Noáin ha dedicado el segundo día de sus fiestas a la juventud. A las 12.30 horas del mediodía, no demasiado pronto para dar a los más trasnochadores algo de margen, ha vuelto a celebrarse después de dos años el desfile de carrozas. Una multitud de cuadrillas disfrazadas de los personajes más pintorescos arrastraban sus carrozas en las que llevaban trabajando las últimas semanas. Entre las temáticas, de lo más variadas, se podía ver un barco pirata, un grupo de granjeros, una cuadrilla de Franks de la Jungla, varias copias del mítico Freddie Mercury con su propia batería o un grupo de egipcios que portaban una pirámide. Todas competían por los premios que más tarde se entregarían a la mejor carroza, la más original y al mejor disfraz.

Había incluso un camión de bomberos que se encargó de combatir las altas temperaturas refrescando con pistolas de agua a los vecinos colocados a los laterales de la calle. Dada la magnitud de la carroza, resultaba sorprendente saber que la cuadrilla había tardado tres días en hacerla. “Tenemos una amiga que es ingeniera experta en carrozas, ella marcaba y nosotros detrás hacíamos todo como ella mandaba”, explicaba Sarai Malaguilla, de 25 años. La idea surgió en homenaje a uno de los amigos que recientemente se presentó a las oposiciones de bombero. “La alarma iba a sonar a las 10.30 horas y nos hemos levantado a las 9.00 horas de los nervios y emoción. Después de tres años sin poder celebrar las fiestas, les comentaba a mis amigas que tenía los pelos de punta antes de salir con las carrozas. Este día es muy importante porque lo preparamos los jóvenes con todo el amor y todo el cariño, hay muy buen rollo”, contaba Sarai. Es el área de Cultura y Deporte del Ayuntamiento la encargada de ponerse en contacto con los jóvenes, reuniéndose con uno o dos representantes de cada cuadrilla para escuchar y atender sus propuestas. “Se nos escucha mucho a los jóvenes en este pueblo”, recalcaba Sarai.

A bordo del barco pirata viajaba la tripulación formada por Aitana Correcher, Saioa Apellaniz, Irune Ardila, Maider Yoldi y Leire Espallardo, de 19 años. Llevaban alrededor de tres semanas elaborando su carroza. Era el segundo año que participaban, la primera vez fue justo antes de la pandemia. Explicaban que cada una fue aportando poco a poco hasta terminarlo pero al ser sólo cinco, “nos ha costado más tiempo y más dinero, estamos pobres y, -bromeaba-. Nos ha costado pero cuando ves el resultado merece la pena”, aseguraba una de ellas.

Las sorpresas y el ingenio no cesaban, como muestra de lo en serio que se toman los jóvenes de Noáin este acontecimiento, había incluso quien se atrevía a incluir animales en su carroza. Aitana Martínez de Irujo y Leire Balsera, de 19 y 20 años, disfrazadas de granjeras, confesaban que habían tenido que improvisar con el resto de su cuadrilla en el último momento porque su idea inicial era otra. Sin embargo, eso no hizo que su carroza pasara desapercibida porque llevaban ni más ni menos que gallinas. 

También ha habido algún grupo que optó por darle vida los personajes de las películas de su infancia. Oihane Castro, Odei Salazar y Amaia Zuza, de 20 años, se inspiraron en la película de animación Toy Story y cada una de las 11 personas que fabricaron la carroza llevaba el disfraz de un personaje diferente. “Nosotros somos los malos pero este año hemos mejorado”, alegaba orgullosa Amaia. Debatiendo sobre si merecían o no alguno de los premios, “hay competencia porque todos queremos ganar pero al final nos llevamos bien entre todos y nos ayudamos”, explicaba Odei.

Tras el desfile, que ha concluido en la Plaza de los Fueros, se celebró una comida para las cuadrillas para que pudieran retomar fuerzas para continuar con el día, que no había hecho más que empezar. A la tarde, acompañados de Los Artistas del Gremio han bajado desde el frontón del colegio hasta la carpa de la Zona joven donde se ha realizado la entrega de premios.