Cuando San Fermín se canceló el verano pasado, la mayoría de nosotros lamentamos la pérdida, incluyéndome a mí, ese estadounidense chalado que ha sido corneado un par de veces y loco por San Fermín. Intenté no pensar en los toros porque era demasiado doloroso. Mi amigo Xabi Mintegi, de 29 años, hizo todo lo contrario. Se sentó y comenzó a escribir sobre su poderoso amor por los toros y el encierro, desde junio hasta agosto hasta que terminó su libro, "Amanece en San Fermín". Xabi no es un escritor de oficio, ni siquiera es un corredor muy visible porque rechaza las entrevistas con los medios. Es un corredor de la vieja escuela que lo hace por amor a su cultura y los toros y ha tenido muchos encierros extraordinarios en Santo Domingo durante sus diez años corriendo en San Fermín. Dicho todo esto, Xabi es una persona y un espíritu muy especial en la cultura del encierro. El propósito de este artículo es tratar de explicarte lo que le hace tan especial y por qué deberías leer su libro y venir a su evento de lanzamiento el 5 de diciembre en el Nuevo Casino, o a la salida del evento en frente de Café Iruña. Debido a un aforo reducido, Mintegi también estará firmando libros después del evento cerca de la puerta del Nuevo Casino con el distanciamiento social en su lugar.

Hay encierros de renombre como Atanasio, Jokin Zuasti, Juan Pedro Lecuona y Aitor Aristregui que están y estuvieron en el encierro destacando año tras año ante las astas y siendo reverenciados por su excelencia y humildad. Pero luego hay corredores menos visibles como Carmelo Buttini, que ha corrido muchas carreras excelentes en encierros en toda España, el cual sobrevivió a una terrible cornada, cuya pasión por el encierro es de magnitudes únicas. El espíritu de Carmelo domina las horas de antes y después del encierro y los meses de entretanto. Recientemente compró el reloj de la cuenta atrás de los Sanfermines para la fachada de su librería familiar en Estafeta: La Casa del Libro. Además, Buttini tiene un museo del encierro extra-oficial en el sótano de la Casa del Libro. Es el sentido del humor de Carmelo, su contagioso amor por el encierro y su vigor al felicitarte por una buena carrera lo que une a los demás corredores a su alrededor. Carmelo es un poderoso centro espiritual y líder entre los corredores.

Para la generación de gente con treinta años o menos, Xabi Mintegi es uno de esos centros y líderes espirituales. Tras el encierro, los ruidosos y vigorosos saludos de Xabi como "¡Ostia! ¡Cabron! ¡Eres Un Crak! ¡Madre Mia! " resuenan en Estafeta, Tudela, Tafalla, Alfaro y hasta San Sebastián de Los Reyes. Y el 14 de julio en Pamplona, seguro que verás a Xabi con lágrimas en los ojos porque nadie siente la pena del final de San Fermín como él. Todos los jóvenes corredores saben darle unos animos por la Estafeta ese día, porque estará absolutamente inconsolable. Donde los corredores somos estoicos y demasiado avergonzados para mostrar nuestro dolor, es Mintegi quien llora las lágrimas que todos sentimos por dentro al despedirnos de otro San Fermín.

Xabi ya es un experimentado empresario que abrió una tienda de golosinas en su pueblo, Etxarri Aranatz, cuando tenía tan solo 19 años, y se llama Urtxintxa Goxoki Denda. Ahora, la tienda es un punto de encuentro en el pueblo, ya que la gente entra a todas horas para comer algo, sobre todo los niños. Al entrar, verás una enorme cabeza del toro de Victoriano del Río llamado Brevito. El toro que me corneó en 2014. Le pregunté a Xabi si estaría dispuesto a ponerlo allí después de enterarme de que tenía una especie de museo del encierro en su tienda. Estoy muy orgulloso de ser una pequeña parte de algo tan precioso. En la misma pared, varios libros históricos sobre el encierro se encuentran exhibidos en pequeños estantes, y detrás de la caja registradora, se puede observar colgada en la pared una gran foto de Xabi corriendo en un encierro en Santo Domingo.. En la trastienda, hay un televisor para videojuegos y cuando los niños están interesados, Xabi también pone videos del encierro. Todo esto es digno de mención, porque el mundo del toro no es muy popular en Etxarri Aranatz. Sin embargo, la pasión de Xabi por los toros es especial y muy contagiosa.

La fuerte y hermosa amistad de Xabi con Aitor Aristregui es un vínculo muy importante entre la generación más joven de corredores. He tenido el honor de observarlo de cerca. El gran encierro de San Sebastián de los Reyes, intentaba entregar su premio al mejor corredor del año a Aitor, pero como es tan humilde y tímido, le daba vergüenza ir a la ceremonia de dichos premios. Entonces Aitor, dijo que iría pero solo si traían a Xabi como compañero. Xabi tranquilizó a Aitor y lo ayudó con los nervios de tener que subir al escenario y dar un discurso, por muy corto que fuera. Sin la amistad de Xabi, Aitor nunca hubiera aceptado ese reconocimiento, pero esa es solo una de esas cosas intangibles que hacen a Xabi tan especial.

Xabi es también historiador del encierro. Ha memorizado el libro de Javier Solano sobre los 50 años del encierro y puede recordar todo tipo de datos y estadísticas interesantes sobre el encierro. Llevé a Xabi al apartamento de mi amigo Tom Gowen en la Plaza del Castillo para ver la versión de Tom del museo del encierro. Gowen corrió con Atanasio en la década de 1970, y era un excelente corredor. Gowen tampoco deja que la verdad se interponga en el camino de una buena historia, y aquel día, mientras mirábamos una famosa foto del autor James Michener del encierro en Santo Domingo, ganadora del Premio Pulitzer, Gowen exageró un poco y dijo que uno de los corredores corneados en la foto murió. Xabi se puso inquieto, y finalmente se enfrentó a Gowen. "Sr. Tom Gowen, le tengo mucho respeto, pero conozco las fechas y los nombres de todas las muertes conocidas en la historia de San Fermín, ¡y ningún corredor murió ese día en Santo Domingo!". Gowen sonrió con orgullo, Xabi había aprobado el examen. Después, los dos comenzaron a negociar en broma la venta del hermoso apartamento de Gowen.

Pero posiblemente el momento más dulce que muestra por qué y cómo Xabi es tan especial, fue una mañana de 2018. Aquel día, yo caminaba por Mercederes cuando Aitor Aristregui corrió hacia mí muy angustiado y me preguntó si había visto a Xabi. Sonreí y dije: "No, pero estoy seguro de que está perfectamente". "¡No!" Aitor me regañó, "¡Tengo un mal presentimiento!". Un miedo terrible se extendió por el rostro tembloroso de Aitor, su pecho palpitaba. Se apresuró y se alejó de mí en busca de Xabi. Lo seguí sabiendo que Xabi estaba bien, porque supuse que para entonces se habría corrido la voz, pero también emocionado, por ver in situ que el miedo más fácil del encierro, es el miedo por un amigo. Doblé la curva hacia Santo Domingo, y los encontré a los dos abrazados, mientras Xabi consolaba a Aitor. Xabi estaba bien, y parecía que San Fermín estaba en paz, porque ese amigo tan especial del encierro estaba a salvo.

Y eso es solo una pequeña ventana al interior. Un rayo de luz, a través de la lente de un americano chalado, para mostrarte por qué Xabi Mintegi es un amigo tan especial del encierro y San Fermín, y por supuesto mío.

Espero veros el sábado, mis queridos navarros.

*Escritor y corredor del encierro