracias a los respiros que últimamente se permiten, ya sin franjas horarias y con mayor movilidad, hasta el más común de los mortales ha podido descubrir o recuperar rutas que parecían olvidadas.

Estos días ha resultado complicado pasear por rincones como la Ciudadela, el parque de Mendillorri, algunas zonas de Erripagaña y, sin duda, por el paseo del Arga. Un parque fluvial que a su paso por Burlada, Huarte y Villava ha conseguido congregar a cientos de personas -sus respectivas policías municipales aseguran que resulta imposible concretar aforos- desde que se fuera confirmando la desescalada. Permaneció cerrado del 16 de marzo al 26 de abril para evitar aglomeraciones pero desde que reabrió ha sido el refugio de quienes han aprovechado sus rincones de ensueño para pasear, hacer deporte o disfrutar de algunas de las estampas más bellas de la ciudad.

El parque fluvial tiene una longitud de 30 kilómetros gestionados por la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona y dispone de varias áreas recreativas a lo largo de su recorrido como Berroa, Zokoa en Huarte, Olloki en Esteribar, Eulza en Barañáin, la playa de Oricáin en Ezcabarte, la Nogalera en Burlada o Zubiandia en la Cendea de Olza, que precisamente han sido algunos de los reclamos principales estos días. Tal y como han avanzado desde la MCP, la afluencia en la zona central del parque y en la de Barañáin, "con un uso más deportivo, de bicicletas y runners", ha sido mayor. El pasado 14 de abril se recogieron 60 kilogramos de residuos en las papeleras del parque, y ya el 19 de mayo la cifra ascendió a 620 kilos. Ahí es nada.

Eva Muñoz y Paula Urdiáin, por su parte, tienen muy claras las normas a la hora de salir a dar paseos. "Hay mucha gente que no lleva la mascarilla, y deberían llevarla. Las distancias algunos las respetan más", decían sentadas en un banco del paseo del Arga a la altura de la Txantrea. Vecinas de Ansoáin, aprovechan todos los días para andar una hora. "Con los rincones tan bonitos que tenemos aquí, no hace falta irse muy lejos. Pero hay gente por todos lados", bromeaban.

En otro de los recorridos más demandados, el que pasa por las huertas de Arantzadi, Mari Aguado y sus hijas Sheila y Zulima, vecinas de la Rochapea, valoraban también la belleza de estos espacios. "Salimos algo más de una hora, nos gusta mucho pasear las tres juntas. Te cruzas con muchas personas pero desde que han desaparecido las franjas horarias se nota mucho, nos repartimos más y la cosa se ha relajado", coincidían.

En Huarte la vigilancia por parte de la Policía Municipal ha sido en coche, en moto y a pie, "sobre todo con mucha labor pedagógica", explica Juan Miguel Cantero desde la jefatura. "La mayoría de la gente cumple, ha habido que avisar a algunas cuadrillas de jóvenes de que se pusieran la mascarilla pero el 99% la llevaba encima. También se están cumpliendo muy bien las distancias", señala. Las más concurridas aquí han sido las presas junto al Zubiondo, donde más de uno incluso se ha dado un chapuzón. El viernes una patrulla de policías estuvo colocando carteles explicativos en los accesos al río para anunciar la posibilidad de bañarse.

También los merenderos y las barbacoas se pueden utilizar aunque en algunas zonas están precintados. "No están prohibidos aunque la Orden Ministerial cede en cierta manera la decisión al Ayuntamiento. Los precintamos para evitar que no se cumplan las distancias, pero los bancos de piedra sí se pueden utilizar", recuerda Cantero. Explica que a partir de las 20.00 horas es cuando más gente se congrega. "Muchos aprovechan esa hora para hacer deporte y pasear, al principio hemos tenido bastante jaleo", reconoce.

También en Burlada han tenido mucho trabajo desde que comenzara la apertura de horarios, "en el paseo del Arga se congrega muchísima gente, es brutal", explica el jefe de la Policía local, Javier Lizarraga. Han puesto 140 denuncias desde que se iniciara el Estado de Alarma, "la mayoría por saltarse el confinamiento", y sólo 4 desde la fase 1. "Ha habido mucha labor de advertencia. El parque municipal se abrió la semana pasada y ha desahogado bastante el paseo, al principio fue desbordante pero ya se ha normalizado". Recorrieron la zona en furgoneta advirtiendo de las normas por megafonía los primeros días, e incluso cerraron durante una semana el centro de Burlada para peatonalizarlo y facilitar los paseos, pero la iniciativa "no funcionó. Ahora con la menor restricción de franjas horarias está todo más aliviado y se nota mucho". Sin grandes incidencias en el paseo, ahora el mayor problema son las terrazas.

En Villava la realidad es bien diferente porque sus algo más de 10.200 habitantes conviven en un kilómetro cuadrado y, cuando no estaba permitido salir del municipio para pasear, incluso demandaron desde Alcaldía la posibilidad de utilizar el término colindante de Ezkabarte, pero les fue denegado. "En Villava hay pocos sitios de esparcimiento y zonas verdes, el paseo del Arga que pasa por el municipio es de cerca de un kilómetro y medio. Y aquí el 80% de la población tiene entre 14 y 69 años, que salen todos en la misma franja horaria... Ha sido una pasada", señala el jefe, Rubén Antúnez.

El parque fluvial ha supuesto ahora un gran desahogo. El patrullaje en esta zona ha sido en bicicleta y aunque ha habido avisos, no han tenido incidencias. Registraron 174 denuncias desde que se iniciara el Estado de Alarma, casi todas por incumplimiento del horario, y ninguna en el paseo. "De esas 174 ha habido personas a las que se les ha denunciado hasta 9 veces... El primer día que se pudo salir fue un poco decepcionante porque no se cumplían las normas, pero ahora se ha mejorado. Muchos nos llamaban o nos preguntaban y se ha demandado información, lo que tiene que primar es el sentido común".

"Con los rincones tan bonitos que tenemos aquí, no hace falta irse lejos para pasear"

Vecina de Ansoáin

"Ha habido demanda de información, pero tiene que primar el sentido común"

Jefe Policía Municipal Villava