n 2018, menos de un tercio de los cargos electos locales de Navarra estaban ocupados por mujeres. En enero de este año, alcanzaban el 36% de los puestos políticos -eso sí, sólo el 27% de máxima responsabilidad-. En las empresas de más de 50 trabajadores la proporción femenina en los Consejos de Administración es, de media, del 13,35% según un estudio realizado por la Asociación de Mujeres Empresarias y Directivas de Navarra (Amedna), que viene a poner de relieve que las cifras cambian, pero el escenario sigue siendo incierto.

“Se acaba de reconocer a nivel nacional a la primera mujer CEO en una empresa del Ibex-35... Y estamos en 2020. Hay muy poca presencia femenina en puestos directivos e incluso en ámbitos totalmente feminizados, como el social o el de la salud, la mayor parte de las personas que ostentan la dirección o las presidencias son hombres. ¿Qué techo de cristal hay que derribar para que lleguemos nosotras ahí arriba? Hay barreras que están fuera y otras que pueden estar dentro de nosotras mismas: se trata de derribarlas, tanto las internas como las externas. Acompañar a esas mujeres que se quieran empoderar, porque pueden, podemos, y hay que hacer ver eso al resto. Hay que luchar por ello”, explica Myriam Flores, directora técnica de la Fundación Koine-Aequalitas, que lidera en Navarra el proyecto Mujeres en Camino.

Se trata de una iniciativa pionera a nivel regional que ha conseguido poner en contacto y reunir a mujeres empresarias y emprendedoras, unas con un buen puñado de experiencia acumulada y otras con unas ganas inmensas de recibirla, de aprender, de adquirir todo el conocimiento que puedan brindarles en su desarrollo profesional, para crecer juntas. La propuesta, subvencionada por el Instituto Navarro para la Igualdad y el Gobierno foral, echó a andar este pasado mes de noviembre con visos de futuro y un rotundo éxito de participación: 17 parejas, mentoras (formadoras) y mentees (aprendices) han desarrollado encuentros -vía telemática por culpa de la pandemia, aunque cuando la situación lo permita serán presenciales- para iniciar un proyecto de liderazgo femenino que fomentará la creación de una red entre mujeres profesionales.

“Es algo que se está haciendo en Madrid a nivel nacional, con mujeres de todas las comunidades, pero no se había hecho todavía a nivel local. Y las sinergias, si se plasman a nivel autonómico, son mucho más potentes. Aquí tenemos una oferta formativa importante pero se trata de ir más allá de la formación, de crear una red de mujeres que se apoyan, se entienden y tejen esa especie de equipo en la sombra”, sostiene Flores.

Esta nueva red de liderazgo femenino que impulsará y dotará de herramientas a todas esas mujeres que buscan crecer profesionalmente contará, además de con la mentoría cruzada, con una serie de encuentros a lo largo de seis meses, además de las reuniones de cada pareja, con actividades abiertas en las que se va a impartir formación complementaria en áreas que tengan interés o en diferentes perfiles, tal y como señala Sara Larripa, dinamizadora del proyecto. “La respuesta ha sido impresionante, en un principio la idea era hacer 12 parejas y al final estamos 17. Y hay mucha diversidad, con muchas mujeres y empresas de Pamplona y la Comarca pero repartidas también por todo Navarra, profesiones de todo tipo, empresas públicas, privadas, familiares, organizaciones sociales y perfiles tecnológicos o creativos y técnicos… Es un apoyo y un acompañamiento entre mujeres porque nosotras tenemos las mismas dificultades independientemente del campo en el que trabajemos. Y la mentora, a través de esos obstáculos que ha tenido que ir superando, acompaña a la mentee para su desarrollo y crecimiento profesional”, relata.

Desde problemas con la gestión de personas, dificultades sobre planificación y organización o gestión de un negocio, mejora de la comunicación interna, aplicación de la innovación… Tras un cuestionario previo, en función de los retos y dificultades de esas áreas que las aprendices quieren trabajar, se organiza el encuentro con la mentora que mejor le puede aconsejar y acompañar.

Forman la red un total de 60 mujeres que empezarán a participar en la formación, que comenzará en enero. Esperan cerrar la primera fase del proyecto entonces con un evento presencial “si la situación lo permite, en un punto del camino de Santiago en Navarra, como algo simbólico, porque es un acompañamiento, un estar en movimiento. Esperamos que tenga más ediciones, y vista la respuesta seguro que sí”, valoran Flores y Larripa. Coinciden en que es necesario crear referentes femeninos, “que muchas veces faltan en la dirección y -equivocadamente- las mujeres tendemos a imitar ese liderazgo porque hemos tenido siempre jefes, no tenemos patrones femeninos. Creemos que visibilizar a esas mujeres que están en puestos directivos y lo hacen de otra manera es algo muy positivo”.

Marisa Iturbide, vecina de Artajona, es empresaria y formadora “desde hace muchos años. Y me gusta porque creo que necesitamos encontrarnos con personas que han pasado por las mismas vivencias. Hay un proceso de tremenda soledad de la mujer, de sentimiento de incomprensión, de no llegar, y de expectativas que tienen los demás hacia nosotras: tenemos que ser grandes parejas, grandes madres, mejores profesionales… Eso genera mucha frustración”, valora. Cuando eres mentora, dice, “este proceso te ayuda a recordar, refrescas un montón de experiencias que has tenido y es un enriquecimiento tremendo”.

Ella pretende “estimular la curiosidad” de Eva Martínez, de Monreal y trabajadora en una empresa de Recursos Humanos, “que amplíe su mirada hacia otros campos. Eva tiene unos objetivos pero a lo mejor yo, como mentora, puedo percibir que está buscando otra cosa. Estamos en ese proceso, explorando caminos, y es apasionante: hay una edad en la que tienes las maletas llenas y hay que dejarlas, vaciarlas, para que otros las puedan aprovechar”, confiesa Iturbide.

Martínez ocupa un puesto intermedio en su empresa, que está en crecimiento, y vio en el programa una oportunidad de crecer “a todos los niveles. Que te acompañe una mujer con su experiencia, con su bagaje, y que puedas beber de todo lo que ella te cuente, es muy importante. Nos suceden cosas parecidas, te hace sentir que tú no eres la rara, que puedes tener muchísimos miedos. Cosas que tenías dentro y otra persona, de repente, te dice que son normales… A nivel laboral pero también a nivel personal aprendes mucho”.

“Hay barreras fuera y otras dentro de nosotras mismas, se trata de derribarlas”

Koine-Aequalitas

“Es necesario crear referentes femeninos, que muchas veces faltan en la dirección”

Dinamizadora del proyecto

“El compartir experiencias es algo tan positivo que se aprende por los dos lados”

Madrina del proyecto

“Necesitamos encontrarnos con personas que hayan pasado por las mismas vivencias”

Empresaria y mentora