- La estructura de la pasarela de Labrit no es estable, presenta problemas de cimentación y su sistema de desagüe fue fallido, ademas de otros problemas en su construcción, pero tiene arreglo, valorado en medio millón de euros según el último estudio, el más completo de los realizados hasta la fecha que incluyó pruebas geotécnicas en el terreno donde se apoya la pasarela y con videoscopio por el interior de la edificación.

Ha quedado acreditado que en 2010, fecha de la construcción de la pasarela, no se hizo una prueba de carga para comprobar su funcionamiento. ¿Se tendría que haber realizado según la normativa vigente entonces?

-En principio sí. Aunque no hay una normativa específica sobre pasarela, ya que la existente se refiere exclusivamente a las pasarelas sobre carreteras y ferrocarriles, se tenía que haber realizado una prueba de carga estática antes de ponerla en servicio.

¿En qué consiste esta prueba?

-De forma resumida, se somete a la estructura a una serie de cargas que intenten reproducir el límite superior de las cargas de servicio y se miden las deformaciones que sufre y su recuperación una vez retiradas las cargas.

¿Por qué no se hizo?

-Lo desconozco.

Los ingenieros que han realizado su informe afirmaron el otro día en la presentación de las conclusiones que habría permitido detectar los vicios ocultos que presenta y que han salido a la luz ahora con las nuevas pruebas realizadas por ellos.

-Lo que querían decir es que como el modelo que hemos demostrado no se corresponde con el proyecto, en el sentido de que la cimentación no es todo lo fija que los proyectistas dicen, se habría detectado que efectivamente no es rígida y que el comportamiento del terreno no era el que habían previsto.

¿Que en 2010 se modificara la normativa, que entró en vigor al año siguiente, pudo influir en el hecho de que los responsables del proyecto no llevaran a cabo la citada prueba porque no estaban obligados?

-No. La normativa en vigor entonces, la Instrucción de Acciones de Puentes (IAP) de 1998, también obligaba a hacerla.

¿Significa entonces que está fuera de normativa?

-Significa que no se hizo algo que se debería haber hecho. Le faltaría el último paso, pero no sabemos qué resultado habría dado la prueba de carga.

¿Cómo es posible que este incumplimiento pasara desapercibido en el Ayuntamiento cuando recibió la obra terminada?

-Creo que el Ayuntamiento no ha hecho muchas pasarelas y no es sencillo que un ayuntamiento tenga gente capaz de hacer estas obras porque no se hacen habitualmente y no resulta rentable. Se trata además de una construcción bastante singular.

Visto lo sucedido, ¿cree que fue una decisión temeraria entregar la obra sin realizar todas las comprobaciones previstas por la normativa?

-No era tan temeraria porque se ha demostrado capaz de soportar el esfuerzo requerido, ha hecho su papel, pero lo lógico es que se hubiera hecho la prueba.

¿Qué pensó cuando el alcalde le llamó para encargarle el informe, el tercero después de los elaborados por Intemac e Ideam?

-Nos habíamos ofrecido a hacerlo en dos ocasiones. Hay sendas cartas firmadas por mí ofreciéndonos a colaborar para la resolución de este conflicto, pensando que como corporación de derecho público podíamos ofrecer mayor garantía ante la opinión pública. Pensábamos que los dos informes anteriores estaban bien, elaborados por gente muy solvente y con las suposiciones correctas, pero faltaba información y era necesario investigar más para llegar conocer la realidad. Eran informes teóricos que no permitían decir algunas de las cosas que en estos momentos sí estamos en condiciones de decir. No se había descubierto la cimentación y hemos comprobado, porque lo hemos visto, que su estado es bueno. Antes se suponían cosas, como que los pilotes estarían rotos, que no lo están, y sobre la estructura en general. Creo que ahora estamos muy cerca del 100 por 100 de la verdad objetiva.

¿Qué le ha sorprendido más: el cúmulo de deficiencias encontradas o que tenga arreglo?

-Nuestro informe dice que la pasarela está menos mal de lo que decían los informes anteriores. Todos los problemas de pandeo, de cimentación, corrosión o el mal drenaje ya estaban detectados. Ahí coincidimos al 99,9 por 100 con los informes anteriores. El primer informe decía que había que cerrarla para proceder a su reparación y ponerla otra vez en uso, sin entrar en más detalles. El informe de Ideam sí decía con rotundidad que debía ser desmantelada, que no había solución técnica ni económica, básicamente por la cuestión de los cimientos. Nosotros hemos demostrado que sí tiene solución técnica y económica, por eso hicimos una valoración del coste, aunque no entraba en el encargo, pero hubiera faltado información no decir que se puede reparar y con una cantidad lógica y proporcionada. Existen las técnicas adecuadas para hacerlo y el coste es menor de lo que supondría tirar y volver a hacer.

Resulta evidente que el Ayuntamiento no recibió un buen producto, por el que se pagaron 720.000 euros.

-Es clarísimo. Soy ingeniero, no abogado, pero entiendo que el Ayuntamiento tiene todo el derecho a que se le dé el producto que compró, que cumpla la normativa y de plenas garantías.

Con todo lo que han encontrado, ¿se puede garantizar que cumplirá con las condiciones de seguridad si es que se arregla algún día?

-Sí, y es que no puede ser de otra forma. Si se sigue el camino del arreglo habría que encargar un proyecto de reparación, realizar las obras y hacer una prueba de carga estática.

Uno de los informes que encargó el Ayuntamiento, el de Ideam, desaconsejaba expresamente realizar ahora una prueba de carga ante el riesgo de colapso de la estructura.

-Nosotros también la desaconsejamos. En realidad no nos aportaría nada porque ya somos capaces de decir que esa estructura no está en las debidas condiciones legales. Sería ridículo exponernos a que pasara algo o gastar un dinero para conseguir una información que ya tenemos.

¿Habría sido posible una reapertura provisional de la pasarela?

-Físicamente era posible, pero entiendo que no hubiera sido prudente. Con lo que sabemos ahora es muy difícil que hubiera pasado algo dado el uso que estaba teniendo, pero una vez que se detectan los problemas y hay unos informes que dicen 'ojo ojo', que aquí puede haber mucho lío, es normal que los responsables políticos decidieran no reabrirla. Mi opinión es que no hubiera pasado nada, pero yo no la habría reabierto.

El cálculo previsto para la reparación es de 480.000 euros, IVA incluido. ¿Puede haber más sorpresas y que al final haya que gastar más en su arreglo?

-380.000 euros es la obra pura, incluida la prueba de carga. Hemos manejado presupuestos inferiores, pero no hemos querido ir justos. Al final es que estamos hablando de 70 metros de pasarela, no hay mucho sitio para meter dinero. Es una obra de reparación delicada, para especialistas.

¿Si no llegan a caerse aquellas placas es posible que nunca nos habríamos enterado de sus vicios ocultos?

-Es muy probable.

Pero el problema de las filtraciones se hizo evidente muy pronto. Desde 2013 el Ayuntamiento ya tenía constancia de ello.

-Ese era un defecto de segundo orden, que jamás tuvo que tener, que afectaba a la seguridad de la pasarela a través de la corrosión. Las filtraciones podían haber acabado con la estructura, pero después de muchísimos años de servicio.

¿Sabe si los responsables de la obra tienen intención de asumir sus responsabilidades?

-Es un tema que no me toca a mí, pero la relación con ellos ha sido muy fluida.

¿Se ha reunido con ellos?

-Sí, en esta misma mesa, porque teníamos interés en conseguir todo aquello que ayudara a dar luz y que nos explicaran detalles y la concepción que tenían de la estructura, porque hay cosas que no salen en los papeles. Su colaboración ha sido plena y total desde el principio.

¿Qué argumentaron a la vista de lo que recogían los informes anteriores?

-Ellos partían de la hipótesis de que la cimentación era indeformable, que no se podía mover, pero los cálculos han demostrado que se produce cierta reacción del terreno.

"El modelo que hemos demostrado indica que el comportamiento del terreno no era el que habían previsto"

"La estructura ha sido capaz de soportar el esfuerzo requerido, pero lo lógico es que se hubiera hecho la prueba"

"Estamos muy cerca del 100 por 100 de la verdad objetiva sobre el estado de la pasarela"

"Ya somos capaces de decir que esta estructura no está

en las debidas condiciones legales"

"Las filtraciones podían haber acabado con la pasarela, pero después de muchísimos

años de servicio"

"Es una reparación delicada, para especialistas; el coste es menor que tirar y volver a hacer"