La desescalada no ha ido al mismo ritmo que la recuperación de viajeros de villavesas, ¿cual es la situación a día de hoy?

-Estamos en 50.000 viajes, datos del viernes pasado, y eso es el 35% del pasaje que habitualmente iría en estas fechas pero sin covid. Hemos llegado a estar con un 5% al comienzo de la pandemia... La gráfica va subiendo y tiene que subir mucho más. Se va reactivando muy poco a poco.

¿Pero parece que todavía hay miedo a espacios cerrados como un autobús?

-Se ha incrementado todavía mucho más el transporte privado y el público va todavía por detrás. Cada día se suman entorno a 1.000-1.500 personas más. Es algo gradual. Esperamos que la población siga depositando confianza y se siga subiendo a los autobuses.

¿Habrá que mantener las medidas de seguridad?

-Los autobuses nuevos ya vienen con mamparas y en los modelos antiguos sin protección se ha puesto una provisional retráctil. Progresivamente se irá sustituyendo por la mampara fija. Este año se incorporan nuevos autobuses a la flota y todos vienen ya con mamparas. Ahora la ocupación permitida por el BOE es de dos pasajeros por metro cuadrado de pie, y en todos los asientos. Nosotros hemos postergado lo de todos los asientos hasta el lunes que viene, día 15, por hacer la transición paulatina. Ahora siguen yendo uno sí y otro no, y a partir del lunes todos los asientos estarán disponibles. Eso subirá a un 60-65% la ocupación.

¿Qué es lo que han hecho en otras ciudades?

-Los porcentajes de utilización del transporte urbano han sido los mismos aquí que en Córdoba, en Logroño, París y Londres. Cayó al principio de la crisis a un 92-95% y en todas partes se está recuperando de una forma muy similar. Muy paulatinamente, y poco a poco. En toda Europa se tiene claro que el transporte público ha sido después del sistema sanitario el más impactado por la crisis, por dos razones. Porque la gente lo deja de utilizar y porque hay que seguir prestándolo porque es un servicio público, y con las limitaciones de aforo. De ahí el sobredéficit. Por eso se está pidiendo que haya un fondo europeo específico y por eso se ha creado un fondo estatal para el transporte público.

¿Y qué nos va a caer?

-Lo ha pedido la Federación Española de Municipios y Provincias, y nos hemos reunido con la FNMC para que pida un fondo específico para el transporte público para Navarra. Parece ser que Navarra tiene dificultades para acceder a ese fondo estatal. No me meto de donde tiene que salir el dinero pero Navarra tiene que tener un fondo específico porque, si no, se nos cae no solo el de la Comarca sino el interurbano de toda Navarra.

El déficit del transporte urbano comarcal va a pasar de 12 a 18 millones, seis millones más de un servicio ya deficitario, ¿quién lo paga?

-Calculamos que va a ser de seis millones de euros desde que empezó la crisis hasta final de año. El 65% del déficit es a cargo del Gobierno de Navarra y 35% de los ayuntamientos del ámbito. Navarra Suma ha pedido que vaciemos la caja de SCPSA, es decir, las reservas destinadas al centro de residuos, a la recogida selectiva y al sellado de Góngora para que repartamos dividendos para pagar el transporte público, y eso es inaceptable. Porque además no todos los ciudadanos que pagan la tasa de residuos tienen transporte público. El de Goñi subvencionando la villavesa del Paseo de Sarasate, ya lo que faltaba...

¿Vamos que las tarifas de los usuarios terminarán superando el 50% del coste del servicio que es el límite actual?

-Eso debería ser analizado en el siguiente Plan de Transporte el año que viene, ahora ya están fijadas. Nada es descartable. Nosotros lo que creemos, y estamos en sintonía con el Gobierno foral, que hace falta una nueva ley de financiación del transporte público, tanto el urbano como el interurbano. No puede ser que tengamos estas tensiones por pagos ordinarios y cada vez que hay una pequeña sacudida se nos cae todo el andamiaje. De hecho en Madrid hay un borrador de ley del transporte público. Esperamos que con esta ley y lo que hagamos aquí tengamos algo más estable.

¿Cuáles serían esas fórmulas?

-Hay muchas formas de financiación del transporte público. Desde que los ayuntamientos tengan una carga mayor a que haya algún tipo de impuesto o tasa. A partir del IBI... En algunos sitios se utiliza una tasa sobre el impuesto de circulación y matriculación para sufragar el transporte público.

Ese 35% también va a suponer un mayor esfuerzo para los ayuntamientos...

-Ayuntamientos como Pamplona tienen que pagar casi un millón más. Nosotros creemos que tiene que haber un fondo específico. Con fondos ordinarios no se puede afrontar la crisis del transporte público.

¿Y la Mancomunidad podría aportar algo teniendo en cuenta que tiene superávit?

-Ahora dependemos de que el Gobierno y los ayuntamientos haga la transferencia para pagar a TCC. Ni siquiera puede pedir un préstamo porque no tenemos ingresos. La sociedad gestora trabaja con las tasas de agua y basuras. En SCPSA lo que ocurre es que, como nunca se han acabado de afrontar las inversiones que había que hacer, ese dinero se va quedando pero con las inversiones que tenemos que hacer a tres años todo ese excedente va a desaparecer. Porque tenemos que invertir mucho más de lo que tenemos. Hay 50 millones guardados y el centro de residuos con el terreno cuesta 80 millones, el sellado de Góngora 22 millones, los contenedores valen 8 millones... La MCP tendrá que salir fuera a buscar dinero de Europa y del Gobierno de Navarra, para poder afrontar las inversiones.

15.000 negocios se van a ver beneficiados de la exención del pago de la tasa de basuras por el cierre de sus negocios durante la pandemia. ¿Cual va a ser el coste total del impacto del covid en la MCP?

-Al margen del transporte, la principal merma de ingresos este año tiene que ver con la medida que adoptamos de apoyar a los negocios que han tenido que cerrar para no cobrarles la tasa de residuos. Son 15.000 negocios directamente afectados por las restricciones del estado de emergencia, bares, cafeterías, comercios y empresas en el ámbito de Pamplona y Comarca. Esta medida va a suponer un total de 2,8 millones a lo que hay que sumar el descenso en la facturación del agua, la menor utilización de nuestro vertedero por otras empresas, el incremento de tarifas sociales, intereses de demora, menos entradas del reciclaje de papel -se ha recuperado algo pero es un mercado muy fluctuante-, descenso de la venta de energía porque está muy barata... Suponen seis millones menos de ingresos en total. Como también hemos tenido menos gastos al final calculamos unos cuatro millones de impacto. También somos la mancomunidad que menor subida ha planteado en las tasas de todos los servicios.

¿En qué va a repercutir esta menor recaudación?

-Dejaremos de hacer cosas. Varias paganas serán las infraestructuras que se renuevan, por ejemplo se postergará el arreglo de tuberías. Aplazaremos y haremos por fases algunas inversiones o no se llevarán a cabo algunas campañas de comunicación...

¿La reforma de Salesas como sede de MCP sigue adelante?

-Sí, las obras están en marcha, se han colocado las medidas de protección y se ha avisado a los vecinos del inicio de los trabajos. Vamos a conseguir centralizar todos los servicios y potenciar que vaya la gente en bici.

Habla de 80 millones para la planta de basuras de Imarcoain. ¿Confían en que se implique el Gobierno foral?

-Creemos que sí. Es un proyecto de interés general para Navarra que trata de los residuos de la mitad de la población de Navarra y que no pueden dejar a la MCP sola. De hecho, en el resto de Navarra el Consorcio cuenta con el apoyo del Gobierno para plantas de compostaje, etcétera. Nosotros también pediremos ayuda. Sí que es verdad que con esto de la crisis en Europa se han abierto nuevas vías de financiación -o se van a abrir- para todo el tema de economía circular y tecnología verde que, en este caso, además, genera gas para mover el transporte y se hace compost.

¿Seguimos pagando dos millones por verter en Góngora al Gobierno de Navarra?

-El vertedero de Góngora es la mayor fuente de emisiones de gases invernadero que tenemos en toda Navarra. Es un problema que tenemos que solucionar sí o sí, ya! De hecho, además de incumplir las leyes forales y estatales está en el ojo de la Comisión Europea, y cualquier día nos puede caer una gran sanción. Pagamos dos millones al año de impuesto de vertido, 20 euros por tonelada vertida. Se está pidiendo que este año haya una moratoria y se pague 10 euros, o sea un millón. Es dinero de los contribuyentes que estás quemando.

El nuevo sistema de contenedores con tarjeta es la apuesta para mejorar la separación en origen de la basura. ¿Muchas expectativas?

-Los nuevos contenedores se empezarán a colocar en 2021 (hasta 2023). El de orgánica y restos tendrán acceso limitado a días concretos. Queremos evitar que la gente no vea el contenedor de resto (el verde) como un minivertedero. Acabará siendo un contenedor mucho más pequeño. En estos momentos se separa el 15% de la materia orgánica en los contenedores de cerradura (marrón). En las pruebas piloto que se han hecho en los barrios de Artica y Azpilagaña directamente se salta al 55%, es decir, se multiplica casi por cuatro. Y lo que se ha visto es que este porcentaje de separación no es solo un efecto flash sino que dura e incluso ya casi se está llegando al 60%. Es decir, está aumentando. Y solo con poner el contenedor con tarjeta. A partir de ahí podemos seguir trabajando hasta llegar a los porcentajes que nos exigen del 70-75% de la materia orgánica que es el verdadero problema. Cuando consigues separarla del todo, por un lado la puedes recuperar para hacer compost de alta calidad, y por otro lado esa materia orgánica no está contaminando los envases y otros materiales. Está claro que esta planta no tiene sentido si no hay recogida y separación en origen bien hecha. Y habrá campañas potentes de concienciación.

Los ecologistas dicen que las plantas de biometanización están cuestionadas en Europa porque producen "purés" que se puede enterrar sin miedo, y a un coste brutal...

- Se va a hacer lo mismo que en el norte de Europa (esta planta es muy parecida a una que visitamos en Alemania, en Gütersloh). Con la materia orgánica que viene separada, y que vamos a luchar para separar lo más posible, se hace un tratamiento primero para sacar energía y un segundo para hacer compostaje, mezclada con restos de poda. Y ese compost de alta calidad va a los campos, incluso a huerta. Con la fracción resto, donde hay mucha materia orgánica que vamos a intentar por todos los medios que cada vez sea menos porque va contaminada, se hace el tratamiento anaerobio, se le saca gas para mover vehículos, y eso queda inertizado, y se puede utilizar para sellar vertederos. La mejor máquina es la separación en origen. Además, con este sistema conforme vayamos mejorando en la separación de materia orgánica podamos ir ampliando la zona de compost de calidad y reduciendo la otra.

Pero habrá que buscar una zona de vertido en la Comarca para ese rechazo, ¿donde?

-Para cuando tengamos el nuevos centro tendremos implementados los contenedores. Habremos subido al 50-55% de la materia orgánica, bien separada. Y luego habrá que buscar un sitio de depósito. En Imarcoain no va a ser. Lo descarta directamente el Plan de Residuos. Dentro de 15 años, por la normativa europea, el vertido sólo va a poder ser del 10%. Los vertederos son dinosaurios, van a desaparecer. En 20 años no van a permitir que haya. En el norte de Europa se incinera.

¿Los ciudadanos que más basura generen terminarán pagando más en el recibo?

- Se van buscando fórmulas, ligándolo al consumo de agua o la riqueza territorial. Ahora se paga una tasa en función del valor catastral y con algunas correcciones. Es un sistema imperfecto pero no he visto una receta mágica para medir lo que produce de basura una familia. Es complicado en nuestro sistema de aglomeración urbana.

"El sobredéficit de las villavesas será de 6 millones y 4 millones el impacto en los ingresos de agua y basuras"

"El hecho de que 15.000 negocios no paguen la tasa de basura supone 2,8 millones de gasto"

"En algunos sitios se utiliza una tasa sobre el impuesto de circulación para financiar el transporte"

"Sería inaceptable que vaciemos la caja de SCPSA para pagar el transporte público como pide Navarra Suma"