Estella-Lizarra - Lerín alcanzó 2020 con la aprobación de sus presupuestos, un total de 1.688.589 euros con los que afrontará los gastos del ejercicio, en el que no podrá endeudarse en más de 200.000 euros pese a que su situación financiera actual, con más de un millón de euros en sus cuentas bancarias, le permitiría afrontar proyectos que de momento tendrán que esperar.

Es algo que su alcaldesa, Consuelo Ochoa, está convencida de que podrán realizar este mismo año cuando en marzo cierren las cuentas de 2019 y puedan certificar que se encuentran libres de deudas. “La única que nos queda son 68.000 euros del centro cívico que vamos a cancelar y así nos quedaremos sin ninguna”, y con un remanente de cerca de dos millones de euros. Es por eso que Ochoa dice que si sus presupuestos pueden parecer conservadores es “porque así nos lo exige la ley y por eso hemos tenido que quitar de los presupuestos cerca de 300.000 euros de inversiones que esperamos activar a lo largo del ejercicio”.

En este sentido, Lerín cuenta con un plan de inversiones con unas previsiones de gasto de 3.262.000 euros a desarrollar en los próximos cuatro años. De los 200.000 euros previstos para este año en los presupuestos, se llevarán a cabo las obras en el Colegio Público Blanca de Navarra y se iniciarán las del sistema de depuración de las piscinas.

Dentro de las grandes inversiones destaca el proyecto del Auditorio, una obra que se estima necesitaría 1,8 millones de euros y cuyo proyecto, estima la alcaldesa, se podrá ejecutar este año. Para las obras de pavimentación y redes, Lerín cuenta con unas previsiones de gasto de 600.000 euros aunque las obras más inmediatas podrían ser las de pavimentación de las calle Blanca de Navarra que tendrían un presupuesto de 90.000 euros. Existen otros proyectos como el plan anual de caminos de secano y de regadío y otros de eficiencia energética, además de otros proyectos de utilización turística del patrimonio (cuevas y las cabañas) que según Ochoa “iremos afrontando esta legislatura”.

La alcaldesa recuerda la situación que se encontró cuando llegaron en 2015 al Ayuntamiento. “Una deuda de 2.194.000 euros (1.400 euros por vecino). El Ayuntamiento llegó a tener solo seis euros en sus cuentas y los trabajadores municipales sin cobrar”. Aquella deuda “descomunal” en parte se liquidó con la venta de terreno en el polígono industrial y con la valoración de comunal del que se recaudaban 23.000 euros y hoy son 219.000. Llevando “una gestión económica férrea, cero inversiones, pero ahora es el momento donde podremos invertir medio millón por año y haremos las modificaciones presupuestarias necesarias para poder llevarlas a cabo en cuanto sea posible”.