Uno de los motores de las fiestas de San Bartolomé de Ribaforada es la Banda Municipal de Música, la cuál dirige desde hace más de tres décadas José Antonio Huguet. “Hacemos un poco de todo en fiestas; tocamos el cohete, la procesión o la bajada de las comidas populares hasta las vacas junto a la charanga, entre otros”, destaca Huguet sobre el papel de la Agrupación durante la semana festiva. La gran tradición musical en la localidad ayuda a que hasta 70 vecinos formen parte, aunque el director puntualiza que, “quitando navidades y estas fiestas de San Bartolomé, donde nos juntamos prácticamente todos, el resto del año vamos oscilando entre 40 y 50 personas”.

Uno de los secretos de esta banda de música es el buen ambiente que se respira entre sus componentes y que se traslada al público. A pesar de que no se cobra por tocar en ella, José Antonio Huguet quiso poner en valor “el gran compromiso de todos los músicos”. Durante las fiestas de San Bartolomé, seguramente sea más complicado encontrar esa buena voluntad, pero se consigue con cierta libertad. “Lo llevamos bien porque damos un poco de manga ancha, que es necesaria para que la banda funcione. Hay actos que los jóvenes fallan más como el día de las peñas y estamos los veteranos tirando del carro y al revés. Lo vamos compaginando porque cuando hay que dar la cara de verdad la gente se compromete”, señala.

DÍA DE LA BANDA

Antes de la pandemia por el COVID, en la agrupación musical se propusieron celebrar su propio día durante las fiestas, por lo que, tal y como asegura Huguet, “preparamos una comida y cuatro o cinco disfraces y realizamos con ellos la bajada al encierro”. Esta jornada quedó ya instaurada como una tradición más y ayer fue el día de realizarla. Según comenta su director, “es una manera de hacer más unión entre jóvenes y mayores, y que los músicos disfruten también de tocar en la banda”.

En cuanto al repertorio que utilizan, la Banda tira de canciones de charangas populares que todos los miembros aprenden desde pequeños. A eso se le unen arreglos más modernos que les ayudan a preparar la charanga Musikaña de la localidad y también otro repertorio más clásico para conciertos como bandas sonoras o zarzuelas. A pesar de este carácter popular, la Banda de Ribaforada goza de un alto nivel, ya que, como indica Juan Antonio Huguet, “tenemos varios componentes que son músicos profesionales por toda Europa y que no dudan en venir a echar una mano durante las fiestas. Además, una media docena de profesores de la Escuela de música de aquí son originarios de Ribaforada y vienen también a tocar”.

El buen hacer de Juan Antonio Huguet en la banda de música de su localidad lo ha sabido exportar también a la vecina localidad de Fustiñana, donde este año ha sido reconocido como hijo adoptivo por su labor también al frente de la Agrupación musical. Hoy la Banda de Música será la encargada de entonar el Pobre de Mí con el que se darán por finalizadas unas fiestas en las que han vuelto a ser protagonistas.

CONCURSO DE CALDERETES. La gastronomía está muy unida a las fiestas de Ribaforada, principalmente las Comidas Populares que atraen a cerca de 700 personas en cada una de las cuatro que han celebrado. Durante la jornada de ayer además se celebró el tradicional concurso de calderetes en el que participaron numerosas cuadrillas de la localidad y se repartieron 280€ en premios.