pamplona - Gerencia de Urbanismo dio ayer luz verde para su aprobación en el próximo pleno del 14 de noviembre a la aprobación definitiva de las modificaciones de la normativa urbanística, tanto del Plan General como del Plan Especial de Reforma Interior (PEPRI) del Casco Viejo, que regularán los usos de residencia eventual en la ciudad. La aprobación de esta norma, una vez que se publique en el BON, acabará con la moratoria de nuevas licencias turísticas en la ciudad que entró en vigor hace casi dos años, cuando se comenzó a debatir el tema para anteponerse a un problema, el de la turistificación, que afecta sobremanera a capitales como Barcelona o Donostia.

La nueva normativa, que ya se aprobó inicialmente el 10 de enero, sin que se haya incorporado ninguna alegación presentada, en la práctica supone que, por un lado, con carácter general, se limita la implantación de apartamentos turísticos a primeras plantas en el Casco Viejo y, además, siempre que no supere el 25% del edificio. Además, no se podrá instalar más de un piso turístico o pensión por portal, si comparten acceso con los vecinos (esto no afecta a los negocios ya actuales, aunque sí computan en el recuento), y, asimismo, la suma de las actividades turísticas en un bloque no podrán superar 200 m2.

En lo que atañe a la residencia eventual, los hoteles, hostales, albergues y apartamentos, la implantación de nuevas actividades en edificios completos se regulará a través de un sistema de porcentajes (este uso no podrá superar el 25% de la manzana), tal y como ya se aprobó en el pleno del 10 de enero (con los votos a favor de UPN entonces y Geroa Bai y la abstención del PSN), y no por distancias, como se había previsto inicialmente. En el debate entre los grupos municipales, Navarra Suma, PSN y Geroa Bai anunciaron que darán el voto favorable a una normativa que pretende “regular” este tipo de actividades, mientras que EH Bildu, que apoya la limitación de apartamentos en primeras plantas, votará no a que en la implantación de nuevos negocios en bloques completos no se aplique un límite por distancias.

Porque, en la práctica, esto supone que proyectos como el Hostel Unzu, de 277 plazas, paralizado por la moratoria desde hace dos años, podrán finalmente llevarse a cabo, y en lo referente a apartamentos turísticos, el nuevo texto del PEPRI recoge la posibilidad de que un vecino pueda alquilar habitaciones en su piso con fines turísticos, siempre que sea su residencia habitual y este espacio no supere 50 m2.

VECINOS CONTRA EL HOSTEL Ambas consecuencias han generado un gran debate en la opinión pública. Los colectivos del Casco Viejo ya han venido denunciando el proyecto de hostel, por la incidencia que supondrá, dicen, para los Burgos, y aún más, pedían (sin éxito) que el Casco Antiguo se declarara zona saturada de actividades turísticas.

En el caso de las habitaciones turísticas en viviendas habituales (hay muchas personas que las alquilan a estudiantes, por ejemplo, lo que se puede extrapolar a turistas), varios establecimientos hoteleros ya presentaron una alegación al considerar (en Barcelona ya está pasando) que puede ser un “coladero” para nuevas actividades turísticas, sobre todo en el Casco Viejo. Precisamente este tema fue ayer uno de los que generó debate en el consejo de Gerencia. Todos los portavoces de la oposición coinciden en que hay que estar alerta, pero modificar el tema de pisos con habitaciones a turistas conllevaría paralizar de nuevo el expediente, lo que ya es imposible, porque la moratoria expira en enero.

El concejal de EH Bildu, Joxe Abaurrea, opinó que “es posible que pueda llegar a ser un coladero”, pero “pedimos que primero analicemos el tema y, segundo, si esto es así, deberá hacerse una modificación de la normativa”, ya una vez entre en vigor. Reiteró que “siempre pensamos que un sistema de distancias, a la hora de regular la implantación de nuevos negocios turísticos, era más restrictivo, y que a la vez lograba una actividad más equilibrada en el Casco Viejo”. Maite Esporrín (PSN), avanzó que “vamos a dar el OK a la propuesta para ver cómo funciona”, porque “hay una gran sensibilidad”, pero, además, es un “tema complejo al que hay que meterle el diente”, para “prevenir antes de que el problema de otras ciudades llegue a Pamplona”. Respecto a las habitaciones para turistas, señaló que “hay que ver todos los casos”, porque puede contribuir a que algún propietario necesitado vea mejorados sus ingresos”.

También Javier Leoz (Geroa Bai) opinó que hay casos de propietarias que con estas habitaciones “completan su sueldo o su pensión”. Leoz defendió la nueva normativa, porque “antes se podían poner pisos turísticos en cualquier planta y ésta es muy restrictiva”. Defendió también el sistema de porcentajes en manzana para nuevos hoteles, porque el de distancias era muy restrictivo y no había habido antes exceso de proyectos.

Camino de Santiago. En lo Viejo se tolerará instalar albergues del Camino de Santiago en la planta baja, y transformar en residencial eventual viviendas existentes en planta baja.

Seis meses para adaptarse a la norma. Las viviendas de toda la ciudad inscritas en el Registro de Turismo del Gobierno foral con anterioridad a la aprobación inicial de esta modificación como apartamentos y viviendas turísticos, dispondrán de un plazo de seis meses desde la aprobación definitiva para presentar a trámite la correspondiente apertura o licencia de uso que avale el uso de residencial eventual, debiendo adoptar las medidas correctoras exigibles. Estos casos se reconocerán como “usos consolidados”, independientemente de cuál sea la planta del edificio en la que se sitúan. En caso de no presentarse, el uso residencia eventual deberá cesar.

El sector hostelero habla de “coladero”. Desde AEHN, su secretario general Nacho Calvo destacó esta semana la disconformidad del sector hostelero con la propuesta que “abre el coto a alquilar habitaciones anejas a la vivienda” en el Casco Viejo lo que consideran un “coladero” para la entrada de plataformas turísticas al no existir un control real tal y como ha ocurrido en ciudades como Barcelona.