- Los comerciantes, hosteleros y vecinos de la calle Amaya ven, en general, con buenos ojos las obras de semipeatonalización que el Ayuntamiento de Pamplona va a realizar hasta la semana que viene. “Facilita que no vaya a haber tanto coche pasando a todas horas”, asegura Sonia Guinea, vecina de la calle Amaya. “A mi me parece muy bien. Yo vivo en el último piso y no me entero mucho de todos los coches que pasan y meten ruido, pero cuantas más calles del centro hayan peatonalizadas mejor”, confiesa David Tomé, vecino también de la calle Amaya.

Los hosteleros también creen que la intervención puede ser beneficiosa para sus negocios: “Cuanta más peatones pasen por la calle, más gente puede entrar y más gasto pueden hacer en nuestros establecimientos”, afirma David Tomé, que además de vecino trabaja en la cadena de restaurantes Burgerheim. De igual modo piensa Xiao Liu, dueña del bar y restaurante A-Partao: “Con la semipeatonalización me va a ir mucho mejor. Así van a pasar menos coches y más gente”. Y añade que con la ampliación de la acera de la calle Amaya espera que “me permitan solicitar una terraza”. Maximiliano Pavón, trabajador del restaurante asiático UDON, afirma que “la medida nos favorece porque al producirse un mayor flujo de peatones va a aumentar la posibilidad de que accedan a nuestro local”. No todos lo ven tan claro, como Yolanda Imaz, trabajadora de la tienda Trofeos Navarra: “Nuestra clientela son federaciones, instituciones, distintos departamentos del Gobierno... Es muy puntual lo que se vende a clientes individuales. Entonces, por mucho que haya más tránsito de gente, no creo que nos influya a la hora de vender más trofeos”.

Más críticos se muestran con las formas con las que el Ayuntamiento de Pamplona ha dado a conocer el inicio de las obras. “Nos parece muy mal que no nos hayan avisado con anterioridad. Nos hemos enterado de repente, leímos en la prensa que se iba a peatonalizar y no sabíamos nada. Es que empezaron ayer las obras, de un día para otro”, se queja Alfonso Guinea. A Conchita Olloquiegui, vecina de la calle Amaya, no le ha molestado en cambio el hecho de no conocer el arranque de las obras “No me afecta porque, bueno, cuando salgo del portal ya lo veo y digo ‘ahí va, están en obras, como cienmil veces más’ ”. Eso sí, subraya que desde el equipo municipal debían haber contado con los hosteleros y comerciantes de la calle: “A los comercios y bares sí que les tenían que haber avisado porque, por ejemplo, los trabajadores ya no van a poder aparcar donde aparcaban y tenían que estar preparados”.

Y es que los comerciantes y hosteleros no están contentos debido a la falta de comunicación por parte del equipo de Enrique Maya. “No nos han notificado nada. Por lo menos, nos lo debían haber dicho antes para saber qué se plantea hacer”, comenta Yolanda Imaz. Además, piensa que de esta manera hubieran podido dar su opinión y “las necesidades que tenemos los cuatro comercios que quedamos”. En su caso, la semipeatonalización les afecta al reducirse los espacios reservados a la carga y descarga porque “nuestros pedidos son grandes y requieren de un vehículo. No recibimos material continuamente, pero el día que venga un camión, como tenga que parar la circulación para poder descargar, es un cristo”. La misma visión tiene Maximiliano Pavón, que asegura que al restaurante UDON le hubiera gustado dar su opinión: “Hubiera sido importante que nos hubieran consultado a los locales que estamos en la acera de la calle Amaya”, zanja. Desde Burgerheim comparten la queja, pero entienden que “tampoco era el mejor momento para dar toda la información posible”.

Las obras terminarán, en principio, la semana que viene, un plazo breve que ha sorprendido bastante a vecinos, comerciantes y hosteleros. Como a Sonia Guinea, que se pregunta “por qué se va a hacer tan rápido y por qué así de repente”. David Tomé cree que “es imposible que en una semana acaben todo cuando se dijo que se iba a empezar el miércoles y todavía casi no se ha hecho nada. Lo mejor hubiera sido que no se hubieran puesto plazos”. “Me parece de locos que en siete días vayan a solucionar el problema de circulación que tenemos porque por nuestra calle pasan 20.000 coches al día”, expresa Conchita Olloquiegui.

“Es de locos solucionar en 7 días un problema de circulación de 20.000 coches al día”

Vecina de la calle Amaya

“Va a ser beneficioso porque va a poder entrar más gente a nuestro restaurante”

Trabajador de UDON