Después de una explosión festiva intensa, los y las altsasuarras celebraron ayer el segundo de cinco días de celebraciones, una jornada para recuperar fuerzas y también para guardarlas de cara al fin de semana. Y qué mejor manera de comenzar que con un buen hamaiketako, los almuerzos que ofrecen las sociedades gastronómicas de la villa al mediodía en el exterior de Gure Etxea, uno de los actos consolidados en el programa. El de ayer era el primero de estas fiestas, aunque muy diferente al de otras ocasiones. No en vano, la coincidencia del cohete con el día grande ha cambiado el programa habitual.

Así, no hubo que esperar a que llegara la procesión desde la ermita del Santo Cristo de Otadia para comenzar y a las 11.30 horas ya estaban los más madrugadores con ganas de llevarse algo a la boca. Ayer fue el turno de Beti Yaten. Los cocineros y camareros a su vez fueron Luis Salgado, Juan José Díez, Javier Martínez, Beronika Méndez, Patxi Rivero y Mª Ángeles Morán, de la junta directiva de esta sociedad que cuenta con un centenar de plazas,todas cubiertas. “Ha entrado mucha gente joven”, apuntaron, al tiempo que destacaron que es la segunda sociedad más antigua de Altsasu, detrás de Zubeztia. Ayer prepararon pinchos de txistorra, 8 kilogramos en total y 25 tortillas de patatas además de dos quesos. “Hemos estirado el presupuesto al máximo”, contaban estos socios y socias. Y es que el Ayuntamiento aporta a cada sociedad 270 euros para los gastos además del vino.

El concierto del mediodía fue con Iñaki Uranga. Nerea Mazkiaran

Aunque había apetito, no se agotaban las existencias, con bandejas surtidas en las mesas, nada que ver con otras épocas, cuando se llegó a poner vallas para poner orden. Así, no había prisa para para disfrutar de este tentempié a media mañana para luego continuar de fiesta, cada uno a su ritmo. Hoy será el turno de Zubeztia, mañana del Centro Cultural La Encina y el domingo, el último, a cargo de Amandrea.

Si bien el repique de las campanas de la parroquia no fue la banda sonora de este almuerzo, estuvo animado por las pruebas de sonido de Iñaki Uranga, que ofreció después el concierto del mediodía. El menor de esta saga familiar, conocida sobre todo por el mítico grupo Mocedades, acudió a la villa con cinco músicos, con temas propios y éxitos de otros músicos en un animado vermut.

Los pronósticos meteorológicos anunciaban lluvia pero se equivocaron. No obstante, por si acaso, el parque infantil se trasladó al frontón Zelandi, donde los niños y niñas pudieron disfrutar en los castillos hinchables y otras atracciones. En Zelandi también fue la salida y llegada del tren txu-txu, que recorrió las calles de la villa mañana y tarde.