Mirafuentes es una de las pocas localidades de Tierra Estella en recuperar la antiquísima fiesta del Mayo. Una tradición que se recuperó aquí hace dos décadas y que este año se ha adaptado a las restricciones impuestas por la covid-19. La fiesta reunió a varias decenas de vecinos que levantaron un gran chopo del que colgaron algunos objetos (espadas, sol, cruz...), además de una bandera blanca “que representa la paz”, aseguró el alcalde, Mikel Izurdiaga. La fiesta contó con una aperitivo del que participaron los vecinos y vecinas que, según Izurdiaga “cuadruplican su población en verano”.