PAMPLONA. El Parque de Desinfección del Ayuntamiento de Pamplona ha detectado en el último año un total de 96 nidos de avispa asiática, una especie invasora que apareció por primera vez en la Comarca de Pamplona en torno a los años 2012 y 2013.

Con esos nidos se han tomado diferentes decisiones, dependiendo del momento de su detección, desde retirarlos para evitar riesgos hasta dejarlos en su lugar porque se encontraban ya inactivos, ha informado el consistorio en una nota.

Estas decisiones se toman en base a un plan de actuación establecido por Gobierno de Navarra que coordina las actuaciones de las distintas unidades administrativas en la lucha contra la especie. Durante este 2019 se van a colocar trampas en diferentes zonas de la ciudad para capturar a las avispas reinas y evitar así la creación de nuevas colonias en nidos.

Entre los meses de mayo y octubre se detectaron 48 nidos, y es en esa época de primavera y verano cuando cobra sentido su retirada pues los nidos están activos y las reinas se encuentran en su interior.

De esos nidos, 32 fueron retirados manualmente por personal cualificado, 10 se inactivaron químicamente con insecticida y otros 3 eran nidos inactivos de años anteriores que habían aguantado las inclemencias del tiempo.

Asimismo, se realizó una valoración técnica de los restantes 3 nidos y se decidió no retirarlos ni inactivarlos por la imposibilidad de hacerlo con los medios disponibles, aunque en esos tres casos no existía riesgo para la población, aseguran las mismas fuentes.

En un segundo periodo, entre octubre y febrero, se detectaron otros 48 nidos. Las detecciones en esta época del año sirven para el estudio de la especie, ya que las avispan hibernan en ese momento. De ahí que, salvo excepciones, no se retiren los nidos, ya que no hay riesgo alguno para la población.

De esos 48 nidos detectados, 4 estaban semidesintegrados por las inclemencias del tiempo, 31 se encontraban en árboles, cuyos troncos fueron marcados con una âVâ de color rojo para tenerlos localizados e inventariados, 12 no pudieron marcarse por la imposibilidad del terreno, aunque se mantienen identificados y 1 que estaba vacío y situado a una altura media fue retirado.

Estos 48 nidos se localizaron en fechas tardías y se decidió no retirarlos, al no suponer riesgo para la población porque se encuentran inactivos.

Tampoco con su posible retirada se hubiera luchado contra la especie, ya que las reinas fecundadas que darán lugar a los nidos del próximo año los abandonan alrededor de septiembre para buscar refugio donde hibernar. Estos nidos inactivos nunca vuelven a ser utilizados por la especie y terminan desintegrándose por las inclemencias del tiempo.

Las mismas fuentes avanzan que la previsión para este 2019 es mantener los mismos procedimientos de lucha y control realizados durante el pasado año, y se prevé adquirir una pértiga que facilite la inactivación de los nidos más inaccesibles.

Además, se prevé colocar a finales de este mes una serie de trampas distribuidas por zonas para capturar avispas reinas. A principios de 2018, se colocaron a modo de prueba piloto tres trampas en la zona del cementerio con las que se capturaron 10 reinas, hecho que evitó la creación de nuevas colonias.

Se trata de trampas especialmente diseñadas para la captura de la avispa asiática. Son recipientes en los que se vierte líquido atrayente específico, que se colocan generalmente en árboles, en lugares donde es presumible que existan reinas hibernando.

Para ello, para determinar esas ubicaciones, se dispone de los registros de años anteriores. Es fundamental colocar las trampas en los meses de febrero, marzo o abril ya que, dependiendo de la climatología, es el momento en el que las reinas salen de sus refugios tras la hibernación para construir los nidos primarios que albergarán nuevas colonias.

Desde el consistorio explican que Pamplona, junto con la zona norte de Navarra, es uno de los sitios más propicios para el asentamiento y desarrollo de la avispa asiática. En el caso particular de Pamplona, el clima, la altitud y la cercanía a los cauces de los ríos Arga, Sadar y Elorz contribuyen a ello.