pamplona Los tres llegaron ahí por caminos distintos. Cada uno ha tenido un recorrido vital diferente desde que un buen día dejaron sus estudios para acceder al mercado laboral, hasta que pasados unos años consideraron que era el momento oportuno para regresar a las clases. Ni la edad, ni los horarios, ni sus trabajos ni las obligaciones familiares han podido doblegar la firme decisión de Tomi Galván (57 años), Silvia Varela (39) y Mostapha Achouak (38) de seguir formándose, con evidente éxito, ya que los 3 han aprobado con notable alto el curso de acceso a la universidad que el centro IESNAPA Félix Urabayen organiza desde hace 2 años para adultos.

Tomi, empleada de la limpieza, ha podido sacarse el título de la ESO y el de acceso a la universidad, donde tiene previsto cursar estudios de trabajo social. Lo ha conseguido con dedicación y esfuerzo, acudiendo a las clases y tutoriales organizados por el centro cuando se lo permitían los cuidados de su madre y de sus hijos; y su horario de trabajo, con 40 horas semanales.

Silvia, con tres niñas de corta edad (4, 6 y 9) ha sido capaz de sacar tiempo y fuerzas para atender a su familia y aprobar el curso de acceso a la universidad, con el sueño de acabar trabajando en algún laboratorio.

Mostapha, natural de la ciudad marroquí de Marrakech, lleva 11 años en Pamplona y su deseo era estudiar química forense, aunque finalmente cursará estudios de ingeniería mecánica. Empezó en el centro para cursar 1º de ESPA (el equivalente a 1º de ESO) y ha ido superando todos los cursos a la vez que trabajaba en una empresa. Habla 5 idiomas.

Los tres coincidieron para relatar sus experiencias acompañados de Isabel Ezkieta. vicedirectora del IESNAPA Félix Urabayen, un centro de educación para adultos que permite sacar el título de la ESO (llamado ESPA por ser de personas adultas) o el Bachillerato.

"Hace dos años nos dimos cuenta de que había un hueco que debíamos rellenar: el curso de acceso a la universidad para mayores de 25 años. El curso lo hacen en nuestro centro y luego se examinan por libre en la UPNA o en la UNED", comentó la profesora, que no pudo esconder la emoción que siente ante la respuesta de su alumnado.

"El curso está funcionando extraordinariamente, gracias a que estos alumnos tienen un espíritu de superación increíble. En nuestro centro hay alumnos de todos los orígenes, no solo geográficos, sino religiosos, sociales y personales. El nivel de respeto que se respira en este centro creo que es modélico. En ningún otro centro he encontrado una convivencia tan auténtica entre personas de diferentes ideologías y orígenes. Llevo 34 años en la enseñanza pública y la verdad es que siempre me he sentido a gusto dando clase, pero cuando ahora me preguntan mis conocidos en qué centro estoy, siempre confieso que en este".

Tomi agradeció el trato recibido en el centro y la dedicación de su profesorado con ellas, mientras que Mostapha destacó el compañerismo que ha sentido desde que accedió al centro. Silvia, por su parte, ha tenido que hacer frente a la burocracia, ya que por culpa de la pandemia la UNED retrasó la fecha para el examen, pero las autoridades educativas mantuvieron la fecha de matriculación, lo que en la práctica le impidió apuntarse. En la despedida, la vicedirectora les agradeció el esfuerzo realizado y sus sensaciones: "¡Es tan gratificante dar clase a personas que quieren superarse, formarse y educarse!".