- La afluencia diaria de visitantes al espacio natural del Pantano de Alloz supera con creces cualquier predicción vinculada a otros años y satura las aparcamientos establecidos, los caminos comarcales y las previsiones de basuras. Pero todo esto se disparó de manera especial el pasado fin de semana donde las buenas temperaturas y la idea de pasar unas horas en las aguas del pantano hicieron que tras llenar los aparcamientos se ocuparan los caminos agrícolas locales una vez que se llenaron las zonas de aparcamientos establecidas.

Uno de los lugares más afectados fue Lerate donde los vecinos se mostraban muy preocupados por la avalancha de gente que se produce cada día en esa zona y que se había disparado. "No es que nos moleste que venga gente, ya estamos acostumbrados", comentó Susana Sánchez, una sanitaria y vecina de Lerate, "pero estamos muy preocupados porque estamos ante una pandemia que nos ha tenido durante dos meses encerrados y de pronto en Alloz nos encontramos con todo este gentío y que llega hasta aquí sin control; pero la covid-19 está ahí y este descontrol no se debería permitir".

Una opinión que está generalizada en Guesálaz. Su alcalde Pedro Soto comentó a este periódico las medidas puestas en marcha desde el ayuntamiento como la colocación de señales advirtiendo de la prohibición de transitar por los caminos locales sin permiso específico y las cuatro personas que han custodiado e informado a los usuarios de los aparcamientos a los que se sumará esta semana un quinto trabajador. "Una vez que se han llenado los aparcamientos establecidos la gente no se va, no hacen caso a las señales y aparcan en los caminos incluso en las fincas privadas", indicó. Soto admitió que desde el ayuntamiento lo están pasando mal "necesitamos que nos ayuden más las fuerzas de seguridad (en esta tarea se alternan semanalmente los cuerpos de Policía Foral y Guardia Civil). Una preocupación que también comparte desde el ayuntamiento la concejal Beatriz Comesaña "creemos que hemos gestionado bien el tema de los parking pero tampoco se trata de activar muchos aparcamientos: la idea es también dimensionar la acogida". Un tema que no sólo atañe al tráfico sino que es un concepto más global que incluye, desde luego, la gestión de la basura. "La idea es que en espacios como éste cada visitante se tiene que responsabilizar de la basura que genera: que todo lo traigan se lo vuelvan a llevar", comentó Comesaña, quien afirmó que la covid-19 adelantó un campaña que desde Guesálaz tenían claro para empezar porque no disponían de contenedores de pedal que impidieran el contacto y los que había eran manuales lo que implica mayor riesgo en su uso. "Con la pandemia todo se ha complicado y lo que tiene que funcionar es la responsabilidad personal", indicó. Desde el Ayuntamiento de Guesálaz se están analizando los factores que influyen tanto en la salud pública de los vecinos como también en "la salud medioambiental del valle" para llegar a un equilibrio.

Desde la asociación Tierras de Iranzu su gerente Charo Apesteguía repitió una vez más las normas básicas y de sentido común como que los visitantes tienen que respetar las señales y si ven que no hay aparcamientos "tendrán que ir a otros lugares". También pidió "responsabilidad" a los que acudan a Alloz. "Por un lado los grupos que lleguen no pueden ser de más de 25 personas y luego tienen que respetar las medidas de dos metros de separación en el agua y, por supuesto, las basuras se las tienes que llevar: residuos cero" afirmó Apesteguía. Por su parte, el alcalde del valle Pedro Soto entendía que, además de Alloz, durante estos días se han desbordado casi todos los espacios naturales y reclamó responsabilidad a los visitantes "el entorno es muy bonito pero hay gente que vive de ese entorno". Se quejó de que el Ayuntamiento de Guesálaz está compuesto por 15 localidades pero que solo cuenta con 440 habitantes y que ya han tomado todas las medidas posibles "por encima de nuestras posibilidades. Ahora es el momento de que el Gobierno de Navarra intervenga en este problema".