En el día grande de sus fiestas, Aoiz recibió este domingo la visita de gigantes amigos. Precisamente, 50 años después de aquel 11 de agosto de 1974 en el que bailaron solo dos, los Reyes Católicos, los primeros adquiridos, ayer lo hicieron rodeados de una multiplicación de figuras.

Ocho comparsas completas llenaron sus calles de ilusión y de vida, en la mayor concentración hasta hoy desde 1988 , año de la primera gigantada en la villa. La de ayer fue también significativa porque estaban llamadas las más asiduas: Huarte, Lumbier, Txantrea, Espinal, San Jorge, Berriozar, Sociedad Nueva Tudela y Cáseda, con sus grupos de gaitas y txistus. Con la de Aoiz, al completo, reunieron 38 figuras en un día duro en el que dieron lo mejor de sí rozando los 40 grados.

“Son las comparsas que más veces han venido a Aoiz, aunque no están todas, son las más allegadas Tampoco podemos asumir mucho más”, declaraba el portavoz de la agoizka, Unai Lako, al tiempo que agradecía el esfuerzo de todas ellas en el día tan caluroso. “Las salidas son en verano y pasamos calor. A pesar de ello, este es uno de los días más bonitos del año para las comparsas, nos juntamos y estrechamos lazos. Somos compañeros y haremos gira, les devolveremos la visita. Contamos con jóvenes que se han agregado y animamos a la gente madura a que siga apoyándonos”.

La de la Txantrea es la más veterana en Aoiz, con 37 años en su haber. “Hemos tenido mucha relación desde el principio y la seguimos teniendo. Apenas tres años después de formar la nuestra, vinimos a la primera salida”, contaba Blas Subiza, veterano también de Txantreako Konpartsa y autor de la pareja de gigantes agoizkos y de los txikis, Kaskabobo y Maskarita.

Txantreako Konpartsa (en su 40 aniversario) y sus cuatro gigantes: 37 años de visita en Aoiz han estrechado lazos. Unai Beroiz

Recordaba Subiza que la comparsa “artesana y pionera” nació y se hizo en auzolan en el seno de la peña Armonía Txantreana con la idea de mover a los txikis por las mañanas”. Fue el germen de las comparsas de otros barrios de Pamplona.

Ayer sudaron todas en Aoiz para bailar sus figuras de 40, 45 y 50 kilos. La juventud no falló. Después de una larga noche, respondieron como Zaira Lebrero, su Sorgiña txantreana (52 kilos). “Con el tiempo, te acostumbras al gigante y al calor”, confesaba una de las y los 18 jóvenes de la Txantrea ayer en Aoiz con 5 mayores y sus cuatro gigantes: Tartalo, Basajaun, Mari y Sorgiña, de las 16 figuras que componen la comparsa.

La plaza del Mercado, cuya sombra buscaron, fue una representación de la historia y costumbres de los lugares de origen de cada comparsa bordado en sus vestidos. Como los anfitriones: Reyes Católicos (1974) Carlos III el Noble y Doña Magdalena (1987) y Agoizka y Agoizko (1992) con los txikis, Kaskabobo y Maskarita (1995) y Piquero y Pelaire (2010). Se les unió una figura mediana que se sumó espontáneamente, Leonor, de Noáin, del niño Julen Urriza Sarasola, de 10 años. La Polonesa y el Vals más concurridos cerraron la mañana antes de la comida con 130 comensales.

Pelaire, Piquero, Maskarita y Kaskabob, los gigantes txikis agoizkos, bailan entre los grandes. Unai Beroiz

Antes de este baile conjunto, la plaza Baja Navarra fue tomada por las danzas bajo un sol de plomo. Agoizko Dantzari Taldea desplegó un repertorio por grupos de Euskal dantza al son de Txistularis de Aoiz. Mientras, a la sombra, se hacía el tradicional reparto de chorizo, queso y vino. Domingo de fiestas, también día grande en la iglesia, con la Misa de la Vela interpretada por la Coral San Miguel y el Vals de Gigantes con Oihan Iturria y Xabier Dendarieta al son de Milaur Gaitari Taldea. Además, en este día a San Miguel se le canta en la calle con nota alta: Agur Jaunak, la coral, y la aplaudida Jota del vecino Javier Erdozain.