El nuevo Grow Shop de Fermín Les Lacosta, ubicado en la calle Mayor del Casco Antiguo de Pamplona, abrió sus puertas a finales de octubre, a pesar de la pandemia, y en él vende productos relacionados con el cultivo de la planta del cannabis.

Lacosta, pamplonés de 46 años, explica que comenzó a dedicarse al mundo del cannabis en el año 2002. "Monté mi propia tienda en Burlada, la cual traspasé, y ahora he montado este local. Con otros amigos del sector también he participado en ferias sobre el tema, llegamos a organizar una en 2008, en Baluarte, y también creamos Representación Cannábica Navarra, plataforma política con la que nos presentamos al Parlamento Foral en las últimas elecciones".

Su tienda se llama Cannabis Indoor&Outdoor, en referencia a dos proyectos audiovisuales. "Realicé dos documentales sobre el cannabis, uno en 2002, que habla sobre plantar cáñamo en interiores, de 3 horas y media, y otro en 2019, sobre el cultivo en exteriores, que dura hora y media. Tuvieron éxito, el primero está doblado en 5 idiomas", subraya.

Lo que principalmente venden es su negocio, informa, son productos para el autocultivo, como distintos sustratos, abonos y también semillas, estas últimas de cientos de tipos diferentes, provenientes sobre todo de países más permisivos con el cannabis como Países Bajos. "También hay mucha genética americana, ya que allí se está legalizando, y se están haciendo muchos cruces", comenta.

Los nombres de algunas de estas semillas son White Widow, Himalaya Gold, Neville Haze, Critical Kush, y Lacosta relata que cada una tiene su cruce distinto. "Se asemeja un poco al vino, igual que cada bodega hace su propio vino, con el cannabis es parecido, cada casa tiene sus propias cepas". Además, en el local se pueden adquirir kits de iluminación, ventiladores para el cultivo, merchandising marihuanero y aceites y cremas para las manos.

"Ahora nos ha sorprendido que viene a comprar mucha gente mayor, de más de 60 años, sobre todo para las cremas y los aceites para las manos y la piel. Hace 20 años no había ese tipo de público, era un público más joven, que no pasaba de los 35 años.", destaca.

Por otro lado, afirma que las ventas no han subido por Navidad. "La época fuerte de ventas es primavera y verano, que también es la época en la que comienzan las cosechas. En navidades la verdad es que no viene mucha gente para regalos, al revés, igual vienen menos que lo normal". Sin embargo, cuenta que en términos generales están muy contentos y que sí han notado bastante afluencia desde que abrieron el negocio a finales de octubre, "creo que la gente echaba de menos un Grow Shop en el barrio".

Una de las causas de la mayor demanda, sostiene, puede deberse a la pandemia que estamos sufriendo. "Con la covid ha habido un aumento del autocultivo. porque la gente con las restricciones a la movilidad igual no han podido conseguir cannabis. Esta fue otra razón que nos animó a abrir la tienda, pese a la crisis".

Otra de las partes positivas que ha tenido la pandemia, asegura, es que ha tenido mayor facilidad para conseguir un buen lugar para alquilar. "Antes cuando veían que era para una tienda de tierra o semillas de marihuana, aunque fuera legal, ni te los alquilaban. Entonces tenías que buscar fuera de Pamplona o en sitios no tan comerciales. Ahora en cambio estoy en un buen sitio comercial", resalta. Además. a parte de su Grow Shop, existen más puntos de venta en la comarca: en la Avenida Zaragoza, Burlada y en los polígonos de Mutilva.

Lacosta explica que desea ver pronto la legalización del cannabis en el Estado. "Muchas veces productos que se podrían manufacturar aquí tranquilamente ahora mismo los tienes que traer de países donde es legal, como Bélgica o Italia. No solo marihuana para fumar, sino cremas, semillas y muchísimos aceites. Es un poco tontería que muchas veces se cultive clandestinamente en España, se mande a esos países, allá se les ponga el sello y luego vuelva el producto aquí a las tiendas", se queja.

En el mostrador de su local, llama la atención una pequeña hucha. "Estamos realizando un crowdfunding, llamado Consumo con derechos, para apoyar a mi amigo Albert Tió, que por regentar un club de consumidores de cannabis debe cumplir 5 años de cárcel. Nos hacen falta 10.000 euros para llevar su caso al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo", cuenta Fermín Les Lacosta con resignación.