La acogida, la solidaridad y el sentido de pertenencia a un lugar son valores que en Estella-Lizarra se trabajan durante todo el año. También en fiestas y sobre todo en la jornada del miércoles donde lleva varios años instalada la comida popular organizada por Lizarra Ciudad de Acogida.

Ayer la interculturalidad de la ciudad del Ega se hizo más patente en un gran desfile en el que se pudo ver estellicas con raíces de diferentes países del mundo: Afganistán, Bolivia, República Dominicana, Ecuador, Senegal, Marruecos, Argentina o Colombia.

Componentes de la peña La Bota, delante de uno de los totems en la Inmaculada. Redacción Estella

Así, un gran recorrido por las calles de Estella-Lizarra reunió colectivos diferentes que buscaron el fin común del encuentro en las fiestas. Entre los grupos participantes, hubo danzas y músicas de diferentes países que se mezclaron con las originarias de Estella-Lizarra interpretadas por gaiteros o grupos de danza como Larraiza, el Puy y San Andrés, Francisco Beruete, Belart o la Batucada de Urbasa y Andía.

Estellicas de distintos orígenes, con sus trajes y banderas en la escalinata de San Pedro. Redacción Estella

Entre danzantes y totems gigantes, también hubo hueco para pancartas que hablaban bien claro de que en la ciudad del Ega todo el mundo es bienvenido y “que todos somos vecinos y vecinas” independientemente del lugar de nuestro nacimiento. “Nuestra cultura es como una macedonia en la que cada uno aporta un color o un gusto pero que todos damos lo mejor para la convivencia”, aseguró Peio Goiatxe, de Lizarra Ciudad de Acogida.

Uno de los totems del desfile de ayer por las calles de Estella-Lizarra. Javier Arizaleta

Con todo, el desfile estuvo organizado también por Amaika 11 Kolorea. Para Txekun López de Aberasturi la idea es organizar un día donde se pueda visibilizar en la calle la diversidad cultural “para que todos los estellicas de cualquier origen puedan participar con sus músicas, sus banderas o lo que quieran”, aseguro Txekun para quien “históricamente se sabe que la participación en las fiestas es el acto que más capacidad tiene de generar sentimiento de pertenencia e identidad a un pueblo. Con una fiesta como esta queremos impedir que nadie se pueda sentir ajeno a ser de Estella-Lizarra”, aseguró López de Aberasturi.

Tras el recorrido por la ciudad la plaza de Santiago acogió la segunda parte de la fiesta que, ademas de numerosos muestras musicales fue el escenario de una comida popular en la que participaron alrededor de 450 personas.