En la primera planta de la Casa del Reloj, una minúscula zona en donde el aire desaparece y se alcanzan fácilmente los 40 grados centígrados, se acumularon los políticos que, entre botellas de champán y confeti, celebraron el comienzo de las fiestas. Sin duda, este era un cohete especial, teniendo en cuenta que apenas unas horas atrás los ciudadanos estaban votando, por lo que el lugar se convirtió en una imagen perfecta de la resaca electoral. El sitio ideal para tomarle el pulso, no solo a la política nacional tras el 23-J, sino a la foral con las conversaciones por la formación del Gobierno de Navarra y a la municipal tras la reciente mayoría absoluta de Alejandro Toquero.

Miembros del Partido Popular en Navarra.

Desde UPN no quisieron entrar a valorar en profundidad el resultado electoral, aunque el alcalde de Tudela afirmó que “no se trataba del resultado esperado” y emplazó a “hacer una reflexión más adelante”. Aun así, desde la formación regionalista disfrutaron del cohete, acaparando el balcón de la primera planta y coreando el apellido de Toquero. Merche Añón, que se quedó sin escaño en el Senado, afirmó que “le daba pena por Navarra” y reconoció “no entender al resultado tras haber sido la fuerza más votada en los comicios de mayo”, asumiendo que “de haber ido con el PP, habríamos arrasado”. Más contundente fue Javier Esparza, presidente de UPN, que mostró su preocupación y le recriminó al PP “haberle vendido a los españoles que podía haber un cambio de gobierno”, emplazándole a “explicar lo ocurrido”. Asimismo, reconoció que “el cohete de Tudela es el mejor de Navarra” y no quiso darle importancia a algunos gritos como el ya tradicional “Puta Pamplona Tudela Capital” o el “Que te vote Txapote” que se escucharon en varias ocasiones, de los que dijo que eran “simplemente fruto del momento”.

Los representantes de EH Bildu con Laura Aznal.

Más alegría reinaba en la izquierda, sobre todo entre los socialistas, que -según explicó la presidenta María Chivite-, “no conseguían un resultado así desde 1986”. Chivite aseguró que el resultado les daba mucha fuerza para seguir liderando “gobiernos de progreso” tanto en Navarra como en España y afirmó que las negociaciones del programa de gobierno acabarían “pronto”, aunque reconoció que todavía quedaban cosas pendientes, por lo que “no tendría mucho tiempo de bajar a Tudela”.

Por su parte, los integrantes de Contigo Navarra, que aprovecharon para gritar “no pasarán” antes de hacerse la tradicional foto de familia, también se mostraron “satisfechos” con los resultados a pesar de haber pedido la única diputada con la que contaban. La portavoz en el Parlamento de Navarra, Begoña Alfaro, afirmó que “se habían quedado a muy poquito”. Además, Alfaron reconoció que, aunque tenía pensado quedarse toda la semana, tendría que ir a Pamplona para continuar con las negociaciones del Gobierno de Navarra, de las que confesó que “iban bien”, pero que esperaban “aumentar el ritmo y la intensidad para que Navarra tuviera cuanto antes un gobierno”. En relación a los gritos, Alfaro quiso recriminar que se escucharan, pero especialmente “que se fomenten” y deseó que se disfrutara y celebrara “con respeto”. El portavoz de Contigo Tudela, Eneko Larrarte, coincidió con Alfaro y reconoció que “creía que los grupos locales iban a tener el protagonismo que se merecen”, criticando “la imagen del pasado” que desde el Consistorio habían querido dar.

Jesús Marquina, lanzador del cohete, ante una abarrotada plaza.

Una cuadrilla posa durante el recorrido de la peña La Revolvedera.

Miembros del PSN posan con la presidenta María Chivite en el centro de la imagen.

2. La coalición Contigo Navarra, junto a Begoña Alfaro, portavoz en el Parlamento de Navarra, y Eneko Larrarte, portavoz en el Ayuntamiento de Tudela.

Foto de familia de UPN con el alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, la alcaldesa de Pamplona, Cristina Ibarrola, y el presidente de UPN, Javier Esparza.